El Gobierno lo ha vuelto a hacer a pesar de las advertencias. Ha sacado 8.700 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para pagar las pensiones contributivas del mes de junio. En la “hucha” de la Seguridad Social sólo quedan 25.176 millones, algo menos de los 27.490 millones de euros obtenidos por los rendimientos netos desde su creación.
Esta es la mayor retirada del Fondo efectuada por el ejecutivo para abonar las pensiones. La ministra de Trabajo en funciones, Fátima Báñez, ha explicado que en julio se debe hacer frente al abono de dos pagas, la ordinaria y una extraordinaria y que no había liquidez suficiente. De ahí que se haya acudido a la “caja de emergencia”.
El Gobierno insiste en que sólo ha tocado dinero del fondo para hacer frente al déficit de la Seguridad Social aunque en varias ocasiones se ha denunciado la utilización de ese fondo para la compra de deuda soberana por las dificultades que en algún momento de la crisis hubo para colocarla en los mercados.
Sea por las razones que fueren, el Gobierno ya ha sacado del Fondo de Reserva de las Pensiones 55.901 millones desde 2012. Ese año se sacaron 7.003 millones, en 2013, 11.648 millones, en 2014, 15.300 millones y en 2015, 13.250 millones.
Este año, según los datos de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, se ha conseguido reducir el déficit, y los rendimientos obtenidos por el fondo ascienden, en lo que va de año, a 1.395 millones.
Pero la lógica dice que esos rendimientos se obtienen gracias a que todavía existe una cantidad suficientemente elevada como para invertir. A medida que el saldo se va reduciendo, los beneficios serán menores. Y hasta que se llegue al tan temido saldo cero. ¿De dónde saldrán entonces las extraordinarias de junio y diciembre?
El dinero que ha sido substraido por algunas personas de arriba que son cantidades extraordinarias porque y de un vez por todas hacen una lei que de alguna forma y no con carcel que eso tambien lo devuelvan y ese dinero vaya a la hucha de la seguridad social y asi no tendran que inventarse otro impuesto para que caiga siempre en las espalas de inocentes y honrados trabajadores