Aunque el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, había mantenido a las huestes populares a la línea con un perfil bajo en sus declaraciones sobre la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, no ha podido, como suele ser habitual, con Cayetana Álvarez de Toledo que parece encontrarse más cerca de VOX y la familia Franco que de Casado.
Así, la portavoz del Partido Popular en el Congreso de los diputados ha manifestado en una entrevista concedida al diario El País, que la exhumación del dictador Francisco Franco ha sido una «profanación» y que se ha llevado a cabo «en contra de una familia».
Lo cierto es que aunque el discurso desde el PP está siendo moderado, respecto de este asunto, sus simpatizantes y votantes, tanto en redes sociales como en la calle, coinciden con las declaraciones de Álvarez de Toledo más que con la postura adoptada por Pablo Casado.
Y es que el Partido Popular, cuando se avecinan elecciones, tiende a moderar actitudes y discursos, aunque siempre haya voces discordantes que acaban revelando las verdaderas intenciones y sentires de la derecha y, nadie mejor para eso que Álvarez de Toledo, personaje sin pelos en la lengua que fue capaz, incluso, en el debate electoral en los pasados comicios de abril, de cuestionar tajante, sobre la reforma de los delitos sexuales, que “todo lo que no sea un sí es un no”.
Posiblemente entre las “bambalinas” de Génova este tema y su correspondiente respuesta por parte de los populares haya sido objeto de debate y discusión. Lo que ya parece tener claro el presidente del PP, Pablo Casado, es que, a un debate electoral a Cayetana Álvarez de Toledo no la puede llevar, de hecho, el que se celebrará con cinco mujeres como representantes de las principales formaciones políticas que se presentan el 10 de noviembre a las Elecciones Generales en la Sexta, la persona elegida para defender el programa del PP, es Ana Pastor.
