La Agencia para el Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ha aprobado la autorización para comercializar la que será la primera prueba casera de COVID-19.
Un test rapido que da resultados fiables en 30 minutos. Una prueba que podrá adquirirse con prescripción médica y realizarse en casa, facilitando así a los usuarios toda la gestión para conocer su estado de salud.
De hecho, es una manera muy positiva de comprobación ya que, de dar positivo, se puede permanecer directamente en casa, y el hecho de que el test se lo haga uno mismo, implica no poner en riesgo al personal sanitario.