Elke Konig

El volumen de irregularidades que perpetró la Junta Única de Resolución (JUR) en el caso del Banco Popular y, por extensión, el FROB en el proceso de venta de la entidad, está poniendo la causa a las puertas de una posible anulación en los tribunales europeos.

Según se extrae de las conclusiones de Deloitte, la JUR desoyó las recomendaciones que la auditora incluyó en su informe de valoración 2 en la que era muy clara al afirmar que la valoración más fiable del Banco Popular sería la mejor oferta por parte de las entidades que habían participado en el proceso de venta privada iniciado por Emilio Saracho y por JP Morgan.

En concreto, Deloitte se refirió a que un importante número de compradores ya habían accedido a la data room habilitada por el Banco Popular. A pesar de que la auditora fue muy clara en este aspecto, la JUR lo ignoró para organizar su propio proceso de venta que estaba diseñado para que no se alcanzara un precio de mercado al que Deloitte se refirió.

En la carta del proceso de venta se invitaba a los posibles compradores a presentar ofertas a partir de 0 euros. Esto es importante, puesto que indica que la intención de la JUR no era otra que la cancelación de las acciones y de las obligaciones porque, si no, habría puesto un precio mínimo de 2.000 millones de euros. Entonces, ¿por qué la JUR valoró al Popular en -2.000 millones? La respuesta está en que esa fue la cantidad exacta que permitió cancelar las acciones y las obligaciones para dejar intactos los depósitos no protegidos por el Fondo de Garantía y las obligaciones preferentes.

Por otro lado, la propia valoración 1 de la JUR indica que se basó en los datos públicos de mercado, como los informes de Moody’s, y no en los privados del Banco Popular. Aquí nos hallamos ante otra posible causa de nulidad de la resolución que deberá determinar el Tribunal General de la Unión Europea porque, si no se tuvieron en cuenta los propios datos del Popular se entienden muchas de las cosas que sucedieron a partir del día 2 de junio, fecha en la que, en primer lugar, Saracho recibió las instrucciones y el plan de acción por parte de Uría y Menéndez, y, en segundo término, Elke König convocó una reunión para el día siguiente a través de un documento encriptado. Hay que recordar, además, que en esos primeros días de junio Deloitte ya estaba trabajando en su informe de valoración y que el BCE hacía un mes que había determinado en una reunión que el Popular debía ser intervenido.

5 COMENTARIOS

  1. El careto de esta tipa es la expresión del mal, es la expresión de la corrupción es la expresión de una persona dañina y maliciosa es exactamente igual que las actrices de las películas antiguas que trataban sobre los campos de concentración Nazis; el mismo careto que tenían las llamadas celadoras o cuidadoras de las presas, tiene la misma expresión de malignidad que tenían aquellas actrices; solamente que esta tipa la tiene sin maquillaje.
    Ver la foto de esta tipeja y tener que ir a vomitar es un acto reflejo que me produce el cerebro.
    Con los robagallinas y mindundis con poco cerebro qué hay en prisión, que tengamos que ver hasta tipeja aún sin estar detenido y con grilletes en manos y pies puestos es simplemente bochornoso y escandaloso!.
    Estas cuestiones y estos procederes son los que verdaderamente causan alarma social!.

  2. No tiene Usted razón. Es una HÍBRIDA muy hermosa de 67 años y con dos tetas descomunales y buen cimbreo de cuerpo; al año que viene deja el cargo de ser una nazi, ladrona,
    golfa, mentirosa, cínica y embustera.

  3. ¿ Y quién son los hijos de puta del BCE para decidir que hay que intervenir una entidad que era solvente, viable, fiable y estable, que cumplía con los ratios de capital, tenía liquidez para seguir funcionando con normalidad y estaba sometida directa o indirectamente a su estricta supervisión ?
    ¡Y qué foto más fea habéis puesto hoy! Hasta podría inducirme pesadillas esta noche.

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