El Covid19 no conoce de siglas políticas ni de ideologías y hasta que haya tratamiento o vacuna contra él las únicas medidas preventivas de salud pública para evitar la propagación del virus se basan en la responsabilidad social a la hora de mantener distancias de seguridad, higiene, mascarillas, control del aire, restringir las burbujas, teletrabajar o evitar que en el transporte público haya aglomeraciones.

Sin embargo, la aceleración de la desescalada en el mes de junio para salvar la temporada de verano es la principal responsable de la situación que tenemos ahora en esta segunda ola. A esto se suma la irresponsabilidad social de un parte de la población y las presiones de determinados sectores que pretenden que se antepongan los egoístas intereses económicos a la salud de las personas. Isabel Díaz Ayuso es partidaria de esto, de priorizar la economía a la vida, porque, para ella, la ecuación es la contraria a la humanidad: sin economía no hay salud, cuando, en realidad, es al contrario, tal y como recordó Kristalina Ivanova Georgieva, presidenta del FMI.

La situación se está yendo de las manos en casi todas las comunidades autónomas y, por ello, nueve de ellas, más Melilla, reclamaron al Gobierno que decretara el estado de alarma. Sorprendió que no lo hicieran ninguna de las gobernadas por el Partido Popular. Sin embargo, la situación ha cambiado y el escenario que se está viviendo con un incremento de los contagios y de la saturación de la ocupación de los hospitales ha llevado a los líderes autonómicos del PP a pedir a Pablo Casado que apoye el decreto del estado de alarma que aprobará hoy el Gobierno, según ha publicado La Razón. Todos, menos Isabel Díaz Ayuso.  

La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha quedado sola. Tal vez se haya creído aquello de que «Madrid es España» y piense que puede ir en contra del resto del país. Tal vez se piense que el resto de las comunidades autónomas son barrios de Madrid y que ella tiene la razón en su defensa a ultranza de la economía frente a la salud. Tal vez esa sea la causa por la que ni siquiera informa a sus socios de gobierno de las medidas que va a adoptar. Tal vez sea el momento de que haya alguien que, por el bien de los madrileños y madrileñas, haga un movimiento para retirar de su despacho en la Puerta del Sol a una dirigente que llegó a presidir la Comunidad de Madrid de rebote y gracias a los votos de la ultraderecha.

Ayuso afirmó el pasado mes de septiembre que había que evitar el estado de alarma a toda costa. ¿Es que no se da cuenta la presidenta madrileña de que, en el momento actual, la única herramienta posible para salvar vidas y a la economía es el estado de alarma? Para Ayuso, el estado de alarma es el desastre económico y «hay que evitarlo por todos los medios».

Desmarcarse del resto de presidentes autonómicos, incluso de los de sus partidos, es la mejor muestra de que Ayuso está incapacitada políticamente para gobernar. En Estados Unidos, la Constitución tiene una enmienda para que el relevo inmediato de un presidente que demuestre su incapacidad. Si ese mecanismo estuviera activo en la Comunidad de Madrid, Ayuso ya estaría fuera de la Casa de Correos.

Por otro lado, las medidas adoptadas por la Comunidad de Madrid para controlar la transmisión y la movilidad nocturna son absolutamente insuficientes puesto que un toque de queda a partir de las 0.00 horas no es más que la imposición de determinados sectores empresariales y económicos para que parezca que se hace algo cuando, en realidad, no se hace nada. Cerrar a las doce deja un escenario perfecto para que se sigan realizando botellones, que algunos empresarios irresponsables aprovechen la situación para vender las bebidas a los jóvenes o les ofrezcan sus locales para que se produzcan esas reuniones ilegales.

Ahora se está quedando sola. Como no tiene la talla política mínima que se le exige a una presidenta de una comunidad autónoma, se ha enrocado en sus errores, como hacen los mediocres, y de ahí no va a salir. Sólo hace falta que haya políticos, tanto de la oposición como del gobierno, que tengan el coraje de anteponer el interés común por el personal o de partido, que actúen con la valentía necesaria para, de una vez por todas, terminar con el via crucis que están viviendo los madrileños y madrileñas con Isabel Díaz Ayuso. Elementos y herramientas hay. Ahora solo falta que alguien decida sentarse a negociar sobre cómo utilizarlas.

4 COMENTARIOS

  1. ¿Qué ofensa han hecho los madrileños y madrileñas a los dioses para que los haya castigado con semejante peste? Esta individua es la plaga de la incompetencia y del analfabetismo político. De esta C’s desaparece por sustentar a Calamidad Ayuso en la poltrona.

  2. Moine, la ofensa que han hecho los madrileños es votar a esta Sra. Así que algo de culpa tendrán los madrileños en ello. Aunque viendo las últimas presidetas que han gobernado tienen lo que se merecen.

  3. No creo oportuno que el toque de queda comience en Madrid a las 12 de la noche. Hasta esa hora, mucho personal irresponsable e insensato puede «estar haciendo de las suyas» . La ciudadania estima mas oportuno hacer como en Cataluña, que se inicie a partir de las 21 h. de cada dia, aunque tendrá sus graves inconvenientes en la hosteleria, pero redundará en el bien de la salud de los demas….

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