Como era previsible, la traición al pueblo y al socialismo se ha consumado.
Las víctimas principales de dicha traición son el hambre de los niños, los miserables salarios de los trabajadores, la angustia de las mujeres maltratadas y el constante empobrecimiento de casi todos.
Mientras, una democracia herida de muerte, entrega sus armas al capital y a la represión.
Las mentiras que nos cuentan para justificar este acto de «desbloqueo institucional» y bla, bla, bla; son cuentos para no desvelar los verdaderos motivos.
Cuentos que insultan a la inteligencia.
En claro corporativismo, abstenerse y dejar gobernar al más mediocre e inepto de los gobiernos de la historia contemporánea de España, y a su desvergonzado presidente; no es más que blanquear la atroz corrupción, propia y ajena.
Hay votantes que jamás volverán, con razón, a apoyar al partido llamado socialista, tras su reciente «golpe de estado» a la vista de todos, botón de muestra nada más del otro golpe a punto de perpetrarse.
Recortes, más robos, clase media y baja igualándose, más privilegios para los delincuentes financieros y su cohorte, mayores beneficios para los bancos y grandes empresas, corrupción por doquier.
Eso nos espera gracias a los socialistas de derechas que han vendido su historia, su partido y a sus militantes.
Ya puede tomar nota la izquierda y dejarse de narcisismos y de inmadureces, le hace falta a este país una lucha pragmática y exclusivamente centrada en los derechos y el bien ciudadano.
Aviso a navegantes.