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‘Al amparo del feminismo’, una conversación con una histórica socialista

El libro, una larga y estimulante conversación con el autor Octavio Salazar que ha sido presentado por Carmen Calvo, en un ejercicio de memoria, de lucha inquebrantable, de dos referentes de la lucha por la igualdad real

Agustín Millán
Agustín Millánhttp://pompona22.wixsite.com/agustinmillan
Foto periodista especializado en manifestaciones y actos sindicales. Desde 2011 fotografiando la crisis más dura de la historia moderna. Responsable de redes sociales de la Cumbre Social España. Fotógrafo con 5 campañas electorales entre ellas la de Manuela Carmena y la de Enrique Santiago en IU Madrid.
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análisis

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A través de una larga conversación, Amparo Rubiales y Octavio Salazar hacen un recorrido por la memoria feminista de este país, por las grandes cuestiones en materia de igualdad y por algunos de los retos pendientes en democracias que todavía no son paritarias. El libro ha sido presentado por Carmen Calvo, en un ejercicio de memoria, de lucha inquebrantable, de dos referentes de la lucha por la igualdad real.

Foto Agustín Millán

Todo ello a partir de la experiencia y de la trayectoria –personal, profesional y política– de Amparo: una mujer pionera en muchos espacios públicos, comprometida feminista y socialista, una “joven mayor” que se resiste a dejar de tener voz y presencia como ciudadana.

A través de sus experiencias próximas y distantes, y desde la complicidad que como un don les ha regalado el feminismo, la autora y el autor de este singular diálogo repasan como dicha propuesta emancipadora penetra en las vidas, en la política, en el Derecho y en la cultura.

Un apasionante viaje que es también un recorrido por la historia reciente de nuestro país y por la lucha por la igualdad de las mujeres. “Conversemos, pues, querida Amparo, para que el final nos pille ilusionados y eternamente jóvenes. Hagámoslo sobre la realidad y el deseo, sobre lo vivido y lo por vivir, cobijados siempre por el feminismo que es, para ti y para mí, una forma de vida. Hagamos, como dice Amelia Valcárcel, que lo cotidiano se haga político. Y así, mujer y hombre, con algunos años entre medias, con biografías tan distintas y tan distantes, nos encontraremos en un puente capaz de sumar orillas. Si te atreves a cruzarlo, empiezo a recorrerlo para encontrarte a mitad de camino”.

Amparo Rubiales, histórica feminista del PSOE, 75 años dando dolores de cabeza al “patriarcado”, y una luchadora nata a favor del abolicionismo. Nació en Madrid, pero se crio en Sevilla, de madre conservadora y padre juez, jovencísima militante antifranquista, afiliada al PCE del 72 hasta el 82, donde ingresó en el PSOE.

Amparo fue la primera mujer que formó parte del Gobierno andaluz. Ha sido concejala y vicepresidenta de la Diputación, senadora, diputada; delegada del Gobierno -también la primera mujer en ostentar este cargo- y vicepresidenta segunda del Congreso. Doctora en Derecho. El feminismo ha sido su vocación. Su pasión.

Foto Agustín Millán

Al amparo del feminismo, una larga y estimulante conversación con el autor Octavio Salazar que ha sido presentado por Carmen Calvo, en un ejercicio de memoria, de lucha inquebrantable, de dos referentes de la lucha por la igualdad real.

Como la misma Amparo Rubiales cuenta, creció sin ningún tipo de problema. Incluso hizo carrera universitaria. Era la mayor de cinco hermanos, con un padre juez y una madre muy conservadora.

Se dio cuenta de la diferencia que existía por el hecho de ser mujer cuando estudió en la Universidad, Derecho, no Filosofía y Letras, que era lo que hacían las mujeres de su generación.

Despertar feminista

Ahí fue cuando despertó la mujer feminista. Se fue a Madrid a empezar la carrera y luego volvió a Sevilla, Allí eran seis mujeres de cincuenta y tantos alumnos, y ahí empezó a despertar en el feminismo.

Recuerda su conciencia feminista “como de ir andando de mi casa hasta cerca de la fábrica de tabaco, donde la facultad de Derecho… me preguntaba por qué éramos tan residuales y por qué no podíamos elegir lo que queríamos hacer en la vida. Ahí quise ser una más, una más como lo eran todos los hombres”.

Hizo teatro, algo que era muy rompedor con respecto a lo que hacían las mujeres, y a partir “de ahí empezó el jaleo”. Su primera conferencia sobre feminismo fue en el año 68. Se llamaba ‘Situación jurídica de la mujer en España’. Era un ciclo donde intervenía Carlos Castillo del Pino y otro hombre más. A partir de esa conferencia la fichó la policía franquista.

Muerte de Franco

Cuando murió Franco, el director de mi departamento, Clavero Arévalo, rector de la Universidad de Sevilla, tuvimos acceso a ¡mis antecedentes penales! La Brigada político-social acudía a esas reuniones y tomaban nota, hacían un informe, y habían registrado que yo había dicho que “el Estado tenía que criar a los niños como en Rusia”.

Foto Agustín Millán

¡Antecedentes penales con el franquismo…!

Esos antecedentes la marcaron a la hora de dedicarse al feminismo y desde entonces no lo ha dejado nunca. Es lo más importante de su vida.

“¿por qué te dedicas a esto, si tú no lo necesitas?”. Yo no, pero muchas mujeres sí. El 52% de la humanidad.

El feminismo siempre fue tu vocación.

Fue una privilegiada porque tuvo acceso a la formación, que es el único ascensor social que existe, más que el económico. “Si yo no hubiera tenido acceso a esa educación, no hubiera podido haber hecho nada”.

El patriarcado

El patriarcado son reglas de organización de sociedad que marcan los hombres, y ellos las establecen desde el comienzo de los siglos al otorgarnos como única función la reproductora, afirma Rubiales. La función de las mujeres es reproducir la especie.

Para la histórica feminista no puede haber libertad sin igualdad. Lo dice pensando en los hombres. Nunca pensó que pudieran ser realmente libres e iguales. Pero el patriarcado se ha sofistica y aun no se ha roto.

Foto Agustín Millán

Es un libro dedicado a las mujeres de su vida, a sus amigas

Este libro es una conversación con un hombre feminista, no con un hombre cualquiera. “Hay hombres buenos, los hay, y ellos han sido víctimas también del patriarcado, pero no tanto como nosotras. Ellos han tenido el privilegio de ser hombres, pero han sufrido mucho. Los hombres deben tener muchísimas ganas de llorar y no han podido”.

Hay hombres tiernos, pero les han dicho que la ternura no es propia de los hombres. Quiero que estén con nosotras. Me gustan muchísimo los hombres, pero tengo claro que el sujeto político del feminismo somos las mujeres, aunque ellos vengan de nuestra mano. Este libro es casi más de Octavio que mío. Queríamos poner de manifiesto aquí que la relación entre hombres y mujeres puede ser diferente, igual y libre, como queremos que sea. Los hombres no son nuestros enemigos. Ni los trans, ni los homosexuales, ni nadie. No tenemos enemigos más que las malas personas.

Carmen Calvo

Sobre Carmen Calvo no tiene ninguna duda, sería una gran presidenta del Gobierno. Es andaluza, es su amiga, es doctora en Derecho Constitucional, está demostrando “su gran capacidad para llevar un Gobierno en unas circunstancias durísimas y lo está aguantando todo sobre sus hombros, a sus espaldas”.

Sobre Zapatero

Para Rubiales no hay duda de que el presidente Zapatero “sacó adelante las leyes más importantes que podía haber hecho: la ley de igualdad, la de violencia de género, la del matrimonio entre personas del mismo sexo, la de dependencia… y creó el ministerio de Igualdad, aunque se equivocó y lo quitó con la crisis dichosa”.

Pedro Sánchez

Pedro Sánchez es un hombre profundamente feminista. Estoy muy conforme con el presidente y la vicepresidenta de mi partido. Adriana Lastra me gusta mucho también.

Feminismo es plural y diverso

Para Amparo Rubiales, el feminismo es plural y diverso, no hay un solo feminismo. Siempre ha peleado por el feminismo de la igualdad o de la diferencia, el de la doble militancia o el de la única, el radical, el socialista, el anarquista.

Se declara; “feminista radical porque voy a la raíz del problema, que es el patriarcado. El feminismo liberal no es nada. El liberalismo es una corriente económica, ni siquiera es filosófica. Y el feminismo es más que una corriente filosófica y más que una corriente política, porque las mujeres somos la mitad de la humanidad y somos plurales y diversas, de distintas razas y religiones”.

Foto Agustín Millán

Abolicionista de la prostitución.

Recuerda haber ido a manifestaciones por la visibilidad lésbica con Carmen Alborch.

“A nosotras nos han educado para enamorarnos perdidamente y para dejar que controlen nuestra vida. Y a ellos les han educado en la pornografía. Se les enseñan imágenes donde el sexo es violencia que deviene en explotación. El amor romántico es el sometimiento de la mujer al varón, igual que la pornografía”, ha reseñado.

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