Banco Santander
Foto: Carmen Marchena

Tal y como publicamos en Diario16, un trabajador jubilado de Banco Santander afirmó en sede judicial que durante la comercialización del producto Valores Santander vendían los productos que ordenaba la dirección y que les obligaban a vender «cosas como plazo fijo que no eran plazo fijo». Añadió que a los empleados apenas les dieron información de este producto, sólo unas hojas con la prohibición expresa de enseñárselas al cliente.

Diario16 ha tenido acceso a ese documento interno en el que se omitió a los trabajadores de la red comercial información esencial y que era conocida por la entidad respecto al precio de la conversión, un elemento muy importante para este tipo de productos.

En cualquier organización empresarial, la formación de las redes comerciales es fundamental para realizar unas acciones de venta basadas en la ética, unas estrategias centradas en que el cliente que contrate el producto no se sienta engañado, hecho que redunda en el prestigio reputacional de la sociedad vendedora. Los comerciales deben conocer a la perfección el producto para, en primer lugar, informar bien a los clientes y, en segundo término, saber responder a las dudas que puedan surgir para que la compra o contratación del producto sea acorde a la ética comercial.

En el caso de Valores Santander, siendo un producto muy complejo, la formación que recibieron los empleados fue muy deficiente que, además, contenía información demasiado sesgada, contradictoria y contraria a los procedimientos de comercialización del Santander.

En el documento, una presentación en Power Point a la que ha tenido acceso este medio, se comienza con una definición del producto y el esquema de funcionamiento del mismo y, tal y como ocurre con otros documentos del Santander como, por ejemplo, la tarjeta de delegación de voto de las juntas de accionistas, la explicación que se remitió a la red comercial es incomprensible:

Por otro lado, en otro documento interno, al que también ha tenido acceso Diario16, hay una discordancia respecto a lo que se trasladó a la red comercial. En el primer documento, el Santander manejaba el precio de conversión como «el 120% de la media aritmética de los precios ponderados de la acción de Banco Santander en el Mercado continuo español en los cinco días hábiles bursátiles anteriores a la fecha en que el Consejo de administración o la comisión ejecutiva de Banco Santander ejecute el acuerdo de las obligaciones necesariamente convertibles». Sin embargo, a la red comercial llegó un concepto simplificado y sesgado del precio de conversión al reducirlo al «precio de la acción de Santander en mercado»:

Como se puede comprobar, los empleados se vieron obligados a vender un producto tan complejo con una información que omitía aspectos esenciales conocidos por la entidad respecto al precio de conversión. Esta omisión provocó que los empleados desconocieran la verdadera naturaleza de Valores Santander, algo que derivó en un incumplimiento muy grave que está siendo condenado en la actualidad por los tribunales ya que, si los trabajadores desconocían los aspectos más importantes del producto, difícilmente lo podían explicar bien a los clientes.

Sin embargo, esta omisión tenía como objeto que Valores Santander pareciera un producto mucho más sencillo y más benévolo de lo que en realidad era.

Haciendo una comparación entre el documento interno y el que se trasladó a la red comercial, se puede comprobar que a ésta no se le trasladó información alguna respecto a derechos y orden de prelación, conceptos éstos que son técnicamente muy complejos y delicados a la hora de evaluar los riesgos del cobro de Valores Santander. El banco evaluó dicha información y decidió no trasladarla a la red comercial. Lo mismo ocurrió con otras características muy complejas del producto.

En consecuencia, el Santander omitió información clave de un producto muy complejo con el fin de presentar Valores Santander como algo sin riesgo y, de este modo, facilitar su comercialización.

1 COMENTARIO

  1. Como siempre, el Santander engañando a la gente de bien.Son unos rastreros,me sigue llamando la encargada de la oficina para venderme productos,aun a sabiendas de que me han robado.Yo lo primero que le pregunto es : ?me van a devolver lo robado.?entonces ya cambia de conversacion que de ella no depende.Asco del Banco Santander.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre