La operación para colocar a Juan Guaidó en el poder de Venezuela fue minuciosamente preparada durante semanas de diplomacia en la sombra en la que no faltaron “mensajes cifrados” entre los opositores al régimen de Nicolás Maduro. El plan se completó con viajes de “alto riesgo” de Guaidó por varios países “aliados” para recabar apoyos, según publica Associated Press (AP) citando fuentes confidenciales próximas a la oposición venezolana. Las informaciones que baraja esta agencia de noticias apuntan a que la gira de Guaidó se realizó en diciembre de 2018 y llevó al líder opositor hasta Estados Unidos, Colombia y Brasil. Los tres gobiernos le garantizaron el “reconocimiento inmediato” en el caso de que finalmente decidiera dar el paso adelante y pronunciarse, como así ha sido.
En su serie de viajes secretos, Guaidó puso al corriente a altos funcionarios de Washington, Colombia y Brasil sobre la estrategia que pensaba seguir en su plan contra Maduro: manifestaciones masivas, presión en las calles y un acto final multitudinario en Caracas. Efectivamente, el punto álgido fue la autoproclamación del pasado 23 de enero, donde decidió asumir las atribuciones como jefe del Estado en aplicación del artículo 233 de la Constitución Nacional venezolana.
Associated Press informa de que para salir de Venezuela Guaidó “se escabulló a través de la frontera con Colombia”, evitando así a la policía de inmigración, que mantiene un férreo control en los aeropuertos. Desde hace años, salir del país es misión casi imposible hasta para políticos con buenas relaciones en el extranjero como el líder opositor.
Pero había un inconveniente: poner en contacto a los líderes opositores y llegar a un acuerdo con ellos. Desde hace tiempo, la oposición a Maduro en el interior del país está fragmentada y dividida tras años de lucha de egos y estrategias diferentes. De hecho, “esta es la primera vez en al menos cinco años que la oposición ha demostrado su capacidad para unirse de alguna manera significativa”, afirma un funcionario canadiense de alto rango que prefiere ocultar su identidad, según Associated Press. Además, la fuerte represión gubernamental que ha enviado al exilio a varios “líderes prominentes” y la presión de las agencias de inteligencia que informan constantemente al Gobierno de Maduro sobre los movimientos de los cabecillas opositores hacían imposible las reuniones cara a cara entre ellos y los contactos con emisarios de otros países.
Fue así como los colaboradores de Guaidó decidieron comunicarse a través de mensajes de texto cifrados, que “se convirtieron en la norma” en los días previos a la autoproclamación. Según AP, un alto funcionario estadounidense asegura que los intermediarios están acostumbrados a enviar mensajes a los círculos más próximos a Guaidó y a Leopoldo López, que se encuentra bajo arresto domiciliario tras haber fracasado en su intento de liderar un levantamiento masivo contra Maduro en 2014.
La red estaba tejida pero el plan secreto para acabar con Maduro no hubiese sido posible sin el apoyo fuerte y decidido de la Administración Trump, que consiguió la promesa de diversos gobiernos latinoamericanos, principalmente Colombia y Brasil, para que reconociesen de inmediato a Guaidó nada más producirse su autoproclamación. De hecho, el magnate norteamericano ya había avisado en agosto de 2017, desde los escalones de su opulento club de golf de Nueva Jersey, de que tenía a Maduro en el punto de mira e incluso había una “opción militar” sobre la mesa para afrontar la crisis caribeña. En las semanas siguientes, Trump condenó enérgicamente el régimen chavista y aumentó la presión sobre la ONU para que tomara medidas contra Caracas. Maduro era el nuevo enemigo público de los norteamericanos, el penúltimo representante del Eje del Mal, en este caso en Latinoamérica.
A partir de ese momento, los países con gobiernos conservadores de la región supieron que o estaban con Trump en su intento de derrocar a Maduro o estaban contra él. Durante años, la Casa Blanca había hecho “la vista gorda” ante el problema venezolano −Barack Obama nunca se atrevió a dar el paso definitivo−, pero esta vez la cosa iba en serio. Una intervención militar en el país entrañaba peligrosas implicaciones para la seguridad nacional de los Estados Unidos, así que la conspiración de Guaidó era una buena forma de empezar a barrer el patio trasero.
Todos los países de la zona tomaron posiciones ante la conjura contra Maduro que se estaba preparando. Canadá, Perú, Ecuador, Colombia, Brasil, Guatemala, Argentina, Costa Rica, Paraguay, Chile y la OEA respaldarían a Guaidó un minuto después de su osado golpe. Un claro ejemplo de las maniobras en la sombra fue México, que mientras renegociaba el Tratado de Libre Comercio con América del Norte adoptó una postura más agresiva contra el régimen bolivariano de Caracas. Colombia y Brasil no necesitaron de las promesas económicas de Trump para sumarse a la cruzada de Washington: el primero por su tradicional conflicto fronterizo con Venezuela; el segundo porque la lucha contra el comunismo está en el ADN de Jair Bolsonaro, un imperialista convencido.
Fernando Cutz, exasesor para América Latina de la Casa Blanca y hoy analista de Cohen Group –una prestigiosa consultora de Washington−, asegura que los movimientos en la sombra de Trump para lograr una coalición internacional de amplio espectro dieron resultado: “Literalmente, en cada interacción que ha tenido Trump con los líderes latinoamericanos desde que asumió el cargo menciona a Venezuela. Eso ha forzado muchas manos”, asegura.
El 4 de enero, un día antes de que Guaidó asumiera la presidencia de la Asamblea Nacional, los ministros de relaciones exteriores de 13 naciones del Grupo de Lima –organización formada por representantes de 14 países con el objetivo de dar seguimiento y buscar una salida pacífica a la situación de Venezuela–, advirtieron de que no reconocerían un segundo mandato de Maduro. Aquello provocó una ola de excitación en la Casa Blanca. Las intensas gestiones de meses habían dado sus frutos.
El siguiente paso en el supuesto de que Maduro decida aferrarse al poder también está previsto: una intervención militar. En una reciente rueda de prensa, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, sostenía un cuaderno en su mano derecha en el que sobresalía el siguiente apunte: “5.000 soldados a Colombia”. El mismo Bolton reiteró que “todas las opciones” están sobre la mesa. Ya no cabe la menor duda: Estados Unidos ha dado la orden de que empiece la caza del hombre.
que se vaya Maduro es una buena idea, pero el problema de Venezuela es la corrupción, la falta de políticos de verdad, la ausencia de ideales, la carencia de empatía y por sobre todo la pésima influencia de los estados unidos
https://iberomagazine.com/2018/10/11/cuando-nacionalismo-es-fascismo/
Para empezar , yo soy anticomunista.Pero lo que està claro es que este sujeto llamado Guaidò, es un autèntico mangante . este es el alumno aventajado de un preseidente socialista que tuvo venezuela, llamado Carlos andrès Pèrez, que resulto ser el mayor corrupto de sudamèrica de todos los tiempos. Por cierto amiguìsimo de Felipe gonzalez. Este sujeto asesinò a màs de 3000 ciudadanos indefensos, que se manifestaban contra su corrupciòn. este sujeto era un golpista disfrazado. LLegò a ser presidente de la internacional socialista. Con maduro estaràn mal, pero como gobierne este aprendiz de tirano, los venezolanos van dados. Los venezolanos tendrìan que repaSAR un poco su historia, y no dejarse llevar por iluminados , eso si sin uniforme militar, con traje y corbata de Armani. Y yo me pregunto ¿Y si maduro convoca elecciones y las gana, que pasaria?, Pues muy claro, intervenciòn de EEUU, y de rrocamiento, como con Irak, con el beneplàcito de gobiernos tìteres conmo el español, Luego nos avergonzamos de la foto d elas azores, con aquellos tres golfos, pues tenemos proxina otra foto Azores II. tiempo al tiempo.Y reitero soy anti maduro, pero lo que les viene puede ser inmensamente peor.
NO SE SABE DE QUE VA TRUMP
por un lado queria acabar con el viejo dolar fraudulento y sin valor real ,su deseo era
quebrar la reserva federal ,y empezar el reseteo con un nuevo dolar basado en el patron oro.
y ahora parece que de repente lucha pàra revivir los antiguos petrodolares americanos que no tienen ningun futuro atacando a venezuela y de forma indirecta a china .esta traicionando a Q y a los acuerdos gesara y nesara que parecia que estaba siguiendo.
haciendo lo que hace solo consigue alargar la agonia del dolar .no es mejor acabar con el dolar fiduciario que no vale nada llevarlo a la banca rota de una puñetera vez y empezar de nuevo.es inevitable que lo haga para que aumentar el sufrimiento inutil .o acaso las reservas de oro de
america en fort nox no son lo que dicen que son.por otro lado gran bretaña esta congelando las reservas de oro de venezuela que tiene guardadas y no las suelta ni las devuelve .
guaido es un impresentable.
si se cambia algo en venezuela tiene que ser para mejor no para peor
el autentico cambio positivo se ha producido en mexico con obrador es el ejemplo a seguir
CON MADURO MAL. PERO OJO CON EL QUE VIENE, ES UN TITERE DE eeuu, QUE SOLO QUIERE ENRIQUECERSE EL Y SUS ACOLITOS. ESTE VIENE A LLEVARSE LO POCO QUE DEJE MADURO.SOLOHAY QUE INVESTIGAR UN POCO SU PASADO
Jo creo que Europa haría bien en dejar, cuanto antes mejor el dolar pirata y criminal que crea guerras y hambre por donde pasa. El dolar en manos de trump es un arma de destrucción masiva. Dejar de comerciar con, el muy criminal dolar. Más pronto que tarde, nos tocara a nosotros, bañarnos con la sangre que provoca este invento del demonio.
a lo mejor Q y los sombreros blancos del pentagono tienen que retirar su apoyo a trump como no rectifique ,se esta saliendo del plan establecido.
vamos a tener que esperar al discurso emblematico de trump
Trump acepta la invitación de Pelosi para el discurso del Estado de la Unión
sera el 5 de febrero en ese dia sabremos realmente que piensa trump y que esta pasando .
va a ser un dia crucial para aclarar la situacion, alli presentara sus objetivos de forma clara
y veremos adonde se dirige.
por cierto pelosi le ha dado un baño a trump el no esperaba tanta resistencia de ella a su politica.
le faltan muchas tablas a trump todavia