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Aborrezco mi país

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análisis

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Es muy triste que después de 72 años viviendo en un país, mi país, ahora lo aborrezca. Quizás cuando era joven y viví la dictadura, como sólo me interesaban las chicas y el futbol, no me preocupé de hacer el más mínimo análisis de la situación de entonces (vivía en una familia “acomodada” y no me faltaba un duro en el bolsillo) que era aún más catastrófica que la de ahora. La gente -todos mis amigos se fueron- tuvieron que emigrar a Alemania, Suiza, Francia…, o inmigrar a las Vascongadas (como llamaban los del régimen al País Vasco), Cataluña, Valencia, Madrid (sobre todo a Getafe), y que sé yo a cuantos sitios donde encontrar el sustento. El campo no producía nada, y, además, si daba algo se lo “merendaban” los latifundistas salidos del régimen y los señoritos que sin pegar un tiro -o pegándolo después- habían ganado la contienda incivil. Cierto que la 2ª República -me contaba mi padre que pasó la guerra en su bando, haciendo incluso teatro en los pueblos para recaudar fondos- no era moco de pavo y tenía al país sumido en una total anarquía que todo los destruía a su paso.

El gobierno, los gobiernos, eran unos títeres al servicio de los de siempre, como no podía ser de otra forma, y con esas corruptas maneras dieron lugar al levantamiento militar del que mejor no hablar por las atrocidades que cometieron por sí mismo y las que hicieron que cometieran los del otro bando, todos españoles, desgraciadamente. Antes, durante y, lo peor, después. No voy a defender una dictadura, y mucho menos la nuestra que fue fascista y criminal; pero, sin entrar en pormenores, no hay que olvidar que durante la contienda, mientras los soldados de Franco, Mola, Yagüe, y compañía -con la ayuda del tercer Reich de Hitler- estaban vestidos, calzados y comidos (aunque el rancho fuera una escoria), los de la República iban en alpargatas de cáñamo, sin comer, y con unos fusiles que dieron lugar al dicho tan conocido de “la carabina de Ambrosio” que para nada servían. Y en esas entremedias, tanto en los pueblos como en las ciudades los famosos “comités” se incautaban de todos los bienes que encontraban a su paso y no paraban de darse comilonas (las muy famosas “calderetas”; por cierto, como las de muchos socialistas de ahora) y de hacer bailes a todo confort. Doy fe de esto último porque un tío de un servidor, que se tuvo que exiliar a México, vio como allí los capitostes seguían  haciendo lo mismo (bailes de lujo cada noche) mientras él y otros como él se morían en las calles sin que nadie los auxiliara ni les diera algo para mantenerse (mi tío sobrevivió gracias a un ranchero mexicano que se lo llevó a su rancho y le dio de comer y trabajo), una auténtica vergüenza en suma para los que prometían progreso y bienestar y no eran otra cosa, con sus lógicas excepciones que están en la historia, que cuatro desalmados.

Hoy día, los que con sus palabras emboban al pueblo y con sus hechos lo traicionan, han conseguido (haciéndose ellos ricos y opulentos) que mucha gente como yo aborrezca este país, nuestro país. Han logrado que más de una persona se quiera marchar de aquí, se quiera ir porque aquí ya no tiene ningún futuro para sí ni para su familia (de hecho, más de 300.000 jóvenes -21.000 de Extremadura- se han ido y quizás no vuelvan más). Me fastidian los datos que cada día saca la prensa que no está en el grupo de la desinformación, en el grupo de los ABC, El Mundo, El País, La Razón, etc., etc., porque ya cansa todo, pero hay que agradecer que en este sistema que vivimos (neoliberal, corrupto y depravado en todos sus entes públicos y privados desde el año 1983 -mes arriba, mes abajo- que inició, qué curioso, un socialista parlanchín que nos engañó a todos llamado Felipe González Márquez) haya una prensa que no se ha vendido y unos periodistas que hacen honor a su profesión siendo totalmente imparciales en sus apreciaciones aunque eso los sitúe en el grupo de los que menos dinero reciben por sus inmejorables publicaciones llenas de sentido crítico y siempre dentro de la razón y la verdad contrastada, lo que significa, sencillamente, cumplir con su obligación y con su vocación. La falacia y la manipulación de todo lo que pueda servir a los tramposos, a los fascistas y a los mercachifles y gobernantes puestos por Bilderberg (con la Sra. Botín al frente) hay que dejarla para ese Inda o para ese Marhuenda y compañía de los mártires.

No iba a dar ningún dato de los miles y miles que cada día aparecen y te llevan a aborrecer a tu país, pero es que hay algunos que no se pueden tolerar y es necesario denunciar en todas las ocasiones que uno se eche al hombro. Caso, por ejemplo, del dato sobre la pobreza. Cómo en el siglo XXI se puede consentir que un país como España (entre los más desarrollados del planeta, plagado de ricachones como luego veremos), se encuentre, cuando se trata de pobreza, con estos aborrecibles datos:

El 17 de octubre fue el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Sólo en España, 12,3 millones personas (26,1% de la población) se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Toda esta situación se ha visto agravada por la crisis sanitaria, económica y social de la covid-19. Estos datos son fruto del trabajo El Estado de la Pobreza. España 2020 X Informe anual sobre el riesgo de pobreza y exclusión realizado por EAPN España. De este mismo informe se extrae que 1 de cada 4 menores de 18 años y cerca de 1,3 millones de personas de 65 años o más se enfrentan al riesgo de pobreza en nuestro país. El 17,7% de las personas con discapacidad no recibe ningún tipo de ingreso, el 16,9% no puede comprar medicamentos, el 8,5% vive en una vivienda precaria, el 6,2% no puede permitirse comer carne o pescado a diario y el 48,1% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos.

De acuerdo con los datos de Oxfam Intermón, “en 2018, 26 personas poseían la misma riqueza que los 3.800 millones de personas más pobres del mundo (…) Desde el comienzo de la crisis las personas ricas son más ricas y las pobres más pobres también en el Estado español, cuarto país más desigual de la Unión Europea, donde el 1% más rico del país tiene el 24,4% de la riqueza mientras que el 50% más pobre se tiene que repartir 7 de cada 100 euros”. De hecho, en una nota de prensa publicada en junio, Oxfam afirma que en contraste con la pobreza, “23.000 millonarios españoles han visto aumentar el valor de su riqueza en 19.200 millones de euros en los 79 días transcurridos entre el 18 de marzo y el 4 de junio” (2020).

Según Cáritas, 4 millones de personas vivirían ya en situación de «pobreza severa» (menos de 307 euros al mes) mientras el número de millonarios en España habría aumentado un 13% en el último año según datos de Eurostat, con lo que se está agudizando de forma vertiginosa una fractura social de resultados impredecibles. El índice de Gini del 2019 (indicador utilizado para medir si la distribución de ingresos o de gastos entre individuos u hogares de una economía se aleja o acerca a una distribución perfectamente equitativa), señala que España sería el quinto país más desigual de la UE. Así, la cruda realidad nos recuerda que el número de hogares con todos sus miembros en paro se ha elevado hasta niveles insoportables y cada vez son más los parados de larga duración que pierden todo tipo de subsidio. Por otra parte, el último informe de Intermon Oxfam sobre “Crisis, desigualdad y pobreza”, se advierte que, de continuar los recortes sociales, la pobreza en España podría llegar a afectar al 40% de la población en el horizonte de la próxima década, de lo que se deduce que España habría fracasado en su compromiso europeo de la “Estrategia 2020” que implicaba reducir su pobreza en 1,5 millones de personas. Así, en la actualidad, según dicha ONG, la tasa de pobreza se situaría en el 30% de la población y afectaría ya a casi 14 millones de personas.

Y vamos con “los reyes del mambo” tanto con Dictadura como con Democracia: Extremadura. Con un 37,7% de pobreza, es la región con menos renta de todo el país. La tasa de riesgo de pobreza y/o riesgo de exclusión social es prácticamente la misma que ya sufría Extremadura en el año 2008, suponiendo un 12,4% más que la media estatal. Al mismo tiempo, en Extremadura, pese a tener los extremeños y las extremeñas la renta media por unidad de consumo más baja de todas las regiones (8.796 € en 2019, lo que suponen 1.225€ menos en capacidad de compra con respecto a la renta media del año 2009), los ricos extremeños siguen inflando sus cuentas bancarias: Ricardo Leal (joyería Cristian Lay y Gas Extremadura) aumentó su capital hasta llegar a la cifra de 230 millones de euros, Manuel Vázquez Gimón (grupo Conesa) posee 75 millones y Ricardo Pueyo y su familia (Banca Pueyo) alrededor de 40 millones de euros. Aunque me da que las cifras de esos millonarios pudieran ser que estén “una mijita recortadas”, para que, como es de suponer, el Erario no escarbe en ellas.

Seguimos. Los cinco municipios con menos renta bruta de todo el Estado Español son de Extremadura, última del ranking, también, en renta media por habitante. Quienes viven en Catalunya o Madrid tienen 11.411€ y 16.356€ más de media —respectivamente— que quienes residen en Extremadura. Existen 187.956€ de diferencia entre la renta media de la zona más rica de Madrid y la de Extremadura. Con 20.373 euros por habitante de media (renta bruta), Extremadura se sitúa en la última posición de la lista entre el resto de comunidades, seguida de Castilla-La Mancha (22.681 euros), Andalucía (23.018 euros) y Murcia (23.538 euros). Por el contrario, la tabla de las rentas medias con mayor cota la encabeza Madrid (36.729 euros) y Catalunya (31.784 euros). Extremadura, a la luz de la previsible evolución de todos los datos comentados, y si mantiene las constantes económicas y de desarrollo actuales, podría encontrarse entonces en el límite mismo de la fractura social.

En fin, el problema es que los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. De tal modo, lo que sí comparten las rentas más bajas del país —con independencia de la comunidad autónoma donde residan— es que, paralelamente a la pobreza que padecen, pueden comprobar cómo los ricos son cada vez más ricos, incluso con la crisis sanitaria de por medio: “Las 500 personas más ricas del mundo son 813.000 millones más ricas ahora de lo que eran a principios de año, antes de los efectos de la pandemia del coronavirus” (índice de Bloomberg); en España, se “ha incrementado en un 5% el número de grandes fortunas con respecto a los últimos datos, concretamente 235.000 titulares de grandes fortunas más” (World Federation of Exchanges); Amancio Ortega, hombre más rico de España, aumentó su fortuna el año pasado en 5.000 millones de euros (Forbes) y está pidiendo ayuda al Gobierno como veremos a continuación en un artículo de David Torres titulado “salvemos a D. Amancio” que transcribo en su mayor parte.

“Entre las empresas españolas que han solicitado beneficiarse de los mil millones de euros proporcionados por la Unión Europea en concepto de ayudas a la crisis por el coronavirus se encuentran Inditex, Ferrovial, Endesa o Iberdrola. Todas ellas pobres de solemnidad (Iberdrola compra la estadounidense PNM por 3.663 millones de euros, ¿los que le regala el Estado cada año?, y recupera al ex ministro Ángel Acebes por aquello de las puertas giratorias), como se ve, muy preocupadas por el medio ambiente, por la situación económica de los más desfavorecidos y por la comodidad de los sillones en sus consejos de administración. Entre regalarle toneladas de dinero público a Amancio Ortega o a Florentino Pérez, la decisión va a estar difícil. Lo mínimo es que hicieran una campaña en que ambos salieran con remiendos en la ropa y un platillo en la mano, pidiendo limosna debajo de un puente.

Uno de los empresarios más ricos del mundo, con una fortuna que se calcula en unos 70.400 millones de euros, ha pedido cien para acometer un nuevo proyecto en un país golpeado por una crisis sin precedentes, con la economía a punto de derrumbarse y la sanidad al borde del colapso. 70.400 millones sostenidos sobre 100 millones es una pirueta circense equivalente a hacer girar un planeta sobre el hocico de una foca amaestrada, pero los emprendedores, amigos míos, son capaces de esto y de mucho más. Es lógico que los españoles tengamos que hacer una colecta para echarle una mano a este filántropo que, gracias a la ingeniería fiscal, sólo paga un tercio de sus impuestos en España. Sería como dejar solo ante el peligro a Rafa Nadal. No preguntes qué puede hacer don Amancio por tu país, pregunta qué puede hacer tu país por don Amancio”.

Y termino: Recuerdo cuando Manolo Cabanillas (un hombre bueno, sencillamente) decía a mi madre mientras adquiría sus artículos: Sra. Asunción, ¡regatea Vd. más que Amancio! Ni que decir tiene que se refería al Amancio futbolista del R. Madrid también gallego, y no a este “pájaro” de Inditex, que es quien mejor “regatea” a cualquier Gobierno que se ponga a tiro; igual da de que ideología sea, él sigue la máxima de Ortega y Gasset: “Ser de la izquierdea es, como ser de la derecha, una de las infinitas formas que el hombre puede elegir para ser un imbécil”. Y hay que ver lo bien que le va.

Bueno…, con la economía en manos de una oligarquía dirigida por el Banco de Santander y, por tanto, ruinosa para el país (amén de autárquica en sus CCAA, lo cual añade mayor incertidumbre a las clases más necesitadas); una Sanidad destrozada por los recortes del bipartidismo y que ahora con la pandemia ha quedado al socaire del auxilio social europeo al igual que la Educación; con cerca de ¡500.000 políticos! que mantener a un precio escandaloso (pocos alcaldes desde el inicio de la democracia no se han hecho “adinerados” o ricos al igual que el resto de políticos del elenco estatal -más ministros que ningún país y miles de asesores-); con una pobreza galopante como antes hemos señalado mientras aumenta a ritmo desenfrenado la riqueza de unos pocos; con un establishment financiero usurero y estafador además de sumamente defraudador (más de ¡70.000 millones de euros anuales!) como no hay igual en el mundo; con la justicia (según el Presidente del CGPJ sólo para robagallinas) riéndose de las sentencias de los tribunales europeos cuando la razón la tienen los usuarios, especialmente, de la Banca a la que protegen contra viento y marea en sus decisiones, y, ¿por qué será aplicarle -sin importarle- siempre eso que dijo Publio Siro: “La absolución del culpable es la condena del juez”?; con una Ley adulterada de elección de los representantes públicos en los Parlamentos (son los partidos políticos los que eligen la representación y no los ciudadanos); en definitiva, para no alargarme, con más de la mitad de los Diputados de las dos Cámaras (incluidos los Diputados de las CCAA, en muchos casos “analfabetos funcionales y daltónicos”) en el límite entre la negligencia y la imbecilidad, etc., etc., …, ¿es para aborrecer el país y largarse, o no?

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7 COMENTARIOS

  1. ¿es para aborrecer el país y largarse, o no?

    Para los pobres «aborrecer el país y largarse» no es una opción. Para ese 26% que usted cita en situación de pobreza extrema y exclusión social, largarse del país solo agravaría su situación; se transformarían en exiliados, pobres y desarraigados.

    Así que no queda otra que querer a nuestro país y trabajar para mejorarlo, porque a pesar de todo es la patria de nuestros padres, donde estamos arraigados, y de donde nadie nos puede expulsar.

    Entiendo la crítica; es justa. Pero cundo veo a los exiliados en los campos de refugiados de Europa o de cualquier lugar del mundo, me doy cuenta de lo que vale tener un país propio y seguro; sobre todo cuando se es pobre. Porque los ricos tienen las puertas abiertas en cualquier lugar que vayan con su dinero, pero a los pobres nadie los quiere.

    No, no podemos aborrecer a nuestro país y largarnos. Tenemos que arreglarlo y mejorarlo, y para ello hay que quererlo.

  2. Y que podemos hacer la gente normal??.Supongo que son ustedes ,los medios de comunicación los portavoces de todos nosotros,los que pueden llegar a los mas cercanos al poder para presionar y destapar tanta injusticia.
    A nosotros nos queda esto,opinar aqui ,y hacer lo poquito que esta en nuestra mano

  3. Estoy de acuerdo con Ortiz… pero añadiría que, antes, nos tendríamos que querer a nosotr@s mism@s y para ello, tendríamos que empezar a pensar a tener un poco de dignidad en nuestro quehacer diario…

  4. No es cierto que cuando un artefacto (organización física) no cumple la función para que fue diseñado lo tiramos, nos desprendemos de él. ¿Por qué cuando un sistema político-económico no garantiza la sobrevivencia de sus organizados, no lo arrojamos al cubo de la basura? El capitalismo es la miseria para las grandes mayorías y persistimos votando y colocando en el poder a sus gestores y lacayos. Otra pregunta: ¿somos realmente racionales los humanos? cuando soportamos la avaricia de banqueros y demás oligarquía.

  5. Yo hace mucho que aborrezco mi país. No merece la pena en ningún sentido y lo peor es que no cambiará. Me hubiera encantado tener la posibilidad de largarme de aquí, pero nunca la tuve.

  6. En total consonancia, y lastima que como dice otro lector, en el extranjero, salvo 4 o 5 países en el norte de Europa más ejemplares, no está el contexto más alagueño, e incluso bastante peor…..

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