Cuando Agatha Christie aún ni siquiera se planteaba ser una novelista de obras policiacas, en España la rompedora Emilia Pardo Bazán ya había roto moldes en el género. No sólo fue pionera en retratar las partes más sórdidas e inexplicables del ser humano, también fue una avanzada feminista y defensora de causas que sorprenden, un siglo después, por su vigente actualidad. Ahora que se acaba de conmemorar el centenario de su fallecimiento, la editorial Ézaro publica la novela inédita Los misterios de Selva, que agrupa las novelas Selva y La gota de sangre, única novela policíaca de la autora gallega publicada en vida.
Con Selva, escrita entre 1912 y 1913, la novelista, ensayista, dramaturga, crítica literaria y mil cosas más se propuso lograr la novela policíaca perfecta. La autora de Los Pazos de Ulloa consideraba en este sentido que a las aventuras de Sherlock Holmes adolecían de la suficiente complejidad psicológica que se le presupone a este tipo de novelas.
No sólo fue pionera en retratar las partes más sórdidas e inexplicables del ser humano, también fue una avanzada feminista
Pardo Bazán experimentó todos los estilos narrativos y temáticas en sus novelas y cuentos, pero muy pocos lectores conocen su sorprendente incursión en la novela policíaca. “Pardo Bazán quiso superar al mismísimo Conan Doyle, para lograr la novela policíaca perfecta. Lo haya logrado o no, su detective aficionado, Ignacio Selva, es una versión sorprendente, a la vez castiza y cosmopolita, del inevitable Sherlock Holmes”, señala el editor literario José María Paz Gago, quien trabajó en la recuperación del manuscrito de 170 cuartillas mecanografiadas encontradas entre el legado que hizo su hija María de las Nieves a la Real Academia Galega y autor de la edición y prólogo de este libro.
En la novela La gota de sangre se recuperan las ilustraciones de la edición original, en formato revista, de las que fue autor Pueyo, mientras que la novela inédita Selva cuenta con ilustraciones de Mere Merola, originales para esta edición.
Volcados con una autora universal
Con motivo del centenario de su fallecimiento, las editoriales han rescatado algunos de los títulos más emblemáticos de la autora gallega y otros tantos aún menos conocidos. Es el caso de Insolación, publicado ahora por Alianza en una preciosa edición ilustrada de Irlanda Tambascio. Esta novela aborda una historia de amor apasionada que, de paso, retrata el Madrid de la época que le tocó vivir a su autora, coetánea y estrecha amiga de Benito Pérez Galdós. Humor y entretenimiento se dan la mano en una obra que, de manera valiente, tocaba un tema aún inabordable en aquellos años de composturas trasnochadas.
Alianza también ha publicado, con motivo del centenario de la autora, un volumen con su emblemático Los Pazos de Ulloa junto a La madre naturaleza, donde nuevamente las convenciones sociales, las reglas no escritas del buen comportamiento moral y la fuerza irrefrenable de la “madre naturaleza” son tratadas con una maestría que solo una autora irrepetible como Emilia Pardo Bazán podía llevar a cabo.
Nocturna Ediciones, por su parte, ha publicado La sirena negra, obra publicada en 1908, una de las últimas novelas escritas por la escritora coruñesa antes de su muerte en 1921. Es en esta novela crepuscular donde Doña Emilia comienza un rumbo simbolista y espiritual que la aleja del naturalismo que la caracterizó durante la mayor parte de su trayectoria novelística. En La sirena negra, el protagonista, la hermana de un joven acomodado intenta unirlo sentimentalmente a una mujer de la “buena sociedad” del Madrid de la época. Él, lejos de estos propósitos ajenos de su familia, deambula por la capital y también por la Galicia natal de la autora en busca de un rumbo nuevo que encauce su vida, aunque los rumores de ultratumba parecen querer atraparlo. Una sorprendente Emilia Pardo Bazán deslumbra con una narrativa simbólica, de claros tintes poéticos, que abren definitivamente el camino a una nueva generación de escritores aún por llegar.
