La sanidad pública andaluza funciona con el gobierno de las dos derechas y de la ultraderecha —Vox no está en el gobierno, pero es quien realmente decide lo que hay que hacer— «peor que con Susana Díaz». Así lo han indicado en una manifestación celebrada en Sevilla en el día de ayer y en la que se congregaron más de 20.000 personas.

La marcha fue convocada por Justicia por la Sanidad, la asociación fundada por Jesús Candel, Spiriman, una de las personas que fue un azote contra la ex presidenta andaluza precisamente por las condiciones de la sanidad pública en Andalucía. Los organizadores han calificado, por ejemplo, al consejero de Sanidad, Jesús Aguirre y a todo su equipo como «los hombres de Paco» quienes, para Spiriman, son «incompetentes e inútiles» porque no saben manejar, entre otras cosas, las listas de espera ni tratar a los profesionales sanitarios. Además, se ha criticado duramente que se esté despilfarrando el dinero público en planes de choque que no funcionan.

Andalucía ya conoce las consecuencias de tener a las derechas en el poder. Otras comunidades autónomas ya lo han sufrido como, por ejemplo, la Comunidad de Madrid, donde las políticas de privatización o de gestión privada de los centros sanitarios ha provocado una reducción en el número de camas hospitalarias, un incremento de la listas de espera —tanto ambulatoria como quirúrgica—, la reducción en casi un 10% del gasto sanitario per cápita.

El tratamiento de la sanidad pública por parte de las derechas tiene como único fin la expulsión de la ciudadanía de lo público para que contraten pólizas privadas. En Madrid, por ejemplo, el número de ciudadanos y ciudadanas que disponen de un seguro médico privado está cercano al 40% mientras la media nacional está en un 19%.

Por otro lado, la reducción presupuestaria en sanidad que lleva aparejado un gobierno de las derechas tiene como consecuencia una reducción de personal que, evidentemente, incide tanto en las listas de espera como en la calidad de atención a los pacientes.

Por tanto, el gobierno de Juanma Moreno Bonilla aún tiene mucho camino por recorrer antes de igualar el destrozo sanitario que se ha hecho en Madrid o Valencia pero, tiempo andando, el PP y Ciudadanos son capaces de eso y mucho más. Ya han conseguido, aunque parezca imposible, que los andaluces miren con nostalgia la sanidad que dejó Susana Díaz.

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