Una España que se desmoronó en ataque, tira por tierra el trabajo defensivo de un partido que tuvo prácticamente controlado hasta el último cuarto, en el que una combinación de ansiedad y errores en momentos clave, permitieron a Croacia creerse capaces de ganar el encuentro, con un Bogdanovic de gatillo rápido y puntería letal al frente de una remontada croata impensable tan sólo un cuarto antes de sonar la bocina final. España dependió en exceso de la capacidad anotadora del eterno Gasol y de un Mirotic en una más que aparente disposición de asumir galones, que impedía dar continuidad al ritmo anotador de la selección. España arranca en Rio 2016 dejando muchas dudas sobre su juego y sobre la preparación de la cita olímpica.

El primer cuarto comenzaba dubitativo, aunque enseguida se conectarían Mirotic y Pau para llevar el partido por los cauces previstos. Los de Scariolo mantenían su característica defensa rápida en las ayudas, muy atenta en los bloqueos, que sacaba a sus tiradores más peligrosos fuera de la zona de tres puntos y que no permitía segundas jugadas a los croatas. Ningún tiro cómodo parecía ser la consigna grabada en la mente de los jugadores españoles. Sin demasiado esfuerzo, la primera unidad abría una cierta brecha en el marcador con el triple de Mirotic que ponía el 8-18 con un triple de francotirador. Hasta aquí, el partido parecía discurrir más o menos según la lógica. A partir de ese momento, la obligada rotación de Pau y Mirotic dejaba a la vista sobre la cancha del Carioca 1 por primera vez en el encuentro las carencias anotadoras de España, que permitirían a los croatas acercarse en el marcador varias veces a lo largo de un partido que finalmente terminarían ganando. La escasa anotación de los hombres de recambio y la nula anotación de hombres tan relevantes como Rudy o Navarro fueron para Croacia la tabla con la que mantenerse a flote en el partido.

Así fue como con una buena penetración de Hezonja y un triple de Bogdanovic, Croacia se metía en la tostada a principios del segundo cuarto. Un oportuno triple de Felipe, enfriaba la moral creciente croata, y permitía a España reconstruir su superioridad. Una falta infantil de Ricky Rubio obligaba a Scariolo a cambiar de director de orquesta, lo que nos permitió comprobar que los estados de forma y mental de Sergio Rodriguez ofrecen mayores garantías que los del «playmaker» de los Wolves a día de hoy. El flamante nuevo fichaje de los Sixers firmaría un buen partido, aportando mayor fluidez y mejor selección de tiro y siendo el único jugador español que alcanzaría diez puntos al margen de Pau y Mirotic. Con él en cancha España recuperaba el colchón de 10 puntos que permitía mantener la ansiedad lejos y sondear las mejores alternativas en ataque. En esta plácida dinámica se arribaba al descanso cuando un triple de Bogdanovic y el triplazo sobre la bocina de Hezonga permitían coger aire a Croacia de cara al tercer cuarto, dejando el marcador en 32-38.

La segunda mitad comenzaba con el “Chacho” Rodriguez en cancha, y España parecía carburar al nivel esperado. A Pau se le seguían cayendo los puntos y España se ponía en 36-50 en pocos minutos. España se relajo, entraron recambios, y Croacia se volvió a subir al tren, encadenando una racha de 11-0 que metía el miedo en el cuerpo de los hispanos de manera irreversible. Un providencial triple de Mirotic dejaba la diferencia en unos inquietantes 7 puntos (47-54) al filo del último cuarto. El barco español zozobraba, mientras los croatas tocaban a rebato, redoblando los esfuerzos defensivos sobre Pau Gasol y afinando la puntería en el tiro exterior. A partir de este momento, un Bogdanovic que venía firmando una actuación muy discreta, desataría su letal capacidad anotadora  de manera definitiva, volviendo locos a los defensores españoles, que pese a que en ningún momento permitirían al alero de los Nets tirar sin oposición, tendrían que ver como una y otra vez la pelota entraba sin siquiera tocar el aro. Ni siquiera la entrada de Sergio Rodriguez fue bálsamo suficiente en las mentes de sus compañeros, que pese a mover el balón con mayor fluidez y velocidad con la entrada del canario, no consiguieron disipar el miedo que ya se había instalado en sus muñecas, dejando caer así todo el peso del partido sobre los hombros de un Pau Gasol que cada vez amontonaba mayor cantidad de defensores cuando intentaba recibir en el poste bajo.

El choque entraba en la dinámica de intercambio de golpes entre Pau y Bogdanovic, que a la postre ganaría el croata, sólo interrumpido por algún triple de España, y una nada despreciable cantidad de 11 tiros libres que la defensa española permitió inexplicablemente tirar al croata Planinic. A menos de minuto y medio para el final, un parcial de 5 a 0 propiciado por un par de posibles errores arbitrales, ponía a Croacia cuatro puntos por delante. A pesar de que 22 segundos de finalizar el encuentro, el ¨Chacho¨ conectaba un triple que permitía soñar en la victoria final, un tapón de Dario Saric sobre un maniatado Pau Gasol rubricaría una dolorosa derrota para España. Esperamos que este tropiezo inicial sea tan sólo eso, un tropiezo que sirva de acicate para afrontar el ajustado calendario de partidos de esta olimpiada, en el que no cabe tiempo para lamentos de ninguna clase.

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