La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha vuelto a desmarcar este lunes del Partido Popular, al anunciar un nuevo Plan de Fertilidad en Red, que incluirá a mujeres de hasta 45 años y a las que ya tengan un hijo. Es decir, lo contrario a lo defendido por el PP durante el gobierno de Mariano Rajoy.
La mujer de rojo
La lideresa madrileña ha realizado un nuevo intento para saltar sobre las huestes de Pablo Casado en Génova. Vestida de un rojo intenso, como si fuera ataviada con los colores de la bandera autonómica, ha entrado acompañada del presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, a pocas semanas de las elecciones autonómicas en esa comunidad. Mientras eso ocurría, el presidente del PP permanece confinado y haciendo declaraciones por plasma.
Listas de espera sanitarias desbordadas
En el año 2019, en la Comunidad de Madrid, existía una demora de un año y medio para acceder a el servicio de fertilidad. Pero, además, por aquellas fechas, la Consejería estaba contratando embriólogos y ginecólogos para potenciar sus unidades. En la actualidad estamos en plena sexta ola, con los centros de Atención Primaria colapsados, las enfermeras y enfermeros saturados y al borde de la desesperación.
Las listas de espera para patología graves o menos graves han crecido un 35%, con más de 800.000 ciudadanos de la Comunidad que llegan a esperar hasta seis meses a que les llamen, incluso para la primera consulta.
Escasez de médicos, y enfermeras
Pero quizás lo más grave de todo es la escasez de médicos, y enfermeras, también de ginecólogos. ¿Cómo va ha poner en marcha estas medidas, si la sanidad pública madrileña es un caos? La solución estará en la derivación a la privada, en la privatización encubierta.
Asalto a la calle Génova
Durante un desayuno informativo en el Hotel Ritz, organizado por Nueva Economía Fórum, Ayuso ha señalado que esta medida es una de las 80 que se incluyen dentro del “plan de impulso a la natalidad, la familia y la conciliación de España”, que presentará el próximo 26 de enero. Ha anunciado una inversión de 4.500 millones de euros a cinco años y “cuyo principal objetivo es hacer frente al reto demográfico”.
El plan incluye la medida ya puesta en marcha desde el pasado 1 de enero de una ayuda de 500 euros al mes por bebé para las madres menores de 30 años con una renta no superior a los 30.000 euros.
Un cheque excluyente
Esta ayuda la pueden solicitar las madres menores de 30 años que acrediten haber estado empadronadas en la Comunidad de Madrid durante los últimos diez años. Con lo que se excluyen a la mayoría de las posible beneficiarias y que residan en la región. Las mujeres que opten a esta ayuda no podrán superar los 30.000 euros anuales de renta en tributación individual, o 36.200 en el caso de tributación conjunta para toda la unidad familiar.
También ha anunciado una ampliación de deducciones de hasta 2.100 euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por nacimiento o adopción de hijos a lo largo de tres años y de la tarifa plana para las mujeres autónomas que se reincorporan a su actividad tras la maternidad. Después ha matizado que será una de las peticiones al Gobierno central, que es quien tiene las competencias de la Seguridad Social.
Mayores de 45 años
Las mujeres que logren quedarse embarazadas a partir de los 45 años tendrán difícil reincorporarse a su puesto de trabajo con casi 50 años. En la actualidad una mujer de más de 45 años y no digamos con 50, es discriminada y excluida en la búsqueda de empleo.
El Plan de Fertilidad “permitirá a cada persona elegir el centro entre los siete disponibles en la actualidad, con una única lista de espera compartida entre todos ellos”.
Estos centros son: Doce de Octubre, Gregorio Marañón, La Paz, Príncipe de Asturias, Clínico San Carlos, Fundación Alcorcón y Fundación Jiménez Díaz.
Se incrementará el límite de edad de la mujer solicitante hasta los 45 años y también podrán acceder a los tratamientos aquellas que ya tienen un hijo, ampliándose a cuatro los intentos completos por mujer. Además, se crearán dos unidades de reproducción asistida y se reactivarán las existentes.
La presidenta autonómica ha detallado que también arrancará el Banco Madrileño de Ovocitos.
El Plan aspira a una mayor flexibilización de la jornada laboral, incentivos fiscales por adquisición o alquiler de vivienda y accesos prioritarios al Plan VIVE. Se continuarán con facilidades para la Educación Infantil de Primer Ciclo (0- 3 años), con novedades en el conocido como cheque educativo. Todo muy bonito sobre el papel, pero muy difícil de llevar a la práctica, como han denunciado los sindicatos UGT Madrid y CCOO Madrid.
Las competencias de muchas de estas medidas son del Gobierno de España
Ayuso ha solicitado “la implicación del Gobierno de la Nación, que es quien tiene amplias competencias, para afrontar el invierno demográfico en España, puesto que muchas de las medidas en materia de conciliación tienen que ver con el diálogo con las empresas”.
El Gobierno madrileño solicitará la reducción de al menos, el 50% de la cuota empresarial de la Seguridad Social de los trabajadores que se incorporen tras el periodo de descanso por maternidad o paternidad, por un año de duración, complementaria a la bonificación actual del 100% de la cuota que ya se aplica durante este periodo.
Peticiones al Gobierno central
También pedirán al Ejecutivo central incentivos fiscales para las empresas que flexibilicen sus horarios a los padres con hijos menores de 10 años, “especialmente para los más pequeños, pues necesitan más cuidados pediátricos y atención directa”. Y todo ello mientras los centros de salud carecen de pediatras que les atiendan y mientras los Servicios de Urgencias de Atención Primaria, (SUAP), permanecen cerrados, derivando a los menores a los urgencias hospitalarias.
Ya son varias las manifestaciones de madres y padres en los centros de salud por la falta de pediatras en Madrid: “Mi hijo está malo y no puedo solucionar nada, y termino con ansiedad”, así no se puede seguir.
Y mientras esto ocurre, Ayuso saca su artillería pesada y lanza billetes por las ventanas del hotel Ritz, eso sí, vestida completamente de rojo.
