Durante las últimas semanas, mientras el mundo tiene sus miradas en Ucrania o en Taiwán, se está produciendo una escalada de la tensión en los países subsaharianos, sobre todo el área francófona. Tras el golpe de Estado en Burkina Faso, el fracaso de otro asalto al poder en Níger y los disturbios en Congo o Chad, hoy se ha conocido la orden de expulsión del embajador de Francia de Malí.
La junta militar que gobierna el país africano comunicó al representante diplomático francés que debía abandonar Malí en un plazo de 72 horas. Las autoridades malienses han justificado esta decisión por las recientes declaraciones «hostiles» de funcionarios franceses contra ellos. Esto supone un incremento de la tensión existente entre Bamako y París.
Según un comunicado de la junta militar, «el Gobierno de la República de Malí informa a la opinión nacional e internacional que hoy […] el embajador francés en Bamako, Su Excelencia Joël Meyer, fue convocado por el Ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional (y) que ha sido notificado de la decisión del gobierno de abandonar el territorio nacional en un plazo de 72 horas«.
Las autoridades malienses justificaron su decisión por los «comentarios hostiles e indignados del ministro francés para Europa y Asuntos Exteriores hechos recientemente» y «la recurrencia de tales comentarios de las autoridades francesas hacia las autoridades malienses a pesar de las protestas repetidamente altas».
Críticas de París a las autoridades de transición
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Malí ha anunciado al mismo tiempo en Twitter que había convocado al embajador francés para que diese una explicación respecto de las críticas de París a las autoridades de transición.
La ministra de las Fuerzas Armadas francesas, Florence Parly, afirmó el 25 de enero que la junta estaba multiplicando las «provocaciones». Por otro lado, el ministro de Asuntos Exteriores Jean-Yves Le Drian describió a la junta como «ilegítima» y sus decisiones «irresponsables» dos días después, después de que las autoridades malienses presionaran a Dinamarca para que retirara su contingente de fuerzas especiales.
El ministro de Relaciones Exteriores de Malí, Abdoulaye Diop, por su parte, advirtió el viernes que su país no excluía «nada» en sus relaciones con Francia.
Esta convocatoria marca un mayor endurecimiento de las tensiones entre Malí y Francia, la antigua potencia colonial comprometida militarmente en Malí y el Sahel desde 2013. Las relaciones han seguido deteriorándose desde que los coroneles asumieron por la fuerza el liderazgo de este país sumido desde 2012 en una profunda crisis política y de seguridad desde 2012.
