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“Al emérito le gustaba comer arroz en el escote de Bárbara Rey”

Carles Mulet, senador por Compromís: "Enorme malversación de fondos reservados, que por muy materia de Secreto de Estado que sea, no pueden estar destinados nunca a comprar el silencio de las aventuras sexuales del monarca emérito”.

Juan Carlos Ruiz
Juan Carlos Ruiz
Periodista y Licenciado en Ciencias de la Información
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análisis

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El circo mediático ante la comparecencia de Bárbara Rey en el Senado, solicitada por el diputado de Compromís, Carles Mulet, para que aclare si recibió dinero público por guardar silencio sobre las supuestas aventuras de alcoba con el emérito, ya está en marcha. Lo prueba la perla que ha lanzado el colaborador de Sálvame, Gustavo González, a propósito del gusto compartido por la paella valenciana entre Juan Carlos I y la artista. La frase, que podría estar sacada del guión de una película de Pajares y Esteso, desprende efluvios a naftalina y trae a la actualidad política un asunto que, a lo largo de los últimos años, ha surtido de grandes titulares a los medios, cada vez que se le preguntaba a la ex-vedette por los hipotéticos encuentros. Ella, siempre esquiva, jugando al despiste, nunca ha confirmado ni desmentido las aventuras que se le atribuyen. Tampoco hay pruebas que demuestren el supuesto chantaje o el cobro procedente de fondos reservados.

¡A mi me matarán, pero llego hasta el final!

Y esta es su principal baza para seguir haciendo platós, revistas y caja  alrededor de un capítulo que tendrá más recorrido, si Bárbara Rey decide poner el ventilador y contar todo lo que sabe. Ya lo advirtió en 1996, después de la ruptura de su relación con el monarca, cuando sustrajeron de su casa numeroso material comprometido (fotografías y videos principalmente), donde aparecerían Juan Carlos I y ella: “¡a mí me matarán, pero llego hasta el final!”, decía.

Y lo ha vuelto a hacer. Ha sido en declaraciones a la periodista Lydia Lozano, vía telefónica, según ha revelado ésta en el programa de La Fábrica de la Tele. “Si me mandan la invitación del Senado, voy y se van a enterar”.  

4.000.000 de euros por el silencio

En la segunda mitad de los 90, se especuló con la intervención de miembros de la Seguridad del Estado que habrían accedido al domicilio de la artista después de que se rompiera la relación entre ésta y el emérito, para llevarse el material que Bárbara Rey guardaría sobre sus supuestos encuentros con Juan Carlos I, y que sería su seguro de vida para seguir, presuntamente, percibiendo dinero de todos los españoles. Es decir, chantajeando al monarca. Una juerga por la que la artista habría recibido, en distintos periodos, la no desdeñable cantidad de 4.000.000 de euros de las arcas públicas. Aquel material ya habría sido ofrecido, supuestamente, a la redacción de una revista por la propia Bárbara Rey, para que se filtrara a la Casa Real, lo que hizo saltar las alarmas hasta la compra del silencio de la artista.

Después de que “Sálvame” recogiera las declaraciones de Gustavo González afirmando que “al emérito le gustaba comer arroz en el escote de Bárbara Rey”, se iniciaba un carrusel de instantes televisivos que pasarán a la historia. Entre nobleza, farándula, política y medios anda el juego.  

Por un lado, Jenny Llada, amiga íntima de Bárbara Rey y vecina, pared con pared, aparecía ataviada de cocinera para elaborar una paella en directo y desgranar momentos vividos durante los años que duró la relación entre la artista y el monarca. “En muchos momentos ha surgido el asunto del Rey”, afirmaba al programa. ”Bárbara le daba eso que no se puede conseguir con dinero. Antes de casarse se conocían y, una vez que se divorció, reemprendieron la relación”, decía. 

Las palabras de su amiga han hecho que Bárbara Rey estallara y llamase al programa para afear su intervención. “Todo lo que estás diciendo es mentira. Aprovechas cada vez que aparezco para ir continuamente a las televisiones. ¡Falsa y mentirosa!”, exclamó la vedette. 

«Hay parásitos que viven de sueldos vitalicios de todos los españoles»

Ese mismo día, en declaraciones a Vanitatis, la artista afirmaba estar “fuera de España y ajena a estas historias. Mi abogado, que lleva mis asuntos, está al tanto de lo que pueda suceder. No tengo nada que decir, salvo que hay parásitos que viven de sueldos vitalicios de todos los españoles, y no hacen nada. Son unos inútiles”, concluía. 

Momentos antes de la disputa entre Bárbara Rey y Jenny Llada, intervenía el senador Carles Mulet, quien explicaba los motivos de la petición de comparecencia en el Senado y respondía a Bárbara Rey. “Frivolizar es que se atreva a hablar de parásitos y aprovechados una persona que supuestamente se ha llevado en crudo esas cantidades de dinero», afirmaba.  

“Estamos hablando de una enorme malversación de fondos reservados, que por muy materia de Secreto de Estado que sea, no pueden estar destinados nunca a comprar el silencio de las aventuras sexuales del monarca emérito”.    

Mulet comentaba que la novedad en este caso es que “llevamos varios años pidiendo explicaciones, no únicamente en el caso de Bárbara Rey, sino en todas las aventuras, en todos los desmanes, en el gasto que ha supuesto el rey emérito y toda su familia. Sus hijas, sus viajes, sus dispendios. Y es la primera vez que una iniciativa de este tipo supera el filtro de la Mesa del Senado, porque lo normal, cuando hacemos una petición de este tipo, es que siempre se veta, argumentando que la Corona, es decir, toda la Casa Real, no está sujeta a control parlamentario y, por lo tanto, no se deja. Es la primera vez que no hay una excusa jurídica o técnica de los letrados y que únicamente es decisión política que se pueda producir o no ese tipo de comparecencias, que van más allá de la figura de Bárbara Rey. Estamos hablando del fondo, que es la posible malversación de fondos públicos, no sólo en esos supuestos pagos, sino también podríamos hablar de tráfico de influencias con los programas de Canal 9 o tantas otras publicaciones que se han ido desgranando en los últimos tiempos”.

El senador sostiene que “todo son rumores, pero nos gustaría poner un poco de luz a este asunto”, y desea que Bárbara Rey aclare si recibió dinero o no por su silencio sobre Juan Carlos I. Aprovecha Carles Mulet para recordarle al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, “que se le ha pedido hace tiempo comparecer y por ahora no lo ha hecho”, y afirma que “habrá que saber en que se se han gastado, nunca mejor dicho, esas barbaridades de dinero”. 

Dinero y programas de cocina en Canal 9

En su intervención, Carles Mulet no ha dejado títere con cabeza. Ha responsabilizado al PSOE de ser “el principal defensor que tiene la Corona en estos momentos y durante toda la Transición. En el PSOE saben que si en una comparecencia, esta señora (Bárbara Rey) quisiera hablar, les dejaría en muy mala posición”, ha dicho. Pero también ha repartido a la derecha. “Al PP queremos recordarle que es el que le dio un programa de televisión en Canal 9 para hacer programas de cocina, cuando ni hablaba en valenciano, ni sus dotes como cocinera parecían también un poco cuestionables”

Por ello, ha afirmado, “ambos, PSOE y PP han tapado a la Corona. Sabíamos que era una institución corrupta bajo el reinado de Juan Carlos I, y hay veto. Cuando pedimos la comisión en el Congreso, lo que hicieron fue vetarla, porque no quieren que comparezca el Rey Emérito. “Entonces su inviolabilidad no está blindada por la Constitución como estaba antes. Y vemos la falta de transparencia que hay y el temor a que cuanto más se sepa de la Corona, más cuestionada esté la monarquía en España”. 

Concluía Mulet mostrando “interés en saber en que se ha gastado y se gasta el dinero público. Cuánto cuestan, por ejemplo, los viajes que hacen las hijas del rey emérito cuando van a ver a su padre que está huído”

Los negocios de Bárbara

Y mientras, en medio del huracán, ella sigue engordando su cuenta de resultados. Dos medios le habrían ofrecido una importante cantidad de dinero por hablar y, según Lozano, “no ha querido hacerlo”, lo que no significa que no lo haga en un futuro, si se tiene en cuenta que en una misma tarde hizo bingo en los programas “Salvame” y “Ya son las 20:00”. Dos llamadas. Una para dejarle las cosas claras a su amiga Jenny Llada y otra donde le confirmó a la periodista Isabel Rábago: “voy a aceptar ir al Senado”. 

Lanzado el cebo, no sería extraño que Bárbara Rey sorprendiera con el documental de su vida sobre el que se habla en las tertulias del colorín, por ejemplo, pues estaría en negociaciones para su grabación, algo que ya tenía en mente antes de la pandemia. Tampoco sería inverosímil ver a la de Totana en los platós o en las páginas de la prensa rosa confesando su azarosa vida. Pero, excepto que ella tire de la manta, no hay caso, no hay debate, ni focos, ni papel couché, simplemente porque se repite la misma historia que venimos escuchando cada vez que habla Bárbara Rey. Por mucho que se empeñen en decir lo contrario algunos medios especializados, los únicos con los que la artista parece querer trabajar -quizás los convencionales le parecen poco serios-, si se aviva la llama para terminar creando un show alrededor de su comparecencia en el Senado, volveremos a convertir una cuestión de serio calado en puro morbo. Flaco favor para la Democracia.  

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6 COMENTARIOS

  1. – ¡Ay, bribón! Cuéntame otra vez lo de la máquina del dinero que me pone loca, y arrastra un poco por el pezón las gambas, hombre, que no tienes ninguna picardía.
    – Perdón, Bárbara, me he equivocado. Me gusta mucho tu apellido.

  2. No me parece tan culpable el Emérito, como el bipartidismo gobernante, sin embargo, debería ser el propio Gob. el que tuviere interés en que se aclare no tanto los amoríos del Emérito, sino los supuestos pagos hechos por el fondo reservado. Sólo ellos son los supuestos culpables.
    Los Organismos como Hacienda, también deberían de dar cuenta, porque se investiga a los ciudadanos y no se hace con políticos, y la Casa Real.

  3. No me parece tan culpable el Emérito, como el bipartidismo gobernante, sin embargo, debería ser el propio Gob. el que tuviere interés en que se aclare no tanto los amoríos del Emérito, sino los supuestos pagos hechos por el fondo reservado. Sólo ellos son los supuestos culpables.
    Los Organismos como Hacienda, también deberían de dar cuenta, porque se investiga a los ciudadanos y no se hace con políticos, y la Casa Real.

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