El concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid Antonio Miguel Carmona ha viajado esta Semana Santa a Lesbos (Grecia) para denunciar el estado en el que viven los refugiados y mostrar su apoyo a las ONG que trabajan en la zona.  Ha visitado los campamentos de Pireo, Rizona, Malakasa y Moria y ha comprobado la “situación lamentable de enfermedades y pobreza” en la que viven estas personas.

¿Qué piensas del tratado de expulsión?

Es una auténtica vergüenza. Yo mismo me avergüenzo de que las autoridades europeas dejen abandonados a 50.000 seres humanos, 15.000 de los cuales son niños, en los campamentos. Es lo que más me ha impresionado. Ningún político, ni madrileño, ni español está haciendo algo al respecto. El Consejo europeo quiere devolver a los niños a las guerras. Los niños se merecen que les cuidemos y estemos con ellos.

¿Quién te ha ayudado para llegar a los campos de refugiados?

Mensajeros por la Paz y Remar, sobre todo. Ellos han sido mis cicerone. No puedo más que rendir un homenaje a estos voluntarios que trabajan allí.

Carmona ha relatado cómo es la vida allí, no tan lejos de nuestras casas “Desde que la Unión Europea cerró Idomene, frontera de Grecia con Macedonia, hombres y mujeres han quedado encerrados entre la miseria y la tragedia. Cuatro hombres permanecen en huelga de hambre en busca d ela muerte o la vida. Las horas pasan como segundos y el tiempo se escapa entre los dedos. Como la muerte. O como la vida”.

¿Cómo son los refugiados? La gente (los españoles) no nos hacemos una idea…

Algunos llevan allí meses.  Hay gente de clase media, encuentras a médicos, ingenieros, carpinteros… El móvil principal que les mueve es sacar a los niños de la guerra que asola su país. Los afganos huyen del estado islámico para salvar a sus hijos. He visto a niñas con la cara desfigurada por el ácido de Daesh. Las mujeres huyen para huir, además, del analfabetismo, los matrimonios forzados. En los campamentos, las personas tienen la esperanza de que se apiaden de sus hijos. Te voy a decir algo que no he contado todavía –se confiesa con voz rota–. Hubo un hombre que me ofreció que me llevase a sus dos hijos y él se volvía a Afganistán. Conocí a una mujer que se prostituye para poder pagar el pasaje a sus hijos. Hay mil historias.

“Los políticos deberían ir a los campos de refugiados”

¿Qué se encuentran estas personas cuando llegan a Grecia?

Empezando por que las mafias turcas les rompen el timón a las barcazas para que no puedan ser reutilizadas y no puedan regresar. Si la barca no coge bien el rumbo, se van a alta mar y mueren. Y cuando llegan a la costa se encuentran con la otra Europa. Hay estraperlistas que les cobran 20 euros por una manta. El gobierno griego pone autobuses gratuitos hasta los campos de refugiados; hay conductores de autobús que les cobran un euro por llevarles.

¿Cómo es la vida en estos campamentos?

En Rizona, por ejemplo, los niños van descalzos bajo la lluvia. Se duerme a la intemperie y no hay tiendas de campaña para todos. Sólo sonríen los niños. Los hombres se pelean en corros. Las autoridades se han dado cuenta de que están llegando personas a las que les falta un riñón. Se ha llegado a tal punto que hay venta de órganos para pagarse el pasaje a Europa. Necesitan tiendas de campaña y asistencia médica.

El centro de detención de Moria es peor aún, ¿verdad?

Los que antes eran refugiados ahora son ilegales. Cuando llegan en barcos al puerto de Pireo, les detienen y les encierran en barracones, disuadidos por murallas de espinos. Hasta al baño iban esposados. Pero ha habido una manifestación de los cooperantes y al menos han conseguido que se les quite las esposas. De 1.600 personas, no les llega la comida a unos 400 y son las ONG  y el ejército los que suplen estas carencias.  Está claro que alguien se está quedando con el dinero.

“Un afgano me pidió que me trajese a sus dos hijos”

¿Qué es lo que más le marcó de Lesbos?

Lesbos es territorio que se encuentra a tan solo diez kilómetros de Turquía.  En este campamento hay dos cementerios que impresionan. Hay un auténtica montaña de plástico que es un cementerio de los salvavidas que les dieron los turcos y que son totalmente inservibles. Los salvavidas que les dan los turcos no sirven, se hunden en el mar. Hay otro cementerio donde se encuentran cientos de tumbas de mujeres, hombres y niños naúfragos desconocidos sin identificar. En cada túmulo se marca solamente el sexo y la edad del muerto porque no se tienen más datos.

El socialista madrileño cree que los cargos públicos deberían estar donde está el problema. “He estado en cuatro guerras: Sáhara, Libia, en el Ulster… He entrevistado a Gadafi en el 86, cuando tenía 20 años y los viajes me los pagaba yo. Conozco la miseria y la guerra. Esto no es nuevo.  Los políticos deberían ir a los campos”.

La gente piensa que con los refugiados entran también terroristas.

Relacionar sirios con terroristas es una barbaridad. Los terroristas entran por el aeropuerto de Barajas, con pasaporte y partida de nacimiento europeo, no se tiran seis meses esperando y vienen en una barcaza jugándose la vida con el resto de los refugiados.

¿Cuál es el  siguiente paso?

Decirle al Consejo europeo que tome las decisiones pertinentes. Debemos cuidar a los niños. Hay que recibirlos, ayudarlos y escolarizarlos. Hay que crear un área de seguridad en Siria. Por encima de las fronteras están los derechos humanos.

Antonio Miguel acusa aún, a escasas horas de su regreso, el cansancio físico y moral que ha vivido estos días. Aún así, no quiere concluir esta entrevista sin reiterar su agradecimiento “a Pablo, Jenny, Israel, Juan Carlos y José, y en general a todos los cooperantes de las ONG. He visto otra Europa de gente solidaria que les recoge de las barcazas y se juegan la vida. Españoles, todos de menos de treinta años y valiosísimos”.

CIFRAS:

En septiembre del año pasado, Rajoy se comprometió a acoger a más de 17.000 refugiados. Han llegado, en estos siete meses, tan sólo 18 a la comunidad de Madrid.

 

2 COMENTARIOS

  1. Precisamente si estuviesen todos los refugiados en Turquía y fuera allí, donde los gobiernos europeos fueran a buscar a los refugiados, estudiando sus casos individualmente y trayéndolos bajo su responsabilidad a los países de acogida, las mafias no se harían ricas, ni estos pobres tendrían que vender sus órganos para pagarse el viaje a EU jugándose la vida. Una lástima que no se haya hecho antes y se haya dejado a las mafias campar por sus respetos.

  2. Precisamente, si estuviesen todos los refugiados en Turquía y fuera allí, donde los gobiernos europeos fueran a buscar a los refugiados, estudiando sus casos individualmente y trayéndolos a Europa bajo su responsabilidad y en un medio seguro, las mafias no se harían ricas, ni estos pobres tendrían que vender sus órganos para pagarse el viaje a EU. Una lástima que no se haya hecho antes y se haya dejado a las mafias campar por sus respetos.

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