Ana Patricia Botín durante una Junta General de Accionistas

El Santander se está preparando para la junta de accionistas que está obligado a convocar porque, tal y como adelantó Diario16, deberá someter a votación la aplicación de resultados de 2019 tras la comunicación de la CNMV a este respecto al no pagar dividendo por las restricciones impuestas por el BCE por la crisis del COVID19. Según indicaron accionistas del banco, en la junta de abril el Santander tuvo que suspender la aprobación de la propuesta de aplicación de resultados que era el punto 2 del orden del día posponiéndolo a una nueva junta. Esta decisión se adoptó por la recomendación del BCE sobre la anulación del pago de dividendos. «Por tanto, tiene que celebrar una nueva junta antes del 30 de octubre para la aprobación de la aplicación de resultados», señaló una accionista.

«Al no repartir dividendos han modificado la propuesta de aplicación de resultado que propusieron a la junta de accionistas por lo que yo entiendo que deberían convocar una nueva para esa aprobación», afirmó a Diario16 otro accionista minoritario.

Por ley, el Santander tiene como fecha límite el 31 de octubre de 2020 para la celebración de la junta.

Por ello, Ana Patricia Botín parece que ha iniciado una campaña de imagen de cara a sus accionistas en un momento en que los minoritarios están muy descontentos con los resultados del banco cántabro, con la evolución del precio de la acción y con una demanda, que ha sido admitida a trámite por el Juzgado de lo Mercantil 2 de Madrid, en la que la presidenta de la entidad está acusada de manipular las juntas de accionistas con un sistema abusivo de captación de delegaciones de votos.

Respecto al valor de la acción, el descontento y la frustración entre los accionistas minoritarios es general. «Encima hay que estar contentos porque aún sigue vivo este banco de la prehistoria», afirma una minoritaria, mientras que otro indica que «Cada día tengo más claro que este banco nunca ha valido lo que parecía. Es un gigante desangrándose y no va a recuperar los valores ancestrales en la vida. A base de scripts ya no engañan a nadie. Ya nos engañaron a nosotros. Botín debe de dimitir ya, ninguna empresa de alto nivel mantendría a un presidente que nos va a llevar a la ruina».

Según ha publicado La Información, el Santander prepara una propuesta para pagar dividendos en efectivo a cargo de las cuentas de 2020, lo que supondría la descongelación. Sin embargo, esta propuesta siempre estará limitada a que el BCE levante las restricciones impuestas el pasado mes de julio por las que imponía a las entidades financieras de la Eurozona que no retribuyeran a sus accionistas hasta el año 2021. Es decir, que el Santander pretende proponer en la Junta un pago de dividendo condicionada y que no se hará efectiva hasta, cuanto menos, en enero del año que viene.

Este movimiento ha sido interpretado por algunos minoritarios como la enésima campaña de imagen de la presidenta del Santander, sobre todo por la situación en que se encuentra en los tribunales.

Tal y como publicó Diario16, el 5 de agosto Ana Patricia Botín podría haber sido declarada en rebeldía por no presentarse a declarar en una vista relacionada con la demanda interpuesta por un accionista minoritario en la que está acusada por la manipulación de las juntas mediante un sistema abusivo de captación de delegaciones de votos.

Según la demanda, a la que ha tenido acceso Diario16 y que ha sido admitida a trámite por el juez Andrés Sánchez Magro, se evidencia el uso «abusivo, espurio, torticero, ventajista y contrario a los principios de igualdad de trato de los accionistas y de equidad» de los recursos del Banco Santander: empleados, red de oficinas y demás medios materiales del banco. Esta utilización, según indica la demanda, la realizan tanto la presidenta del banco como los miembros del consejo de administración para la captación de delegaciones de votos, en casos incluso su falsificación, para las juntas generales ordinarias y extraordinarias de la entidad en su propio beneficio. También se indica la existencia de un sistema dual de votación en las juntas que es calificado de antidemocrático y anacrónico, además de claramente discriminatorio y perjudicial para las propuestas que pudieran formulan los accionistas en la junta general y favorable para las propuestas que formula el consejo de administración en la convocatoria y orden del día de las mismas.

La demanda lo que pretende es, en primer lugar, terminar con los actuales sistemas de captación de delegaciones de voto; en segundo término, la prohibición de la subdelegación de la delegación en los casos de conflicto de interés y, finalmente, acabar con el sistema actual de votación utilizado por el banco en las juntas.

Por tanto, Ana Patricia Botín se encuentra con una situación en la que existe la serie posibilidad de que se adopten medidas cautelares que le impidan captar delegaciones con el sistema actual hasta que se celebre el juicio de la demanda. Por ello, la estrategia de adelantar que se pagarán dividendos en 2021 es un modo de presentarse ante unos accionistas en los que el descontento va en aumento porque, no en vano, desde que Ana Patricia Botín accedió a la presidencia han perdido el 70% de su dinero.  

4 COMENTARIOS

  1. Tenéis lo que os merecéis por jilopollas solo deseo ver como explota de un puta vez y es resuelto y vendido por 0,50 céntimos al Librbank por ejemplo y por que no vale nada mas y para sepáis lo que es que os roben todo

  2. Los jueces deberían investigar a la Botín.
    Si su padre levantara la cabeza, se volvería a morir.
    Ojalá ningún banco se fusione con esa «gente» del Santander y que digan la verdad los empleados…

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