José Manuel Sáenz, exinterventor general adjunto del Banco Popular, declaró en la Audiencia Nacional que, en relación con las tasaciones de los inmuebles, KPMG llegó a afirmar que la inspección del Banco Central Europeo estaba mal hecha ya que el supervisor detectó un déficit de provisiones de 382 millones de euros que, en realidad, no existía.  Casualmente, esta es una cantidad similar al impacto real de la reexpresión de las cuentas de Emilio Saracho. Sin embargo, la realidad es que ese informe de KPMG no encontró ninguna irregularidad en los sistemas contables de la entidad. Es decir, que esos 382 millones fueron un requerimiento erróneo del BCE.

En 2016, Banco Popular encargó a la consultora la realización de un informe, como experto independiente, que analizara los procedimientos internos de la entidad de cara a la ampliación de capital de junio de ese mismo año. La intención de dicho informe no era otra que verificar que todo se estaba realizando de manera correcta, que los resultados de los procedimientos cumplían con los requerimientos normativos y, por tanto, que los datos que se ofrecieran de cara a la operación de capital fueran transparentes y, de este modo, evitar que se repitiera un caso como el de la salida a bolsa de Bankia.

Diario16 accedió a ese documento interno del Popular y sus conclusiones son muy claras: los procedimientos de la entidad fueron correctos. Este dato es importante, sobre todo porque muchas de las estrategias legales que representan a los afectados del Banco Popular están basadas en la afirmación de que hubo manipulación de cuentas y de que, por ende, esto afectó a quienes acudieron a la ampliación de capital. Una estrategia, que por cierto, favorece los intereses de Emilio Saracho.

En referencia a los procedimientos que tenía el Banco Popular para el cálculo de las pérdidas incurridas, aspecto muy importante para determinar si las cuentas fueron manipuladas. El análisis de este procedimiento se inicia con la exposición del proceso que seguía entonces el Popular para realizar estos cálculos:

KPMG indica en el informe que las «principales fases del análisis realizadas para emitir la calificación global del Informe de Pérdida Incurrida se concentran en las siguientes áreas de revisión: Cumplimiento normativo, Revisión del proceso, Coherencia y consistencia, y Documentación».

Para fijar el alcance, KPMG se fundamentó en la normativa existente en aquel momento y verificó que el proceso de cálculo de la Pérdida Incurrida por parte del Banco Popular se llevó a cabo de acuerdo con las normas creadas al respecto, tales como «la obligatoriedad de la periodicidad de evaluación, diferenciación entre valoración de activos Individualmente Significativos y de forma colectiva, criterios de elección de evidencias objetivas». La conclusión de la consultora tras realizar dicha evaluación fue que el Popular cumplía sin deficiencias con la normativa NIC39 de la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB, por sus siglas en inglés) y con la Circular 4/2004 del Banco de España.

En referencia al proceso del modelo de cálculo de pérdida incurrida, KPMG no encontró deficiencias en la verificación de la información que figura en la distribución de riesgo crediticio (DRC), en la segmentación de cartera, en los ajustes, en la asignación del parámetro de severidad (LGD, por sus siglas en inglés) y del parámetro de probabilidad de incumplimiento (PD, por sus siglas en inglés) a las exposiciones, en el reparto de provisiones, en el trameado de contagios y en el cálculo de la pérdida incurrida.

Por otro lado, la coherencia de los parámetros LGD y PD, la de las variables macroeconómicas, la de los ajustes sobre provisiones, y la consistencia del default con bases de datos de exposiciones, también fueron calificados como positivos por KPMG.

Por tanto, si el análisis de los modelos de cálculo realizado por KPMG, como experto independiente fue positivo antes de la ampliación de capital de 2016, significa que no hubo manipulación de las cuentas durante los años anteriores. Este hecho certifica varios puntos en los que Diario16 lleva insistiendo desde hace años y que está ratificado con miles de documentos.

En primer lugar, la caída del banco no se debió a los hechos anteriores a la presidencia de Emilio Saracho, sino que, por el contrario, fue la consecuencia de las políticas y estrategias erráticas implementadas por aquél que se tradujo en la crisis de liquidez como única causa de la resolución y, en consecuencia, de las pérdidas de los afectados.

En segundo término, y fundamental para entender lo que ocurrió, las cuentas de los años anteriores no estaban manipuladas, algo que no sólo demuestra KPMG con su informe, sino que el propio Santander lo ha reconocido.

En tercer lugar, si las cuentas no estaban manipuladas, ¿por qué reclamar la devolución de lo perdido en la resolución por esa vía en vez de hacerlo a quien tiene la capacidad de llegar a una solución, es decir, la entidad presidida por Ana Patricia Botín? Las responsabilidades del Caso Banco Popular no están en las cuentas sino en quiénes fueron los inductores, los cómplices necesarios, los conniventes y los beneficiarios de la operación.

2 COMENTARIOS

  1. ..
    «Las responsabilidades del Caso Banco Popular no están en las cuentas sino en quiénes fueron los inductores, los cómplices necesarios, los conniventes y los beneficiarios de la operación.»
    Totalmente de acuerdo Don Esteban!.
    El Guindaleras, el Poncito, la Cruela, el Marrancho, el de la comisión Nacional de los papelitos, la de Pucela, el del sopapo, los SEGUNDONES y terciarios en la trama; tontos útiles y necesarios de todos éstos para perpetrar el robo
    Con sus maletines llenos de inmundicia y pobredumbre moral y ética, con la complicidad de despachos de abogados y notarias corrompidas y con el arma más mortífera que existe en manos de sapratas y genocidas y que se limita a un bolígrafo o una pluma cuya tinta es la sangre de modestos trabajadores y ahorradores.
    Señor Iglesias, Señor Sanches; no entren en la historia de este País por la INACCIÓN de esta USURPACIÓN.
    A VER SI SON CREÍBLES EN LO QUE PREDICAN!!
    Señoría busquen en los paraísos fiscales las cuentas de estos indeseables, que seguro que el famoso fondo buitre que se llevó y regalaron nuestro patrimonio habrá sido el vehículo utilizado para repartir unos cuantos cientos o miles de Euros entre toda la trama organizada.

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