Cuando aún no se han digerido los crueles efectos del Expediente de Regulación de Empleo de 2019, que terminó con más de 3.000 trabajadores en la calle, Banco Santander anunció a través de una filtración a un medio de comunicación que iba a iniciar en España otro proceso de reestructuración de plantilla que afectará a otros 3.000 empleados y empleadas.

Sin embargo, España no va a ser la única en la que se ejecutarán despidos masivos sino que existe un plan denominado One Europe con el que el Santander pretende ahorrarse más de 1.000 millones de euros en costes. Según confirmó José Antonio Álvarez, CEO del Santander, se prevé una dura reestructuración de personal en, además de España, Reino Unido, Portugal y Polonia, precisamente los mercados donde el banco presidido por Ana Patricia Botín está obteniendo sus peores resultados.

Antes de la pandemia de Covid19, en enero de 2020, en una entrevista en el Financial Times, Nathan Bostock, consejero delegado de Santander UK, adelantó que no era descartable una nueva reducción de plantilla en Reino Unido. En 2019 la filial británica cerró un 20% de sus oficinas y, según Bostock, «hay que reducir plantilla. Se trata de simplificar». Y lo hacen del mejor y único modo que saben: mandando a trabajadores al paro.

En la filial de Polonia ya se ha anunciado la reducción de 2.000 trabajadores, es decir, casi un 20% del total de su plantilla en ese país. En Portugal aún no se ha confirmado el número total de despidos, pero posiblemente supere las cifras de Polonia.

Sin embargo, Europa no es el único territorio donde se están aplicando despidos. En Brasil, la filial que aporta un mayor beneficio al Grupo Santander, en los momentos más duros de la pandemia en el país carioca, fue anunciada una reestructuración que afectaba al 20% de la plantilla, es decir, 9.000 trabajadores. El Santander desmintió la noticia publicada por Folha do Sao Paulo, según publicó la Agencia Reuters el 10 de junio. Sin embargo, la organización sindical UNI Global Union emitió 6 días después un comunicado en el que confirmaba los despidos.

UNI Global Union aportaba, además, el testimonio de una trabajadora de Santander Brasil que muestra la crueldad de los procesos de reestructuración de plantilla de la entidad presidida por Ana Patricia Botín. «El despido fue realizado por teléfono. Creo que en más de 20 años de trabajo en el banco me merecía un poquito de consideración por parte de ellos, especialmente por mi condición de salud. Yo soy parte del grupo de riesgo que ellos decían proteger. La verdad, no protegen a nadie porque a la hora de echar a un trabajador o trabajadora no lo dudan», afirmaba esta empleada.

El comunicado de UNI Global incluía las declaraciones de Rita Berlofa, presidenta mundial de Finanzas de la organización sindical: «La posición de Santander en Brasil es inaceptable. En un momento en que nos enfrentamos a una crisis política, financiera y de salud muy grave, en la que a los trabajadores les gustaría sentirse protegidos, lo que vemos es un desprecio por los responsables de las ganancias exorbitantes y las bonificaciones estratosféricas de los ejecutivos. Los despidos afectan a la sociedad en su conjunto y contribuyen al empeoramiento de la crisis. Además de no cumplir con un acuerdo de no despido durante la pandemia, también ha aprovechado la oportunidad para atacar los derechos de seguridad social, presionar por el logro de objetivos, y aún amenaza a quienes no cumplen con el despido. No vemos este tratamiento en los otros países donde el banco está presente. Queremos más diálogo social, respeto a los acuerdos, trabajadores y sociedad brasileña»

Aunque se coloca como coartada para estas reestructuraciones de personal tan crueles los procesos de digitalización, es posible que tengan una relación más directa con la situación real que pudiera tener el Santander.

Desde que Ana Patricia Botín es presidenta el banco ha perdido 71.447 millones de euros en capitalización bursátil si tomamos en referencia al valor de cierre de mercado en la sesión de ayer. Por otro lado, ha necesitado ampliar capital por un valor total de 18.897 millones incluyendo la aprobada en la última Junta de Accionistas.

A nadie se le puede escapar que el abuso de las ampliaciones de capital está muy mal visto por los mercados porque destroza la posición de los accionistas minoritarios al diluirse el valor de sus títulos. Además, son operaciones de un alto coste que, según la Autoridad Bancaria Europea, suele estar en el entorno del 10% del capital captado.

Que el Santander haya necesitado reforzar capital en los últimos 6 años por casi 19.000 millones de euros es una muestra de que la salud de la entidad no es tan buena como la quieren vender. Esto es algo que saben tanto el mercado como los analistas financieros. No en vano, ya anticiparon sus sospechas de que la ampliación de 2017, la teóricamente utilizada para «reflotar» al Popular, tenía como destino la mejora de las ratios de solvencia y liquidez. Diario16, a través del análisis de las cuentas del Santander del ejercicio 2017 y de documentos que obran en poder de la Justicia, ha demostrado cómo esos 7.000 millones fueron destinados a cubrir las pérdidas provocadas por el cambio de divisas.

Cuando alguien, una persona o una organización, está en una posición de liderazgo, pero realmente está asentado en la debilidad, suele utilizar la crueldad como fórmula de empoderamiento. Eso es, precisamente, lo que está haciendo el Santander con sus trabajadores y trabajadoras al convertirse en una verdadera máquina de ejecutar despidos.  

1 COMENTARIO

  1. Espero que os Santander deportar penadas las hipotecas y préstamos personales el mismo ha falsificado poniéndonos uno siente que sé que en un principio no era ella que está está hecho con un notario a falsificado hasta las firmas de los préstamos estoy harta es denunciarlo y esta señora se va de rositas ese clienta estoy esperando notificaciones desde hace mucho tiempo de esta señora y del banco entonces me ha notificado nada no tengo más remedio que denunciarlo en este momento en el diario 16 y lo haré en otros medios de pagar 400 euros al mes hago 600 y pico y del personal pasa lo mismo mientras que estos préstamos ya tenían que estar pagados desde hace tiempo y me siguen viniendo todos los meses la cuota espero que sea la última vez que tenga que escribir notificaciones de este tipo a esta señora ya está entidad

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