Parte de la derechona más reaccionara ha recibido de mal grado la esperanzadora noticia de que la banda terrorista ETA entregará las pocas armas que le quedan. Es normal, quieren que se rindan, que anuncien su disolución y pidan perdón a las víctimas. La organización terrorista había anunciado en 2011, con Zapatero en la Presidencia del Gobierno y Rubalcaba en el Ministerio del Interior, el fin de su actividad armada sin reclamar concesiones a cambio, lo que se calificó ya entonces como un éxito de la democracia y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españolas en coordinación con las del Estado francés.

Entonces ya se exigió el desarme y la disolución de la banda. Lo primero (la entrega de las armas) se producirá el próximo 8 de abril, fecha que hace recordar los históricos acuerdos de Viernes Santo de 1998, que significaron el final del IRA, los terroristas irlandeses que habían tenido en jaque al Reino Unido.

Un acuerdo similar para la disolución de ETA parece improbable porque ni el Gobierno español ni el francés están dispuestos a la negociación ni a hacer concesiones con quienes tienen sobre sus espaldas 800 asesinatos, más de 20.000 víctimas en atentados y miles de amenazados. En este caso sólo cabe la rendición incondicional. El Partido Popular y las asociaciones de víctimas no contemplan otra posibilidad.

Solamente habría una moneda de cambio para facilitar la disolución de ETA: el reagrupamiento de los presos de la banda, dispersos por España y lejos del País Vasco, desde los tiempos de Enrique Múgica como ministro de Justicia del Gobierno de Felipe González, decisión que se tomó para minar la moral de los etarras y promover un movimiento crítico que, en algunos casos, dio los frutos deseados, pero no parece probable que Mariano Rajoy, que no ha variado ni un ápice su posición, tenga esas intenciones.

Será más bien la presión de los políticos abertzales de Bildu, con Otegi a la cabeza, los que puedan presionar a sus antiguos correligionarios de que opten con ellos por la acción política exclusivamente. El tiempo lo dirá. De momento el desarme ya es una buena noticia.

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