La figura de Hugo Chávez se ha convertido en un símbolo de la resistencia latinoamericana ante el imperio.
Hijo de trabajadores. De familia humilde, desde joven tuvo vocación militar. Amaba a su pueblo y a la historia de su país. Su sueño era seguir el camino de Francisco de Miranda y de Simón Bolívar.
Ante la política entreguista de Andrés Pérez y los sucesos del Caracazo, funda el clandestino Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) a principios de la década de 1980. Chávez encabezó al MBR-200 en el fallido golpe de Estado contra el gobierno de Acción Democrática, presidido por Carlos Andrés Pérez en 1992. Por esta acción revolucionaria fue encarcelado. Liberado de prisión dos años después, fundó el partido político Movimiento Quinta República y fue elegido presidente de Venezuela en las elecciones de 1998. Siendo presidente hasta su fallecimiento el 5 de marzo de 2013.
Recuerdo la primera noticia que escuche por radio del intento de golpe de Estado de los militares venezolanos. Primero pasaron parte de la proclama de los sublevados y luego aparecía hablando en la televisión un joven militar, con rasgos mestizos, que se llamaba Hugo Chávez, líder de la intentona. Al escuchar el contenido de aquel mensaje al pueblo venezolano, me emocione. Me dije para adentro, por fin un nuevo militar patriota latinoamericano. Pensé en el General Perón, en Velazco Alvarado del Perú, en Juan José Torres en Bolivia. También recordaba lo que nos decía el Partido Comunista argentino, cuando nos hablaba de la necesidad de potenciar un sector sanmartiniano y patriota en las fuerzas armadas argentinas.
Algunos sectores de la izquierda europea, con su mirada euro céntrica no comprendieron el significa de aquella intentona patriótica. Años después aquel joven militar sería el presidente de su país y comenzaría la llamada Revolución Bolivariana. Tardaría mucho la izquierda europea de asimilar aquel proceso, aunque en América latina, con su voluntad y entusiasmo pasó a convertirse en un líder de todo el continente.
Hugo Chávez pasará a la historia por iniciar un nuevo proceso emancipatorio en todo el continente. Junto a Néstor Kirchner, Fidel Castro y Lula le ganaron una gran batalla a los EEUU, durante la celebración del ALCA en Mar del Plata.
Su muerte fue un duro golpe para los que hemos luchando por la Patria Grande que soñaron Bolívar, San Martin y el Che.
Ahora nos toca defender su mejor legado. Una Venezuela bolivariana y soberana. Dueña de su destino.
En su pueblo su figura sigue creciendo en la conciencia colectiva.
En nuestro imaginario revolucionario el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, sigue siendo el paradigma que marca el camino, para la liberación de nuestros pueblos.
Comandante Hugo Chávez. ¡Hasta la Victoria Siempre!
De nuevo la dignidad y el coraje renació en Latino-América. Ché-Fidel-Chávez que la gloria os acompañe.