¿Se acuerda el ocupado lector de aquel tiempo tan feliz, cuando presumíamos de que en España no había fascistas ni partidos o movimientos ultraderechistas con entidad suficiente como para ser considerados un peligro para la democracia? Fue tal que ayer, cuando Pablo Iglesias subía como la espuma mientras en lugares como Grecia o Italia los nostálgicos del nazismo se instalaban cómodamente en el poder. Todos nos felicitábamos de lo demócrata, avanzado y civilizado que era este país donde los bárbaros totalitarios no tenían cabida. “Suerte que no tenemos una ultraderecha organizada”, se vanagloriaban los expertos politólogos. “Menos mal que aquí no sufrimos ese problema”, concluían los tertulianos de la cosa sacando pecho. Pues miren ustedes cómo ha terminado toda esta historia: con más de un millón de votantes y cincuenta y dos escaños del Congreso de los Diputados en manos de los firmes defensores del régimen franquista. Menos mal que no había gente de esa por las calles.
Ahora alguien podría estar cayendo en el mismo error de la desinformación por desidia, pero esta vez con los negacionistas de la pandemia y de las vacunas. “Qué va, hombre, si eso es cosa de los norteamericanos, que son todos unos brutos”, dicen los mismos que descartaban el riesgo de nazificación. Los optimistas radicales, esos que suelen llevar a una sociedad al desastre, se basan en varios argumentos para concluir que los españoles estamos en un peldaño cultural tan avanzado que jamás caeremos en el oscurantismo, la superchería y el negacionismo acientífico. Según estos eufóricos inconscientes, el peligro no existe porque aquí confiamos en nuestra Seguridad Social como si fuera una estampita de la Virgen María, porque estamos todos inmunizados con la triple vírica desde bien niños y porque este es un país formado e informado que no cree en paranoias conspiranoicas. Además, consideran que el movimiento anticiencia no ha prendido en España como en otros países como Francia o Estados Unidos porque, quizá por influencia de cuarenta años de dictadura franquista, no existe una masa social crítica que cuestione las leyes y normas del Gobierno de España. Nada más lejos.
Todos los argumentos buenistas caen por su propio peso cuando leemos este titular en la prensa de hoy: “Una embarazada negacionista va al parto con su abogado y consigue no usar mascarilla ni someterse a una PCR”. Al parecer, la mujer llevó tan lejos su delirio que obligó a los médicos del Hospital La Fe de Valencia a activar el protocolo de seguridad contra el covid para poder atenderla durante el parto, de forma que los profesionales se vieron obligados a asistirla enfundados en un EPI o traje de protección especial. Que una mujer se presente en el paritorio sin mascarilla y poniendo en peligro la integridad de su bebé, acompañada de su abogado y resistiéndose con energía a los protocolos sanitarios más elementales (alterando el buen funcionamiento de un hospital) es como para echarse a temblar y no puede quedar en una simple anécdota con la que echarnos unas risas.
Esta misma semana hemos sabido que hay padres que se niegan a que sus hijos vayan al colegio con mascarilla y este verano la Junta de Andalucía informaba de que el 72 por ciento de las personas que estaban ingresadas en ese momento en Unidades de Cuidados Intensivos a causa del covid eran negacionistas, es decir, gente que no se quería someter a la vacuna.
España no es diferente
Es evidente que existe un problema oculto, soterrado, de dimensiones desconocidas, y aunque resulta imposible saber cuántas personas son negacionistas en este país, el problema debe ser analizado con extrema minuciosidad. Las manifestaciones contra el Gobierno en los peores días de la pandemia revelaron que no eran pocos y personajes como Miguel Bosé, con sus disparatadas teorías, han contribuido a agitar este “movimiento marciano” que no está ni mucho menos acabado. Es cierto que la inmensa mayoría de la población española se ha sometido voluntariamente a la campaña de vacunación (más del 70 por ciento hasta ahora, un ejemplo para el resto de Europa) pero también es un dato empírico que el ritmo de inmunización se ha ralentizado en las últimas semanas precisamente porque ha llegado el turno de los negacionistas reacios a pasar por la consulta para remangarse ante la jeringuilla. Se mueven en las redes sociales y se mueven bien.
No tenemos razones para pensar que somos diferentes al resto del mundo que ya sufre esta lacra (aquí somos tan analfabetos científicos como los que más) ni para minusvalorar la amenaza real a la que nos enfrentamos. Según un titular del diario El País, un medio nada sospechoso de ser poco fiable, cuatro de cada diez españoles creen que hay una conspiración política detrás de las vacunas. Nos sometemos al incómodo pinchazo, es cierto, pero, ¿lo estamos haciendo por convicción, por auténtica confianza y fe ciega en la ciencia y la razón, o por miedo a quedar condenados a la marginación social? Hay motivos para tomarse en serio el fenómeno y si no lo hacemos corremos el riesgo de que algún día, cuando ya sea demasiado tarde, los veamos instalados en el Parlamento y tomando disparatadas decisiones, tal como ha ocurrido con los patriotas de Franco.
Miren todas las vacunas que han sobrado y piensen en qué comunidades, en qué poblaciones exactamente, en qué barrios o e en qué supuestos niveles de cultura se establece la negación como bandera. Pués nos sale con carrera o estudios de nivel bachiller, clase media y creyente cristiana. Es una población más difícil de convencer de la más simple lógica porque desde su fuerte convicción su opinión se fortalece para evidenciar la teoría involutiva, y es que a fuerza de aprender por imposición se desliga uno cada vez más de la verdad por la razón.
Y esta vez, en un tema tan delicado como éste de salud, se establece un blindaje sobre mi teoría, que no es siquiera mía y por eso no voy a cobrar otra deuda que mi propia razón compartida con la inmensa mayoría de gente.
Y diganme; entiende alguien que estos estén denunciando al gobierno por las políticas o medidas durante los estados de alarma si no son capaces de ver que creen en lo que es del todo imposible, falso e indemostrable, y aún con eso imponen o tratan de imponer sus atrasadas, sórdidas y estúpidas ideas?
Desde luego están gobernando ya en algunos países e intentan imponerse en ese vuestro.
Tómate tus antipsicóticos, te hacen mucha falta.
en España somos muchísimos los negacionistas yo creo que casi alcanzamos el 70% podíamos mandar todo este bodrio a la MIERDA pero tenemos una diferencia respecto a otros países que hace que España sea especial en Australia donde las situacion es límite todo el pueblo se ha unido para acabar con esto, igual a pasado en Francia está pasando también lo mismo en Suiza donde ya están despertando sin embargo en España donde hay muchísimos negacionistas estos mismos negacionistas se pelean unos contra otros con lo cual la desunión entre ellos es total, es alucinante hay unos negacionistas que son los llamados patriotas que están totalmente peleados con los negacionistas que están en contra de Trump por otro lado también tenemos los negacionistas que simplemente piensan que el grafeno que compone la vacuna es totalmente tóxico hay otros que piensan que no es el grafeno sino que son otras sustancias después están los que simplemente piensan que la plan Demia ni siquiera existe el virus no existe. luego están los que meten a los extraterrestres en todo este lío al final es increíble pero las mayores peleas en los chats no son entre los negacionistas y los no negacionistas sino entre los negacionistas de un de un corte Y los negacionistas de otro corte así nunca se puede hacer nada cuando se consiga la unión de todos acabaremos con estas plandemia de una puñetera vez porque al final todos estamos en el mismo bando y no nos damos cuenta ,seguramente hay gente metida por el enemigo para hacer bulla y hacer que nos peleemos lo que hay que hacer es lo que se está haciendo en Australia y en Francia y en Suiza ah se me olvidaba están los que no son negacionistas pero están completamente en contra el pasaporte covid porque es atentar contra la libertad del individuo y es una dictadura hay más familias la única cosa en común es que unas se pelean con otras es increíble de todas maneras ya para esto queda poco hay pruebas por todos sitios la gente que ve la televisión es normal que piense lo que piensa pero si fueran objetivos y vieran la verdad acabaríamos con esto ya de una puñetera vez y no olvidemos atún tanto por ciento elevadísimo de los que se han vacunado pero no creen en la vacuna simplemente la han hecho para no ser marginados por la sociedad o por miedo. me da la sensacion que en italia son iguall de desastre que nosotros pero francia tiene en su historia una alta tradicion de revoluciones populares contra el poder y allí no se andan con chiquitas como aquí ,eso si cuando aqui se encienda la mecha no lo parara nadie acuerdense de la guerra de la indeppendencia
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suiza,asi se lucha racionalmente
https://t.me/negandolamentira/572873
Al igual que en Francia, los suizos instalaron terrazas frente a bares y restaurantes en Winterthur mientras el pase de salud entró en vigor esta semana en Suiza.aislar al enemigo que esta a favor del pase covid
en América está muy cerca de acabar con todo esto ya que ha habido una limpieza en la CIA una limpieza en el FBI de elementos del estado profundo lo único que falta es una limpieza en el ejército y en el Pentágono porque los que van a liderar el cambio y acabar con la pandemia e instaurar a trump y repetir las eleccionnes van a ser los sombreros blancos del Ejército de Estados Unidos, de ahi todos los juicios en Guantánamo que se están realizando.la última gota que colmo el vaso fue la orden de que todos los soldados del Ejército se vacunarán de forma obbligatoria ante esto se han rebelado la mayoría y ahora bill gates ha sido arrestado y condenado por un tribunal militar .y hay algo que casi nadie sabe en Estados Unidos todo empezó por una ampliación en las instalaciones de Guantánamo para aumentar la cantidad de prisioneros ,bueno pues en el Reino Unido está ocurriendo exactamente lo mismo instalaciones de cárceles militares están siendo ampliadas a lo bestia instalando más barracones averigüen para que puede ser yo me lo imagino.esta información se ha descubierto a través de fotografías por satélite de Google Maps.
HMP Wellingborough Prison in the UK.
Temporarily closed
Como me costó ligar toda esa información, Roman. Joder, hay que simplificar. De todas formas non vas mal encamiñado, sólo vas dando resultados antes del partido y yo soy de la misma opinión pero nunca dejo de jugar el partido. Si lo pierdo, siempre me queda romper las pelotas del ganador y ganar lo mismo, pero reducir la humillación al nivel aceptable, y lo que no es aceptable es el derrotismo. Pelear todo, así ganamos hasta los retazos de información que realmente sirven. No hay más que leer para saber que tú lo haces. Ahora, como simple sugerencia, utiliza esa información como arma, no como válvula de escape. Y desde luego gracias por las informaciones que tú presentas aquí.
Heil Hitler! Miraos todos esos tragacionistas y tragacionistos, periodistas y periodistos, que os está saliendo una pelusilla debajo de la nariz. Alea Jacta Est
Biba la hinkultura.
San Nonunca de los negaus.
Iacta, amigo.
Jacta- té de ser así de burro.
Biba la hinkultura.
San Nonunca de los negaus.
Iacta, amigo.
Jacta- té de ser así de burro.
Ya tu padre era
«Que una mujer se presente en el paritorio sin mascarilla y poniendo en peligro la integridad de su bebé» – no acabo de entender esta frase y no me doy cuenta si el autor estaba medio dormido cuando escribió esto o no tiene ni la más remota idea de biología básica humana y de que los bebés nacen desde dentro de los cuerpos maternos y, por lo tanto, da igual si las madres llevan o no mascarilla, ya que dentro del útero sus bebés vienen en contacto directo con todos los virus, bacterias, y otros elementos que componen o están dentro del mismo – habiendo estado DENTRO del cuerpo materno, parece como mínimo absurdo afirmar que la madre «pone en peligro a su bebé por no llevar mascarilla». Aparte, no sabía que una mujer que necesita oxígeno a tutiplén durante el parto (por el esfuerzo físico de larga duración que este supone y porque es primordial que esté bien oxigenada precisamente para que su bebé esté en condiciones optimas hasta que nazca) está en «delirio». Asombroso el argumento «científico» del autor. Menos mal que nos enteramos ahora, después de millones de años de parir sin mascarilla y otras chorradas (trajes epi y demás), que es mejor parir sin poder respirar. Oiga, ni durante la obsesión del SIDA se tomaban tantas medidas «científicas».
La frase es tan surrealista y absurda que todo el texto queda completamente ridículo en sus pretensiones de «argumentar» que los «negacionistas» son «acientíficos».
Ya ni menciono que las mascarillas no filtran los virus (ni siquiera filtran el 100% de las bacterias), que ya hay miles de estudios que demuestran con pruebas su ineficacia como elemento filtrante, y su capacidad de dañar la salud de los que la llevan por impedir el intercambio correcto y equilibrado de gases que conlleva un metabolismo sano humano.
Con esta frase el autor ya puede entrar en la galería de los periodistas más ridículos de estos bochornosos últimos 18 meses de la farsa del «virus» – el mayor engaño planetario probablemente desde que existe la humanidad en la tierra. Vamos, se ha cubierto de «gloria».
Me pregunto si quizá llevaba mascarilla mientras escribía estas estupideces, igual es la única explicación.