La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está dispuesta a destituir a cualquiera que haya formado parte de la gestión de la crisis de las residencias de mayores de la región, con tal de ignorar su propia responsabilidad ante las 6.444 muertes, de las cuales más de 5.000 fueron por coronavirus o con síntomas compatibles con la enfermedad.

Ahora dice Ayuso que solo cerrando estos centros se podría haber evitado esta alta cifra de fallecidos. “La única solución para que esto no hubiera ocurrido era que, del mismo modo que decreté el cierre el 6 de marzo de los centros de día, debía haber cerrado directamente todas las residencias desde finales de enero”.

Las declaraciones de la presidenta madrileña abren una brecha en su Gobierno de coalición con Ciudadanos. Su consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, y el vicepresidente del Gobierno, Ignacio Aguado, ambos de Cs, ya mostraron su desacuerdo con las decisiones de la presidenta, ya que “no se habían medicalizado estos centros pese a que se anunció el 12 de marzo”. Ayuso se mostró “sorprendida” ante estas declaraciones.

“Yo no quiero mirar hacia otro lado”, ha dicho este domingo Isabel Díaz Ayuso, que no descarta el cese de consejeros y directivos cuando se venza a la pandemia y se analice qué ha ocurrido en los centros regionales para personas mayores, con discapacidad, o con enfermedad mental, donde murieron más de 1.000 residentes solo en la última semana.

Para Eva López Simón, secretaria de políticas sociales y sector público de UGT Madrid, en conversación con Diario16, “la presidenta de la Comunidad de Madrid, sí miro para otro lado al nombrar al ideólogo de la privatización de la sanidad madrileña, Antonio Burgueño, como asesor externo frente al coronavirus en Madrid”.

Antonio Burgueño fue director general cuando se planteó el proyecto de externalización de seis hospitales de la Comunidad de Madrid durante la etapa del ahora consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, al frente de la cartera de Sanidad, cuando era presidenta Esperanza Aguirre.

Eva López Simón también recuerda el segundo gran fichaje Ayuso, “la hija de Burgueño, Encarnación Burgueño, a la que se nombra a coordinar la respuesta a la grave situación que sufren por el coronavirus las residencias geriátricas”, una persona “sin ninguna experiencia relevante en el sector y cuyo trabajo ha provocado malestar entre profesionales de la red pública, y que se ha canalizado mediante una supuesta empresa llamada Cardio Líder, que en realidad es una mera marca utilizada para la comercialización de desfibriladores.

Para la responsable de Políticas Sociales de UGT Madrid, con este nombramiento, Ayuso “está jugando con la vida de muchas personas”. Las más de 5.000 muertes en residencias geriátricas madrileñas, representan más del 24% de lo total de los 20.453, fallecidos en toda España por el Covid-19.

La presidenta madrileña, Isabel Natividad Díaz Ayuso, retiró a Ciudadanos la gestión de las residencias de mayores, una de las competencias clave en la gestión de la crisis del coronavirus, el pasado 26 de marzo, para integrarlas en la Consejería de Sanidad, que dirige Enrique Ruíz Escudero, del Partido Popular.

Las discrepancias de Ayuso con sus socios de Gobierno trascienden lo privado y se hacen públicas al afirmar que “si se demuestra que ha habido por parte de directivos de residencias de mayores o de miembros de la Administración regional dejación clara de funciones o negligencia, evidentemente, se pedirán responsabilidades”.

Ayuso ha continuado su discurso, negando toda responsabilidad, lanzando un dardo envenenado contra su vicepresidente, Ignacio Aguado y contra el consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, ambos de Ciudadanos, “y sobre los consejeros sobre los que tengo responsabilidad y decisión de nombramiento y cese, si tengo la certeza o seguridad de que ha habido negligencia, dejación de funciones, falta de interés o errores evidentes, no tengo ningún problema en pedir responsabilidades”.

Para Eva López Simón “en la Consejería de Políticas Sociales hay profesionales con sobrada experiencia para poder dirigir esta crisis en las Residencias de Mayores, lo que no tiene ningún sentido es poner al frente de un crisis sanitaria de esta envergadura a una persona que no tiene ninguna experiencia”.

3 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre