Bebe con moderación

Antes de tratar la resaca, hablemos de moderación. Seguramente no sabrás todavía cuál es la medida idónea de alcohol para proteger tu salud. Te la digo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no rebasar las dos copas de vino o cañas de cerveza diarias en el hombre (entre 20 y 24 gramos de alcohol) y la mitad en la mujer. La moderación en el consumo se asocia a beneficios cardíacos. El exceso, a problemas graves relacionados con patologías coronarias, hipertensión, infarto, diabetes, cirrosis, epilepsia y diversas clases de cáncer. Ahora tú eliges.

¡Estoy hecho polvo!

El alcohol es una sustancia tóxica, una droga, un depresor del sistema nervioso central, y como tal, también afecta a corto plazo sobre el bebedor con los desagradables efectos del día después (náuseas o vómitos, dolores de cabeza, diarreas, deshidratación, etc.). Es lo que se llama tener resaca. Aunque esos efectos varían según sexo (afecta más a la mujer que al hombre), peso (existe una relación entre el peso y la tolerancia de alcohol), edad (al envejecer metabolizamos peor los tóxicos) y capacidad individual de cada bebedor.

Trucos para atenuar la resaca

Que quede claro: no existen pócimas mágicas para eliminar la resaca, pero sí trucos naturales para atenuarla. Aquí van:

Hidrátate. Bebe mucha agua, zumos, infusiones, etc., ya que el alcohol deshidrata. Se recomienda evitar el café del desayuno.

Descansa. Aprovecha el domingo, la mañana sin obligaciones o las horas que tengas libres para tumbarte y descansar. La resaca resta capacidad de estudio, concentración en cualquier actividad y destreza al volante del coche.

Come ligero. Fuera grasas, evitarás que tu hígado tarde más en recuperarse. Prueba mejor a tomar alimentos hervidos o preparados a la plancha. Acude al clásico bote de espárragos de la despensa, el huevo duro, al zumo de tomate, a la lata de atún y de postre un plátano o un vaso de leche (rico en calcio y buen analgésico natural contra la gastritis alcohólica).

Piensa en verde. Las verduras son grandes limpiadoras profesionales del organismo, en este caso, del hígado. Prueba con la alcachofa, la endivia, la escarola, la achicoria, el cardo o el brócoli. Tómalas unas cocidas y otras en ensalada. El caldo de la cocción es perfectamente bebestible y muy recomendable.

Come fruta. Por ejemplo, una ensalada de mango, manzana, papaya y plátano. Resulta muy digerible, te aportará vitaminas, agua y actuará como purificador del hígado. También van muy bien las compotas de manzana, los zumos de piña y uva blanca o los de hortalizas mezcladas con fruta.

Toma vitaminas. En especial las B1, B6, B12, la vitamina C y aminoácidos como la S-acetil cisteína, el glutatión, la vitamina E y el Selenio. En general, son aportes antioxidantes que ayudan a metabolizar el alcohol, oxigenan los tejidos y aumentan la producción de energía celular.

Bebe infusiones. Pueden calmar algunos efectos negativos del alcohol como el dolor de cabeza o las ansias. Las de cardo mariano, diente de león o menta piperita van bien para el hígado. Las de anís verde o melisa, para las molestias estomacales. También son muy conocidas la infusión de plátanos; la de miel y limón, la de jengibre y el mixto de kiwi, lechuga y pomelo.

Dúchate con frecuencia. El agua ha de estar tibia y te servirá para reactivarte y atenuar el malestar general.

Duerme más. No sólo debes de echarte una siesta después de comer, sino dormir tus ocho horas por la noche. Con ello permitirás que tu cuerpo acabe de recuperarse del todo.

Nada de paracetamol. Si te duele mucho la cabeza debido a la resaca, toma cualquier antiinflamatorio, como el ibuprofeno o la aspirina, nunca el paracetamol, ya que este fármaco con propiedades analgésicas y antipiréticas hace trabajar demasiado al hígado, que en esos momentos  ya está realizando un doble esfuerzo con la eliminación de toxinas del organismo.

También son aconsejables las bebidas isotónicas y la sopa de miso. Aunque el mejor remedio de todos será siempre beber con moderación.

 

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