Vox es un partido negacionista de corte feudal que funciona al margen de la razón y de la ciencia. La última la ha montado en Castilla y León, donde hace las veces de muleta del Partido Popular. Allí el presidente Mañueco, sin duda presionado por Gallardo Frings, ha emitido una resolución que permite relajar los controles contra la tuberculosis bovina. La conclusión: reses enfermas que pueden terminar en el mercado, poniendo en peligro la salud pública.
La Justicia ha reaccionado ante semejante barbaridad y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha acordado una medida cautelar que paraliza la normativa. Entienden los jueces que la Junta está de acuerdo con suspender su propia norma al no presentar ningún recurso, según indica el auto que ya circula por las agencias de noticias. Además, la pasada semana el Gobierno central limitó el movimiento del ganado de este territorio “para evitar poner en riesgo el nivel sanitario de la cabaña ganadera española”, según informa El País. Y los técnicos de la propia Junta se pronunciaron en contra de vender carne de animales enfermos. Es decir, los funcionarios expertos han mostrado su rechazo, al igual que el ministerio y los tribunales.
Sin embargo, el asunto ha traído cola social. En Salamanca, un grupo de ganaderos intentó asaltar, por las bravas, la delegación de la Junta de Castilla y León en protesta contra la situación, es decir, en protesta contra las mentiras de Vox, según publica la prensa regional. En el altercado hubo heridos y enfrentamientos con la Policía, demostrándose que las delirantes teorías del nuevo fascismo posmoderno hacen que la sangre corra. “A esto se llega desde el 15 de mayo, tras las falsas promesas de la ultraderecha. Ese día, en plena campaña electoral, Vox aprueba una medida que incumple la normativa española y la europea: rebaja en Castilla y León los controles sobre el ganado con tuberculosis porque consideraba arbitrarios los controles sanitarios”, publica la Cadena Ser.
“Vamos a a seguir defendiendo a nuestros ganaderos frente a las imposiciones arbitrarias que les ahogan”, asegura en un vídeo el vicepresidente castellanoleonés Juan García-Gallardo, que añade incluso que la Unión Europea iba a cambiar la legislación, como pedía Vox, para establecer menos controles contra la tuberculosis. El tema no es para tomárselo a broma. En 2021, fallecieron a causa de esa enfermedad 1,6 millones de personas en todo el mundo y enfermaron 10 millones. La tuberculosis se transmite de animales a humanos con facilidad y la UE no solo no piensa en relajar esos controles, sino que se plantea endurecerlos.
En esta ocasión, el varapalo a las políticas descerebradas de la extrema derecha viene tras las elecciones. En Castilla y León se está creando un caldo de cultivo muy peligroso: los graves incendios forestales que arrasan la región sin que a los ultras parezca importarles, el protocolo antiabortista en los hospitales y ahora el espinoso asunto de la carne en mal estado han generado un clima realmente distópico. El problema de la tuberculosis bovina explotó hace unas semanas. El 29 de mayo, el Ministerio de Sanidad dictó una orden para inmovilizar las redes. De esta manera, las provincias castellanas afectadas no podían vender vacas fuera de su territorio. Lógicamente, tal como suelen hacer PP y Vox, la Junta se declaró insumisa con la medida.
Al final, ha sido la Justicia la que ha tomado cartas en el asunto. Pero el auto de medidas cautelares ha encendido los ánimos de los ganaderos, que ahora piden cesar a los responsables del departamento de ganadería y que se levanten las restricciones. El asalto a la sede de la Junta es síntoma del ambiente político que ha instalado Vox en España. Como han promocionado la acracia de derechas, el todo vale, cuando la Administración dicta una medida, reforma o normativa, el votante voxista, que hace ley de su santa voluntad, toma por la fuerza el poder. Ya ocurrió en Estados Unidos, donde los trumpistas arrasaron el Capitolio. Y empieza a ocurrir también en España. Tan espeluznante como cierto.
Se imaginan, futuro Gobierno Nacional con Vox ,espeluznante, espero que los españoles tengan 2 dedos de frente.
Y no han sido detenidos los precursores y acusados de sedición, golpe de estado y malversación de fondos públicos
Cómo siempre la justicia tiene código postal
En Catalunya por menos hay quien pasó cuatro años en la cárcel
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Menuda panda de hijodeputas carcel para todos apañados vamos como estos perros del pp más vox cojan el poder