Al contrario de lo que puede parecer leyendo o escuchando los titulares de los medios de comunicación, las mujeres no “mueren a manos de”, sino que son “asesinadas por”. Por su pareja, ex pareja, marido, novio, amante… Lo que sea, pero son asesinadas.

No caen de una ventana. Las empujan. No se caen de repente sobre un cuchillo de cocina quince veces. Las apuñalan quince veces. No van andando y se encuentran con una bala. Las disparan.

Cuando leemos “a manos de”, parece que la noticia se suaviza. En cambio, cuando lo que leemos es “asesinada por”, la cosa cambia. La palabra asesinato, impacta. Llama la atención. Hace que pares un segundo y prestes atención a la noticia. Una noticia que se repite demasiadas veces al año y que, a fuerza de suavizarla “a manos de”, pierde intensidad.

Por suerte, la sociedad parece que es consciente de la gravedad del asunto y cada vez está más concienciada con el problema que supone la violencia contra las mujeres, aunque sea solo un poco más que ayer. A la concienciación social, debería acompañarla, o más bien guiarla, la concienciación estatal. El servicio del teléfono de ayuda 016, es una herramienta, pero hacen falta más y mejores. Más campañas en los medios, más campañas educativas en los colegios e institutos. Tanto públicos como privados. Y más recursos para poder aplicar correctamente la Ley Integral contra la Violencia de Género, que tiene muchas cosas por mejorar pero, si lo que tiene no está dotado de recursos, es como si no tuviera. No es comprensible que un hombre asesine a una mujer después de cuatro denuncias y cuatro órdenes de alejamiento de cuatro mujeres diferentes. Algo falla.

No soy ningún experto, ni pretendo serlo, pero no me parecen cosas tan difíciles de entender ni de aplicar, ni por parte de las administraciones públicas, del nivel que sean, ni de los medios de comunicación, independientemente de su línea editorial o alcance. Como diría el sabio (que algo tiene que ver con eso de las inversiones): “No son cosa menor, o dicho de otra forma, son cosa mayor”.

El lenguaje es muy importante siempre, pero aún más a la hora de comunicar. Si desde los medios se empieza a utilizar el lenguaje correctamente, puede que estemos más cerca de ver el final de las muertes “a manos de” porque las mujeres dejarán de ser “asesinadas por”.

Si entre instituciones, medios y sociedad en general ponemos un poco cada parte, algo habremos adelantado. Porque recuerda, #NoSonMuertesSonAsesinatos.

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