Albert Rivera ha demostrado que no es un líder al no asumir el fracaso de su estrategia tras las elecciones del 28A. Dar la espalda a los consejos para la formación de un gobierno junto al PSOE de las grandes empresas que, de un modo u otro, patrocinaban a Ciudadanos, le está saliendo caro a Rivera. Su afán de protagonismo y su giro hacia postulados del nacionalismo español más radical están provocando que el partido que llegó para regenerar a la derecha española vaya a ser superado por los ultras de Vox, según indican las encuestas.

Sin embargo, Rivera no asume su fracaso, ni los errores cometidos. Parece ser que él nunca se equivoca. Sin embargo, la salida de importantes miembros de su Ejecutiva que representaban de verdad a la ideología liberal que el presidente de Ciudadanos dice que es la marca ideológica de su partido provocó que millones de votantes de la derecha liberal comprobaran que el partido naranja, en reallidad, tenía como objetivo principal era acabar con los nacionalismos y no la defensa de los valores del libre mercado.

La foto de Colón le ha hecho mucho daño a Rivera y ha mostrado a la ciudadanía quién es realmente el presidente de Ciudadanos. Tras el referéndum catalán del 1-O el partido subió como la espuma por su discurso duro contra el independentismo. Sin embargo, los ciudadanos que apoyaban esa dureza se han encontrado con otra opción que les representa mejor: Vox. Por eso, el partido ultra ya supera a los naranjas en las encuestas.

A pesar de todo esto, Rivera afirmó en un acto en la sede de la calle Alcalá de Madrid que aquellos que les dan malos resultados y pronostican una debacle son «cenizos y agoreros». Rivera no asume sus errores ni la realidad del votante decepcionado por no haber formado gobierno con el PSOE, por su unión con Vox y por su discurso respecto a Cataluña. Una de las características de un líder es, precisamente, asumir los errores y aprender de ellos. Rivera es tan orgulloso que no lo asume, sino que está protagonizando una huida hacia adelante.

El «liberal ibérico»

La postura aséptica de querer contentar a todo el mundo de Rivera respecto a la exhumación de los restos del dictador ha provocado que el presidente del Gobierno se haya referido al presidente de Ciudadanos como «liberal ibérico».

Un líder democrático no puede afirmar que la victoria de la democracia española sobre el franquismo con la salida del dictador del Valle de los Caídos no le interesa. Según Sánchez, esta actitud podría equivaler a decir que «no le importa el Holocausto nazi» porque nació después de 1945.

2 COMENTARIOS

  1. Efectivamente, en vez de adoptar una postura imparcial Diario 16 pretende influir en la opinión publica siguiendo unas instrucciones recibidas desde fuentes donde interesa que se siga manteniendo el bipartidismo en España acompañado de las corrupciones de ambos lados.

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