Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid

El lema del Partido Popular que está utilizando en la precampaña de Madrid es «socialismo o libertad«, un remedo de lo que plantearon en las elecciones de febrero de 1936 tanto la CEDA de José María Gil-Robles y la Falange de José Antonio Primo de Rivera. Ya lo dijo Isabel Díaz Ayuso, «cuando te llaman fascista sabes que lo estás haciendo bien». Contraponer la ideología del adversario político con la libertad no es otra cosa que plantear un escenario polarizado y guerracivilista y, sin embargo, hoy ha tenido el atrevimiento, con su incontinencia verbal congénita, de afirmar que hay que luchar contra el guerracivilismo.

La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid ha emplazado a «los 110.000 jóvenes que van a votar por primera vez» a no dejarse «engañar» por la izquierda que quiere «arrastrarnos al guerracivilismo». Ayuso ha participado en el acto de apertura del XV Congreso Nacional de Nuevas Generaciones, donde ha animado a los asistentes a rechazar «proyectos de ingeniería social fuera de la realidad» que ponen en peligro la «libertad» y la «prosperidad». Debe ser que crear un paraíso fiscal o permitir que multinacionales y grandes fortunas apenas paguen impuestos es sinónimo de libertad cuando, en realidad, es un pozo de desigualdad.

«Lo que no quiero es que nadie os diga es que sois una generación cualquiera o una generación perdida. La pandemia os ha puesto mil dificultades para llevar adelante vuestra vida social, amorosa y viajera, y justo cuando la estabais estrenando. No tengáis miedo a contrastar las mentiras de los que pretendan acusaros de fanáticos o de falta de valores democráticos».

Díaz Ayuso ha cargado contra la izquierda que «divide», sea «por barrios», por «un tipo de ecologismo prefabricado» o por «un falso feminismo que representa a muy pocas mujeres» y se basa en un «colectivismo victimista». Es decir, que ha utilizado toda su artillería de negacionismo y de trumpismo, además de cargar contra quienes han criticado su estrategia de potenciar en Madrid el turismo de borrachera acusando al PSOE de lanzar una campaña feroz contra el turismo extranjero. «Si eso no es xenofobia, ¿cómo se llama?», ha preguntado.

En la película Airbag se decía la frase «No son formas, son alardes», y Ayuso, hoy, ha dado tal exhibición de ello que bien se merecería que la compusieran un chotis o un pasodoble que resonara en Las Ventas a las 7 de la tarde del 15 de mayo.

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