La Asociación de Afectadas por el anticonceptivo de la empresa farmacéutica Bayer ha interpuesto una demanda de conciliación al fabricante por los daños ocasionados en las mujeres demandantes.
Según explica la asociación, podrían estar afectadas 1500 mujeres en España, pero se desconoce el número exacto porque las autoridades sanitarias no facilitan los datos que obtienen a través de las alertas sanitarias. Se estima que podrían ser varios miles, ya que muchas no saben que los síntomas que padecen están relacionados con Essure. En España hay unas 80.000 usuarias de Essure. Bayer reconoce que a nivel mundial hay más de 750.000 utilizando el método anticonceptivo denunciado.
Qué es Essure
Essure es un método anticonceptivo de barrera, es decir, impide que el óvulo y el espermatozoide se encuentren físicamente. Además, este método anticonceptivo no contiene hormonas.
Es un pequeño muelle de titanio de 4 cm de largo, que se inserta en las trompas de Falopio para obstruir las mismas y no dejar pasar al óvulo ni al espermatozoide, y así impedir la fecundación y el embarazo.
Este pequeño dispositivo de titanio se coloca mediante un procedimiento llamado histeroscopia. ¿Y en qué consiste todo el trabajo de colocación? Es muy sencillo, no hay cortes ni incisiones, consiste en introducir, a través de la vagina, pasando por el cuello del útero, una cámara (histeroscopio) que junto a otro dispositivo guían al especialista dentro de la cavidad uterina para poder ver con claridad y poder implantar el Essure en la zona de la trompa correspondiente.
Este procedimiento no se realiza con anestesia general, sino bajo una sedación suave, durante la cual la mujer permanece dormida, pero respirando por sí misma. Además, el procedimiento tiene una corta duración, alrededor de 15 minutos.
Este método anticonceptivo tarda tres meses en tener efectividad, por lo que se recomienda utilizar otro tipo de anticoncepción (que no sea el DIU) durante este tiempo.
La Audiencia Nacional no fue competente
La Audiencia Nacional admitió a trámite la demanda presentada en 2017, pero finalmente en el año 2018, la juez Lamela consideró que no era el tribunal competente para conocer del asunto, al considerar que la empresa Bayer es una empresa española. Por lo que no se trata de un delito internacional con vínculos en Alemania, donde se encuentra la sede de la compañía.
Presentación de demanda de conciliación
Desde el Bufete de Abogados Almodóvar&Jara han informado a este medio de que «todas ellas han sufrido fuertes dolores abdominales, problemas psicológicos, sangrados abundantes en periodos, dolor de espalda, alergias, producto roto viajando por el cuerpo, rotura de órganos, extracción de órganos, así como daños morales».
La empresa farmacéutica Bayer, según señalan los abogados, ha tenido conocimiento en todo momento de todas las reclamaciones presentadas por las mujeres. Las fuentes afirman que «la empresa, más allá de tratar de llegar a un acuerdo amistoso y ayudar a las mujeres a que restablezcan su salud, ha estado entorpeciendo cualquier avance de análisis de los casos, así como reuniones para establecer justicia, ya no sólo legal, sino también terapéutica».
La Asociación y las mujeres demandantes consideran que lo más propicio es tratar de llegar a un acuerdo con Bayer para que la empresa reconozca su error y compense o indemnice al respecto, al ser responsable de un producto defectuoso.
«Bayer debe, al menos, tratar de analizar los casos y establecer vías de acuerdo y diálogo con sus clientes. Essure es un producto con potencial peligroso por su composición y funcionamiento, sin embargo la empresa incumplió deberes de vigilancia y control de la seguridad del producto, analizando o estudiando clínicamente sólo aquellos aspectos que le beneficiaran para ofrecer una buena imagen de cara al mejor marketing posible del anticonceptivo», señalan Almodóvar y Jara.
Además, afirman que Bayer sabía que el beneficio-riesgo de Essure, comparado con la ligadura de trompas, por ejemplo, era muy parejo o inferior,. La compañía farmacéutica, según señalan las demandantes, colaboró con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y formó a los médicos de una manera «poco diligente».
Acusan a Baer de haber desoído las quejas de muchas mujeres y profesionales que alertaban de muchos efectos adversos del producto. Y sin embargo, la farmacéutica habría decidido continuar con la comercialización sin establecer ningún mecanismo de información adicional para las mujeres que iban teniendo problemas. La gestión de la crisis provocada por un producto es considerada «horrible» por las demandantes en términos de atención al cliente.
Subrayan que su disposición es beneficiosa al acuerdo, puesto que las mujeres demandantes estarían dispuestas a participar en un estudio clínico, elaborado por ambas partes, para explorar y analizar los historiales médicos de cada una de ellas.
