Hace un mes, aproximadamente, Diario16 informó sobre el nacimiento de #R, la Red de Abogados y Abogadas de España, un contrapoder para remover los cimientos de la Justicia. Esta Red ha puesto muy nerviosos a los lobbies que controlan la Justicia española, puesto que una abogacía independiente, una abogacía necesaria, una abogacía libre y ética, se convierte en un poder muy importante a la hora de oponerse a la situación actual de la Justicia y ser el trampolín para la reforma integral que necesita el tercer poder en España.

La Justicia española se encuentra, en realidad, secuestrada por los intereses de las élites que son los que, finalmente, se acaban imponiendo en los tribunales. El tercer poder de la democracia se encuentra secuestrado por una serie de lobbies que defienden los intereses de los poderes fácticos, sobre todo de los económicos, y que tienen capacidad de acceso hasta las más altas instancias del Poder Judicial y de la Fiscalía.

Un ejemplo de estos lobbies lo pudimos comprobar con la presentación del libro del letrado Manuel Medina Se vende banco por un euro, acto en el que se reunieron representantes del poder político (Pablo Casado), del poder empresarial (Florentino Pérez), del mundo jurídico (Baltasar Garzón, Dolores Delgado (aún era fiscal y no había accedido al ministerio) o Fernando Andreu) o del poder financiero (Juan Manuel Cendoya o Ángel Corcóstegui).

El 85% de la abogacía española está compuesta por abogados y abogadas que trabajan solos o agrupados en pequeños despachos. Son profesionales para los que clasificaciones en «juniors» o «seniors», tan querida para los grandes bufetes, les es totalmente ajena. Estos profesionales están ligados a sus clientes por nexos personales que hacen de su vínculo profesional una relación personalísima y donde la identidad y características del abogado o abogada son determinantes de su elección. Además, ese porcentaje de profesionales trabaja en pequeños despachos o por su cuenta, es decir, son autónomos o pymes y, además, presuntos falsos autónomos del Ministerio de Justicia por llevar el turno de oficio.

Esta abogacía, que no sale en las páginas de economía de los diarios ni en sección alguna de la prensa salmón, que no mide su éxito en términos del beneficio económico y cuya cuenta de resultados no se expresa en dinero sino en términos de defensa de los derechos de sus clientes, tiene problemas específicos que siente que no son adecuadamente defendidos.

La Red de Abogados y Abogadas presentará hoy en el Europarlamento sus demandas y la problemática que viven día a día, principalmente en dos ámbitos. En primer lugar, sobre el propio turno de oficio, puesto que es un trabajo que está muy mal pagado, casi de manera miserable, y que se ha convertido en obligatorio. Según afirman los letrados y letradas de la Red, estaríamos ante un claro ejemplo de «trabajos forzados».

En segundo término, presentarán ante los eurodiputados la imposibilidad que tienen de conciliar la vida profesional con la laboral, porque los plazos corren y no se detienen. En muchos tribunales de España, informan desde la Red, se puede ver a abogadas dando el pecho a sus hijos porque presuntamente se les está negando el plazo mínimo de permiso de maternidad que tiene reconocido cualquier trabajadora o autónoma.

Estos falsos autónomos no tienen reconocida su relación laboral con el Ministerio de Justicia puesto que les fue denegada por la Audiencia Nacional, tal y como ocurre con los riders de Glovo o Deliveroo. Esta es una de las razones por las que se ha convocado un congreso fundacional de la Red en Córdoba, evento en el que ya hay más de 600 inscritos, puesto que es fundamental para poder representar los derechos de los abogados y abogadas que la Red se convierta en Asociación Profesional.

En el Europarlamento la Red estará representada por su presidente, el abogado José Muelas, quien estará acompañado por los eurodiputados Manuel Pineda y Sira Rego y por el abogado Josep Jover, presidente de ASPERTIC, que intervendrá en nombre de las confederaciones patronales CIAE-AUTONOMOS Y COPYME poniéndose a su disposición de la Red, para que, ya que no se les permite ser un sindicato, sean una patronal, posiblemente la de mayor cantidad de afiliados directos de España.

2 COMENTARIOS

  1. Esos son una pandilla de resentidos que alguna intentona hicieron para hacerse con las Juntas de gobierno de su colegio y salieron escaldados al no ganar democráticamente unas elecciones.
    SInceramente me parece una pandilla de pringados. Los colegios de profesionales, y en concreto los de la abogacía, en su mayoría funcionan estupendamente.
    Ya está bien de quejarse a lo tonto, el colectivo de los abogados estamos bien representados por el Consejo General de la Abogacía y nuestros propios colegios, no necesitamos iluminados que nos representen.

  2. Pues a mi me parece que llevan mucha razón y me veo reflejada en todo en este artículo. Parece que a ti te pagan muy bien, un buen sueldazo y no te quiebras la cabeza por cuatro duros, como los que trabajamos para el turno de oficio. Me alegro de tu suerte, pero no deberías llamar pringados a estas personas que si siguen por este camino a mí personalmente me beneficiarian mucho, y no tengo ni mucho menos interés en figurar en ninguna junta.

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