Ahí llegan

La gran estafa electoral es evidente, la gran clase política no tiene proyectos ni ideales, carece de cualquier aspiración humanística, con las elecciones todo se reduce a un intercambio de cromos, de cargos y prebendas para satisfacer el ego personal o la parte del negocio alícuota. Nada va a cambiar salvo lo que tenga que ver con los intereses que arrastra el arribismo explícito de quienes componen, salvo rara excepción, esa cada vez peor casta gobernante.

La Democracia sigue, no podemos cegarnos, a pesar de ellos nuestra Democracia es nuestra esperanza. Y no hay libertad sin conocimiento; la idea de una libertad no amparada por la información y una actitud crítica es un embeleco propio del espiritualismo, esa doctrina que embauca a nuestra pasión superponiéndola a las relaciones físicas (la Química no es más que la versión tonta de la Física). Y no hay conocimiento sin Educación, incluida la Enseñanza.

El Claustro de un instituto en Punta Umbría, Huelva, el IES Saltés, ha hecho público un comunicado, registrado y entregado a la Delegación Provincial correspondiente, denunciando e implorando colaboración porque no soporta más el clima violento e imposibilitador para cumplir con su labor docente y, casi peor, para respetar el derecho a la educación del que es susceptible genéricamente el alumnado. Si entran en su web, se lo pueden descargar. Le lectura del documento es una relación de situaciones en las que, graduadas por el entorno social oportuno, cualquier docente de Andalucía (o del resto del Estado) puede encontrarse a diario. Podrían ser una aguja para navegar en la nueva Consejería o en el nuevo Ministerio…

La Educación está colapsando abandonada por todos los partidos políticos que han tocado cacho en alguno de los tramos de gestión en que está repartida. En Primaria, la “pedagogía-teletubbie” que nos narra las hazañas de colegios repletos de educantes jocosidades y de lectoras “in pectore” casi compulsivas, de matemáticos del mundo real y ecobiologizantes naturalizados… se transforman para la Secundaria en mocos de orco. No sé qué pasa al cambiar de tramo educativo que se quedan analfabetos funcionales e incapaces de mostrar la mínima curiosidad por nada, incapaces de atender, de entender o, siquiera, de mantener una mínima compostura básica o el culo pegado a la silla “motu proprio”; añadamos, y es la verdad, que ahí les solemos dar la puntilla el profesorado con un sistema de clases que aburrirían a un Papa, acostumbrado a misas eternas.

La cosa es que llega el tripartito, sí, el tripartito PP-C’s-VOX, a la Consejería y lo único que se les ocurre es proclamar no sé qué rollo de libertad de elección de centro, que consiste en encubrir bajo ese marchamo vendible, “libertad”, una política de apoyo a los colegios concertados que pueden discriminar a sus asistentes por bautizo o cercanía geográfica (el caro centro de las grandes ciudades) o el precio de su chándal obligatorio o las actividades vespertinas u otros matices más sutiles como mantener el tipo-clase dependiendo de la ropa, zapatos, móviles, materiales escolares de marca, ambiente social… es decir, colegios que jamás van a admitir al alumnado problemático no porque lo discriminen, hasta ahí podríamos llegar, sino que por una “selección natural” jamás llegarían a pedir ser matriculados allí. Añadan al PSOE (y mucha gente del resto de partidos) como usuaria de esos colegios de toda la vida, de los buenos, ¡qué vamos a querer para nuestros churumbeles!

Ahí los tienen, ahí llegan, exageradamente veloces para cumplir con los sectores de la sociedad que los alienta, ¿trabajar para el bien común?: jamás, carga ideológica para justificar su estulticia y a gobernar… ese pobre Claustro del profesorado de Punta Umbría, muchas de cuyas hijas estarán lastimosamente en colegios concertados del centro de la capital onubense, niños vestidos de hombrecitos tomando su primera hostia, este Claustro está condenado a soportar la indignidad de saber que la mayor parte de una sociedad no respeta su trabajo, no lo valora, ni siquiera puede valorarlo porque no tiene formación suficiente para entender la importancia que para una vida más allá de una semiesclavitud tendrá la formación que sus descendientes deberían recibir, ni el propio profesorado es consciente. Y así nos va, este Claustro se ha pronunciado pero cuántos callan aguardando la nómina (para pagar conciertos). El nuevo Consejero propalará sus peroratas en favor de la Pública porque no puede hacer otra cosa, pero defenderá a las escuelas pseudoprivadas doctrinantes (ésas lo son y lo llevan como distintivo) con presupuesto y leyes, siendo la mayor parte de ellas de los mismos que han usado sus medios de comunicación para alentar a la bestia fascista que les ha dado el Gobierno: la Iglesia.

Mientras, usted, que tiene a su hija o a su hijo en un Instituto Público, sabrá que ella ha de sobrevivir a diario a una panda de acosadores, mangantes, de bodoques y de semidelincuentes cuyas vidas familiares son un infierno (siempre hay una causa), y todo el presupuesto será para la élite y esos malsinados, si su hija sobrevive a ello y hace una carrera será fuerte, especial, una elegida, porque como en otros ámbitos la protección es para los ladrones de guante blanco y para los de guante negro ladrones, la victimas pensantes somos más de Paganini, si no: váyase a la mierda y jódase, porque a ellos: les da igual.