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Alrededor de 50.000 estudiantes españoles avanzan en la lucha contra el acoso escolar en las aulas

Entre las buenas prácticas que pueden implementar las familias destacan la observación, el diálogo con los centros educativos o el refuerzo de la autoestima de los jóvenes, entre otras

Eva Maldonado
Eva Maldonado
Redactora en Diario16, Asesora de la Presidencia de la Conferencia Eurocentroamericana.
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análisis

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Desde que se aprobara la Ley de protección integral de la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI) el pasado 2021, la lucha contra el acoso escolar se ha convertido en una de las prioridades de la agenda pública. Esto se debe, en gran medida, al hecho de que 1 de cada 10 estudiantes españoles sufren esta problemática, tal como apunta el último informe elaborado por Mutua Madrileña y Fundación ANAR.

Con el objetivo de reducir la incidencia del acoso en las aulas españolas, Macmillan Education sigue sumando cerca de una veintena de centros educativos en este curso escolar por toda la geografía española al programa KiVa de prevención del acoso y mejora de la convivencia. La empresa se encarga del acompañamiento a equipos directivos, docentes, centros educativos y, a partir de este curso, a la nueva figura de coordinador de bienestar, en la implantación de este programa desarrollado por la Universidad de Turku en Finlandia.

Ahora, en el marco de la celebración del Día Internacional Contra la Violencia y el Acoso Escolar, los expertos de Macmillan Education subrayan el importante papel que el programa KiVa juega en relación con la construcción de un entorno inclusivo y un clima favorable en las aulas españolas.

Divulgación de buenas prácticas en el entorno familiar

Si bien es cierto que muchos niños y niñas trasladan a sus familias que sufren acoso escolar, más de un tercio de ellos no lo cuentan a sus familias. De igual forma, los que sí lo hacen tardan una media de entre 13 y 15 meses en pedir ayuda, algo que supone un problema a la hora de llevar a cabo una intervención temprana en estos casos.

En este sentido, a través del programa KiVa, se difunden numerosas buenas prácticas que las familias pueden implementar para detectar estas situaciones. Entre ellas, destacan algunas como la observación, el fomento del diálogo, prestar atención a la comunicación no verbal, reforzar el autoestima de los jóvenes o mantener una comunicación fluida con el centro educativo.

Evidencia científica, internacionalización y flexibilidad como claves del éxito

Tras analizar el acoso escolar en aquellos centros educativos españoles que han implementado el programa KiVa, Macmillan Education ha concluido que han logrado reducir esta problemática en un 8% durante 2021. Algo que, además, pone de manifiesto la importancia del entorno familiar y la comunicación en la mejora del clima en el entorno educativo.

Así, KiVa se fundamenta en tres pilares fundamentales. Por un lado, la evidencia científica, ya que, tras realizar un estudio con 30.000 alumnos, los resultados reflejan una tasa de éxito del 98%. Por otro lado, el recorrido internacional de un programa que, tras haber sido implementado en el 90% de las aulas finlandesas, ha sido exportado a numerosos países europeos. Finalmente, su gran flexibilidad, que permite la adaptación de este programa a cada centro educativo, teniendo en cuenta el plan de cada país para mejorar la inclusividad.

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