La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso quiere regularizar el Hospital de Emergencias, Enfermera Isabel Zendal. Y lo quiere hacer a costa del resto de los hospitales público y de titularidad pública pero que gestionan las empresas privadas.
Un centro que se concibió para una pandemia y que ha terminado siendo una estructura inútil, como poco uso y sin luz natural. Quiso se un centro de vacunación masiva y acabando como un hospital fantasma.
Ayuso quiere quitar la luz natural en los hospitales
El Zendal ha pasado de ser una de las señas de identidad del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso a ser uno de sus problemas. Tanto que han comenzado las filtraciones de como lo quiere regularizar.
Ha salido a la luz, que la Consejería de Sanidad dejar de exigir la luz natural en las habitaciones. También el número de enfermeras, para ser considerado un hospital.
Tal y como publica El País, la Consejería de Sanidad, que dirige Enrique Ruiz Escudero prepara un borrador que rebaja las exigencias que deben cumplir los centros sanitarios para dotar al Zendal de la categoría de hospital.
Se prevé derogar otra orden madrileña similar de 1986, y definir por primera vez lo que debe ser un Hospital de Emergencias, una expresión inexistente en la normativa española.
El Zendal es un contenedor de enfermos
El Zendal es un contenedor de enfermos, unos pabellones multiusos originalmente pensados para que se pudieran ingresar cientos de pacientes con coronavirus, pero que ahora no sirve para nada. Fue inaugurado por Isabel Díaz Ayuso en diciembre de 2020, cumplirá por primera vez la regulación hospitalaria madrileña gracias a una norma a medida de la populista presidenta, si las urnas no lo impiden.
EL PAÍS ha sacado a la luz las 52 páginas del borrador, que rebaja los requisitos que deben cumplir los centros sanitarios para ser considerados hospitales, entre ellos la exigencia de luz natural en las habitaciones o la reducción del número de enfermeras.
El nuevo borrador ha sido elaborado por la Dirección General de Inspección, Ordenación y Estrategia Sanitaria, cuya directora general es Elena Mantilla. Fue nombrada por Ayuso, cuando era la secretaria de Sanidad del PP en mayo, después de cargarse a Pablo Casado, y de convertirse en presidenta regional del PP.
En un correo, la señora Mantilla califica la ley de 1986 de “obsoleta”. Debe ser que los ciudadanos madrileños no nos merecemos una ventana al exterior, pro si luz azul. Una iluminación por leed que es mala para el cerebro, para la vista y para la recuperación de los pacientes.
Ayuso no puede construir una casa sin luz natural ¿Y un hospital SÍ?
Para obtener una licencia de apertura, los centros sanitarios públicos y privados en España deben cumplir con la legislación estatal y la introducida por las autonomías. El Zendal no lo cumple. La orden de 1986 exige que, a la hora de construir un hospital público o privado en la región, todas las habitaciones tengan luz natural en el área de hospitalización de pacientes. Ahora Ayuso quiere que no sea obligatorio.
También desde la privada se critica que sea considerado un hospital el Zendal. Si el Zendal perteneciera a una empresa privada, no habría obtenido la calificación de hospital
Los expertos consideran grave que se deje de exigir luz natural en las áreas de hospitalización, un requisito que tiene grandes beneficios para los pacientes. Un estudio científico de la Universidad de Michigan demostró el año pasado que la mortalidad es mayor en los pacientes que no tienen ventana.
La luz solar activa la serotonina en el cerebro
La luz solar activa la serotonina en el cerebro y mantiene a los pacientes más calmados y de mejor humor. Además, hoy en día está prohibida la construcción de vivienda con dormitorios sin luz solar.
El borrador llega en un momento clave para la sanidad madrileña. Hace dos semanas, más de 250.000 madrileños salieron a las calles por segunda vez en menos de tres meses como crítica a la gestión sanitaria de Ayuso y en apoyo a los profesionales sanitarios, que acumulan ya 12 semanas de huelga.
El consejero en una charla con militantes del PP, donde contó sus intenciones futuras, de que sea basado en enfermería en vez de médicos. explicó que ahora mismo “hay 100 pacientes internados, que alrededor de 800 madrileños acuden diariamente para vacunarse contra el coronavirus y que, de cara al futuro, y para después de las elecciones, será un centro de innovación y de simulación”,
“El Zendal continúa con actividad, pero es verdad que menos que en la pandemia. La vida sigue, pero no tenga duda de que tendrá quirófanos y un plan funcional que se va a cumplir”, anunció.
Una inversión de 189 millones de euros
El proyecto estrella de Ayuso lleva consumidos ya más de 189 millones de euros. La infraestructura no se ha convertido solo en punto de referencia para la vacunación. La sala de prensa costó 369.759,83 euros, según consta en el portal de contratación. La sala de crisis, 323.958,14. Unos gastos decididos a dedo que incluyen 40.000 euros en un muro de pantallas, 4.540 en una mesa o 1.197 en tres banderas, etc. Todo un despropósito que los madrileños y madrileñas tenemos la oportunidad de revertir el próximo 28 de mayo.
