Los hechos del Banco Santander demuestran que, en lo referido a la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, van en contra de la Agenda 2030. Esto se demuestra en las financiaciones e inversiones multimillonarias en las empresas y sectores que están destrozando el planeta.
Sin embargo, Vox no lo ve así. El partido de ultraderecha ha lanzado una campaña en contra de la Agenda 2030 y ha presentado un remedo de contraprogramación de la misma a la que, con toda la originalidad del mundo (valga el sarcasmo), han denominado «Agenda España».
Según la formación ultra liderada por Santiago Abascal, «los españoles tienen el deber de elegir el futuro que quieren para España: una España dividida y derrotada o una España en pie, unida y próspera, con su agenda propia. Por ello, frente a la Agenda 2030, que ha abrazado todo el arco parlamentario y que pretenden imponer en nuestra sociedad, la Agenda España […] una agenda creada para españoles de todas las condiciones, profesiones y regiones de España».
En su campaña para presentar esta Agenda España, Vox ha incluido como elemento, entre otros, a Pedro Sánchez, Irene Montero, Gabriel Rufián o Greta Thunberg en una serie de montajes fotográficos bajo el hashtag #ParemosSuAgenda y con el lema «Él/Ella ya tiene su agenda»
Sin embargo, lo que más sorprende es que en ese elenco de personalidades a las que Vox señala como «globalistas» o favorables a la Agenda 2030 de la ONU, han incluido a Ana Patricia Botín. Esto demuestra una ignorancia absoluta respecto a lo que representan tanto la presidenta del Santander como el propio grupo bancario en el mundo.
Poner al mismo nivel o dar la misma categoría a Ana Patricia Botín y a Greta Thunberg es un insulto a la inteligencia, además de un desprestigio absoluto a la joven activista sueca porque los hechos demuestran que, por muchos publirreportajes que le hagan a la presidenta del Santander paseando entre los glaciares derretidos de Groenlandia, la realidad es que la entidad cántabra es una de las máximas responsables del cambio climático por la financiación y la inversión en los sectores y empresas más contaminantes del planeta.
Vox comete un error porque, en realidad, el Santander, por sus hechos, es tan negacionista del cambio climático como toda la extrema derecha mundial. Por muchas campañas de bonos verdes, de sostenibilidad, de plantar árboles, etc., la realidad es que el banco cántabro sigue invirtiendo y financiando proyectos de carbón, de extracción de petróleo en zonas protegidas o que utilizan los sistemas más dañinos para el planeta como, por ejemplo, la extracción del crudo en tierras bituminosas.
Un reciente informe de Reclaim Finance demuestra cómo el Santander está entre los principales bancos que financian proyectos de extracción de petróleo en el Ártico.
Diario16 ha tenido acceso a dicho informe y las conclusiones son devastadoras, sobre todo para la imagen verde del Santander. Mientras Ana Patricia Botín realizaba su publirreportaje en Groenlandia junto al aventurero Jesús Calleja, la entidad cántabra financiaba proyectos de Shell, Repsol y Total Energies en el Ártico por valor de 3.800 millones de dólares, según se señala en el documento.
En ese programa de televisión, Ana Patricia Botín alardeó de ecologista y activista del cambio climático delante de los icebergs de Groenlandia, pero ocultó que financia empresas generadoras de gases de efecto invernadero y humo negro que causan la lluvia ácida y el cambio climático. El mejor ejemplo de esa hipocresía está en los proyectos que revela el informe de Reclaim Finance en el Ártico o la financiación de extracciones petrolíferas en tierras bituminosas, el sistema más dañino para el medio ambiente que existe.
El informe detalla 314.000 millones en préstamos y suscripción de bancos comerciales a las empresas expansionistas del petróleo y el gas del Ártico entre 2016 y 2020. JPMorgan Chase, nuevamente, fue el mayor culpable 18.600 millones), junto Barclays (13.200 millones), Citigroup (12.200 millones) y BNP Paribas (11.800 millones. Por otro lado, los grandes inversores también están facilitando el auge mortal del petróleo y el gas, con alrededor de 272.000 millones en desarrolladores de fósiles del Ártico. Destacan con BlackRock, uno de los principales accionistas del Santander, (28.500 millones), Vanguard (21.600 millones) y Amundi (12.900 millones) a la cabeza.
Por todo esto, que Vox coloque a Ana Patricia Botín como garante o imagen de la Agenda 2030 es un gran error y una demostración de que la extrema derecha, con tal de sacar un mensaje populista, nacionalista y patriótico, utilizará a quien haga falta para colocar entre la ciudadanía un nuevo bulo. Ya lo dijo Goebbels: «La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas». De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad».
H.G. Wells aparece en el hemiciclo e invita a uno de sus famosos viajes a don Espinete de los Manteros y su Doña, dicta Monarstiércol. Y allá se van navegando con su discurso al más remoto pasado, intentando convencer en su regreso al futuro a los del Hallstatt, (que máis ou menos…) Sería probable que hiciesen pulseras con sus huesos para regalar a sus hijas, y que mañana encontrásemos éstas entre algún sepulcro.
Dá igual tu nivel cultural, tienes que ser un puto gilipollas para tragar esa mierda.
Y todavía hay gentuza que dice ir a vox, el partido partidista y conforme con el ROBO a los Propietarios del Banco Popular Español 7 junio 2.017, lameculos de la botín.
Vean todos a los pobretones de la TV El Toro alias los limosneros.
Golfos todos ellos, van a lo suyo como sus amiguetes del resto de partidos.
España un pais lleno de vagos, idiotas y taraos.
Seguir con vox y el resto que os van a dar por el culo pero a base bien.