El PSOE y Pedro Sánchez vivieron anoche una amarga victoria después de que se confirmara en un recuento de infarto que el PP resistía en Madrid. Así, los populares confirmaron su caída pero evitaron el ‘sorpasso’ de Ciudadanos. La división de la izquierda y el mal resultado de Podemos fueron claves para la pérdida del poder en la capital y el fallido asalto a la Comunidad.
Los excelentes resultados de los socialistas en uno de los principales feudos populares: Castilla y León, no consiguieron endulzar la derrota de Madrid.
Aún así, el presidente en funciones hablaba anoche del triunfo del PSOE con contundencia y pedía que “ya era hora de romper el cordón sanitario al partido que ha ganado las elecciones”.
Ni el histórico triunfo del PSOE de Luis Tudanca en Castilla y León, aunque dependerá de Ciudadanos para poder gobernar, consiguió dar un poco de alegría a la presencia del presidente del Gobierno en funciones ante los medios de comunicación acompañado por su núcleo duro.
Ningún triunfo consiguió endulzar la derrota de Madrid
Y es que 32 años después de que Aznar armara su feudo propio en Castilla y León, tras años de poder absoluto, políticas de rodillo, abusos de poder y control de los medios de comunicación que viven en la comunidad, salvo honrosas excepciones, de la publicidad institucional del PP, el PSOE gana con holgada diferencia al PP de Mañueco, aunque sin mayoría absoluta y tras el descalabro de Podemos.
Fuerza más votada
Los socialistas, al margen de donde puedan gobernar, han sido la primera fuerza en Madrid, Aragón, Asturias, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Baleares y Canarias, de tal forma que el mapa de España queda teñido de rojo a excepción de Navarra, donde ha ganado la suma UNP, PP y Cs con Navarra Suma; y Cantabria, con el PRC como vencedor; pero en la mayoría de regiones está pendiente de pactos.
Además, el PSOE ha sido el partido vencedor en las elecciones europeas, por lo que suma el triple triunfo de este 26M al obtenido en las generales del 28A, aunque el éxito de los ‘populares’ en Madrid ha deslucido la victoria socialista y mientras que Pedro Sánchez ha comparecido sin euforia y contenido, un exultante Pablo Casado ha salido a vender Madrid como el todo a pesar de que siguen en caída libre y han perdido un millón de votos.
