Tal y como informábamos en Diario16, la Asociación Independiente de Afectados del Popular integrada por 105 asociados, ha presentado una macrodemanda por enriquecimiento ilícito en la que reclaman a la entidad presidida por Ana Patricia Botín una cantidad superior a 23 millones de euros.

Los fundamentos de la demanda, a la que Diario16 ha tenido acceso, consisten primeramente en denunciar que el Banco Santander ha experimentado un enriquecimiento injusto de 6,68 euros por cada acción del Banco Popular, que quedó a cero cuando el banco presidido Ana Patricia Botín. Sin embargo, se hizo con el Popular por un simbólico y único euro en el verano de 2017, cuando el informe presentado en la Audiencia Nacional por dos inspectores del Banco de España, acreditan que el Banco Popular disponía de un patrimonio neto de 11.500 millones de euros y una capacidad para generar beneficios recurrentes anuales de 1.150 millones anuales. Por otro lado, el propio Banco Popular, en el hecho relevante comunicado a la CNMV el 11 de mayo del 2017, expresa que dispone de un patrimonio neto de 10.770 millones de euros.

Uno de los apartados analizados en la demanda es el del enriquecimiento del Santander con los activos inmobiliarios. El 31 de diciembre de 2016 el Banco Popular tenía contabilizados en este apartado 17.337 millones de euros, después de haberse depreciado contablemente en libros por un importe de 11.878, 9 millones, es decir, un total del 41 %.

Esto se corresponde con el valor de depreciación del mercado inmobiliario en España, desde la cima del mismo en el cuarto trimestre del 2007, siendo entonces el precio de metro cuadrado de 2.048 euros. En el tercer trimestre de 2016, el precio del metro cuadrado era de 1.209 euros. Por tanto, se produjo una rebaja, según TINSA, de un 41 %.

Tal y como hemos publicado en Diario16, antes del 7 de junio de 2017, día de la resolución del Popular, Banco Santander inició las negociaciones para colocar los activos inmobiliarios del Banco Popular. Para ello realizó una joint venture con el fondo buitre BlackStone y recalificó la valoración realizada por el propio banco presidido por Ana Patricia Botín de los activos inmobiliarios que el Popular disponía en balance a un valor de 10.060 millones de euros.

En consecuencia, los depreció, en un momento de tendencia alcista del mercado, en otro 24%, lo que disminuyó el importe de créditos morosos en 3.178 millones correspondientes a la recalificación del crédito inmobiliario, reclasificado a activos no corrientes en venta tras el acuerdo con BlackStone.

Al mismo tiempo, se produjo un incremento de los activos no corrientes en venta de 6.882 millones de euros a causa de la reclasificación de los activos incluidos en el acuerdo de venta alcanzado con el fondo buitre.

En este capítulo se aprecia una depreciación injustificada del 24% sobre la valoración contable de que disponía el Banco Popular y dentro de un mercado alcista. En consecuencia, se produjo, según se indica en la demanda, un enriquecimiento mínimo de 7.227 millones de euros en esta operación inmobiliaria efectuada con BlackStone.

El Santander se quedó con el 49% de dicho ladrillo. Además, según se indica en la demanda, está incrementando los precios de dichos activos en los últimos meses. Al tener el banco cántabro un 49% de Quasar, la sociedad mixta compartida con BlackStone, la parte alícuota de dicho enriquecimiento le supone al Santander, en lo referente a los activos inmobiliarios, 3.595 millones de euros.

Un año después de la resolución del Popular, Quasar obtuvo un beneficio de 1.023 millones de euros solamente con la revalorización de los activos inmobiliarios, sin efectuar ninguna venta.

1 COMENTARIO

  1. No tengo ni idea lo que el Santander a ganado,lo que puedo decir que nos han dejado sin nada a los demás ,a mí me da igual quien pague ,yo como los demás afectados quiero lo mío,lo que pase a los que nos jodido la vida me resbala

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