Ambos son grandes filósofos, pero saben que en este siglo, la filosofía se practica con hechos, en vez de palabras. Platón tras dirigir en OREVASA la reordenación de Madrid Sur, al convertir las casas bajas de Palomeras Bajas en pisos para 10.000 familias. Abandonó su carrera profesional, para ir todos los días a la Puerta de Sol de Madrid con un cartel que decía «0,7% Ya», en referencia al porcentaje del Producto Nacional Bruto que cada país debería destinar para la ayuda al desarrollo de los países empobrecidos fijado en el acuerdo de las Naciones Unidas de mayo de 1972. Que ya hablaba de los límites del crecimiento, tan de actualidad. Platón de la puerta del Sol acabó organizando aquella kilométrica acampada del Ministerio de Economía al Bernabéu, pasando por varias huelgas de hambre.
Arístoteles como buen discípulo ha superado al maestro, y ahora dedica su tiempo a conseguir convencer al Banco Mundial y otros organismos a electrificar el continente africano, al ser el mayor experto mundial. Suyos son muchos de los libros blancos de energía de diferentes países. Sí, en 2022, en el planeta Tierra siguen viviendo 733 millones de personas sin electricidad, y más de 2.400 millones de personas cocinan gracias al uso de combustibles fósiles que son perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la salud.
Fue un placer asistir a cómo recordaban el inicio de aquella amistad, hace medio siglo en la universidad ICAI, cuando en segundo de carrera Aristóteles ayudaba a numerosos compañeros de clase antes de los exámenes. Al verlo Platón, que era el director de la universidad, le puso como profesor ayudante un día a la semana, después pasó a ser el profesor titular de la asignatura, y con el tiempo, llegó a ser director de la universidad. Dondé tras Platón jubilarse de la lucha activa del 0,7, Aristóteles continuó su obra montando un grupo de trabajo del Cambio Climático hace bastantes años. De ese grupo salió una de las personas que más saben de este tema en Europa.
Aunque se cruzan correos quincenales, fue un regalo asistir a un nuevo encuentro entre el alumno y el maestro, tras una década debido en parte por la ingente agenda de proyectos de Aristóteles a lo largo del planeta. Un encuentro donde Platón le hizo las preguntas difíciles que le llevaran a Aristóteles a concretas y ágiles respuestas.
Entre las conclusiones en las que ambos coincidían, es que pudieron hacer lo que hacen, debido al apoyo incondicional de sus mujeres, no solo en lo familiar, si no, en el caso de Platón también en lo económico doblando trabajos.
A los cuatro, gracias por crear una realidad como el cojín de la foto.
GO!
