Son las cuatro y media de la noche en el sur de Europa, Alcaraz saca para ganar el set y el partido contra Felix, Auger-Aliassime.
Felix Auger-Aliassime, que le había derrotado en los últimos tres enfrentamientos, que en el encuentro de Copa Davis podría llegar a decirse que humilló al entonces tenista número 1 del mundo.
Tenía que ganarle, tenía que ganar como fuera ese partido no sólo por lo que representaba dentro de su carrera: seguir avanzando en el máster 1000 de Indian Wells y volver a acariciar la posibilidad de ser de nuevo número 1 del mundo del ranking ATP.
Pero eso no era lo más importante para Carlos Alcaraz, ya es muy raro que nadie se atreva a llamarle Carlitos, lo trascendental era vencer a Felix Auger-Aliassime, porque se había convertido en su BESTIA NEGRA y el canadiense realmente creía que podía volver a derrotar al campeón español; todos teníamos cierto miedo, pero por supuesto no ha sido así. Alcaraz está tan grande como cuando ganó el Open USA.
Fue fundamental en su primer partido en Indian Wells, contra Thanasi Kokkinakis, que consiguiese hacerle un doble break al australiano en el segundo y definitivo set. Ese doble break dejaba clara su superioridad frente al rival y le preparaba para todo lo que ha ido viniendo luego.
Alcaraz ya ha derrotado a su BESTIA NEGRA, a su primera bestia negra: Felix Auger-Aliassime. Porque ahora le espera una SEGUNDA BESTIA NEGRA todavía más poderosa que la anterior, el magnífico tenista con el que comparte generación y sueños de grandeza y al que va a enfrentarse en la semifinal: Janick Sinner.
En su último enfrentamiento, en el Open USA y en partido inolvidable, Alcaraz hizo morder el polvo al italiano, pero en el anterior fue Sinner quien se alzó con la victoria.
Son más de las cuatro de la noche en el sur de Europa, pero la excitación no nos va a dejar dormir. También será por la noche en la vieja Europa, en España, cuando Carlos Alcaraz se enfrente a Janick Sinner otra vez. Es un partido que nadie que ame el tenis se puede perder.
Tigre Tigre
