Ayer arrancó en la isla canaria de La Gomera, en la localidad de San Sebastián de La Gomera, la prueba piloto de la Aplicación ‘Radar Covid’, de rastreo de contagios del coronavirus que simula una pandemia en una de las zonas de España menos castigadas por la COVID-19, como es la isla canaria. El objetivo del ensayo es servir para valorar como funciona. Estará basada en el sistema de Apple y Google.
Se considera que la muestra sería representativa si 3.000 personas se descargan la aplicación. Una vez alcanza esa cifra, la idea es introducir unos 300 contagiados simulados, el 10% del total. De esta manera, se podrá poner a prueba su experiencia de uso para validar que es comprensible y manejable para la ciudadanía.
Se comprobará su funcionamiento a través de identificadores ficticios, con positivos y negativos generados, de forma que se pueda comprobar cómo funciona el sistema de notificaciones ajustando su umbral operativo para evitar que haya distorsiones en un futuro escenario real.
La herramienta ha sido puesta en marcha
por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de
la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, y en
coordinación con el Servicio Canario de la Salud.
La decisión sobre si después se implantará en el resto de España se
adoptará una vez concluida y evaluada la prueba piloto. La última palabra
la tendrán las comunidades autónomas, puesto que el objetivo final es integrar
la aplicación en los diferentes sistemas sanitarios que dependen de cada una de
ellas.
En tres fases
El proceso tendrá tres fases: arranque, desde este lunes con una
campaña de comunicación, sensibilización y formación a escala local; monitorización, a partir del 6 de
julio con simulación de contagios y seguimiento; y post-piloto, a partir del 20 de
julio.
En la fase inicial, la de arranque,
se desplegará la campaña a través de medios de comunicación e
instituciones. Esta alcanzará también a navieras y aerolíneas que operan
entre islas, para llegar a la población foránea que se desplace a ella.
Asimismo, se contempla la formación de promotores, tanto presenciales como telefónicos, que se encargarán de captar y asistir en la instalación de la aplicación a quienes lo soliciten. Los voluntarios iniciales recibirán correos informativos en el que se les explicará cómo funciona el piloto.
En la fase intermedia, la de monitorización, se procederá a la introducción de positivos simulados. A partir de un positivo inicial, se simularán tres oleadas consecutivas durante los días 10, 13 y 17 de julio.
La última fase, la denominada «post-piloto», se llevará a cabo a partir del 20 de julio, y su principal misión será medir cuántas personas han descargado finalmente la aplicación y cuántos de ellos la mantuvieron después activa.
Datos anónimos
La prueba es un proyecto tecnológico y social basado en la colaboración ciudadana. Funcionará tanto en el sistema operativo Android como en iOS, y se basará en la tecnología Bluetooth, que permitirá que dos usuarios intercambien datos de manera anónima, mediante sus teléfonos móviles, cuando estén a menos de dos metros de distancia durante al menos quince minutos.
Los terminales captarán un código encriptado, una identificación efímera que cambia constantemente. En caso de que uno de los dos usuarios dé positivo por coronavirus con posterioridad, tiene la posibilidad de introducir el resultado en su aplicación y esta informará siempre de forma anónima a las personas con las que haya tenido contacto.
La aplicación empleará el protocolo DP-3T (Rastreo de Proximidad Descentralizado para preservar la privacidad), que está integrado con el sistema de Apple y Google y en principio es el más garante con los derechos de los usuarios.