Ciudadanos ha recibido un golpe a su estrategia del avestruz en la Comunidad de Madrid. La dimisión de Alberto Reyero como Consejero de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad, junto a las razones expuestas para justificar su salida del gobierno de Isabel Díaz Ayuso, es un argumento suficiente como para que el partido naranja reconsidere su posición respecto a la posibilidad de aliarse con la izquierda para hacer caer a una presidenta que ha cogido el mismo camino que los independentistas catalanes, con todos los matices, en lo referente a enfrentarse al gobierno de Pedro Sánchez.

Reyero, un político anónimo hasta que salió a la luz su desacuerdo con la política de Ayuso respecto a las residencias de mayores ha tenido la suficiente capacidad de análisis político como para entender que la guerra iniciada por el ariete de Génova contra el Gobierno sólo puede tener consecuencias muy negativas para toda la ciudadanía madrileña.

Por esta razón, Reyero apeló en su carta de despedida a la unidad institucional como «el camino más acertado para vencer al virus». Además, el hecho de reconocer que esta decisión no ha sido apresurada, sino meditada, da mucha más fuerza a su dimisión, puesto que es la muestra de que ha sido producto del profundo análisis de una situación que Ayuso está llevando hacia la irreversibilidad.

Ciudadanos, el partido de Reyero, siempre se presentó ante la ciudadanía como una garantía del respeto a la institucionalidad de los organismos públicos. Ese fue siempre su argumento para posicionarse frente a los distintos populismos surgidos de las diferentes crisis económicas. Sin embargo, Ignacio Aguado, el máximo responsable de Ciudadanos en Madrid y vicepresidente de la Comunidad no ha querido o sabido dar el paso ante la situación caótica en que está Madrid por la decisión de Ayuso y de los consejeros del PP de priorizar la oposición a Pedro Sánchez, como se ordena desde la calle Génova, a gobernar para todos los madrileños y madrileñas.

Reyero ha mostrado el camino a Aguado. Su partido, que ya sufrió las consecuencias de unirse a la derecha y a los ultras en la foto de Colón con el descalabro electoral de noviembre, va camino del suicidio si se mantiene en el barco de Ayuso. Por eso la dimisión del ya exconsejero de Políticas Sociales les indica que no hay ningún inconveniente en pactar con la izquierda en una moción de censura o en romper el acuerdo de gobierno. Ciudadanos siempre se vanaglorió de llegar a acuerdos con ambos lados del ámbito ideológico y, por si a Aguado se le ha olvidado, ha funcionado cuando lo ha hecho con la izquierda.

Por todo ello, Ayuso se enfrenta a una crisis política muy grave porque va más allá de la dimisión de un consejero. Ciudadanos ya sabe el camino, ya ha habido alguien que ha dado el paso de salirse el gobierno de Ayuso. Aguado es la clave y tiene la oportunidad de demostrar a la ciudadanía que es algo más que el adlátere de Albert Rivera.

1 COMENTARIO

  1. Si el C’s sigue siendo la muleta de Ayuso, no le aseguro gran porvenir; desaparecerá en las próximas elecciones; nadie vota al sucedáneo teniendo el original.

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