El todavía líder del PP ha tratado de alargar todo lo que ha podido la solución. Pero se ha visto desbordado por casi cinco años de sus gobiernos de desapego a las clases baja, media-baja e incluso media-media, es decir, la gran mayoría del pueblo. Sí, Rajoy ha sido rechazado otra vez por el Congreso, esto es, por la mayoría absoluta de l@s representantes de la ciudadanía. Luego, el gobierno en funciones del PP está en flagrante minoría parlamentaria, algo muy importante. Y ahora?
Rajoy, según trasciende, no parece tener la menor intención de facilitar un recambio de sí mismo ni en el gobierno (si puede, intentará nuevamente la investidura) ni en el PP, ni tampoco -para gobernar- en términos de una persona denominada independiente aunque, en realidad, de la órbita conservadora. De manera que el presidente popular, sin necesidad de explicitarlo, viene a copiar de Pedro Sánchez el no es no a esta posible (no está claro que probable y al final triunfante) solución.
Las terceras elecciones, pues, son más verosímiles, sobre todo con el acuerdo entre partidos para que no coincidan con fiestas navideñas, de año nuevo, etc. Pero entre una y otra vía de las enunciadas, recambio conservador a Rajoy o nuevos comicios, toman también ahora mismo más fuerza dos formas (incluso tres) de desbloquear esta situación inédita en la democracia que venimos viviendo desde hace unas cuatro décadas. Y las dos o tres, aunque aparenten lo contrario, son muy parecidas en algo esencial: gobierno de cambio, con moderado, pero real, acento progresista.
En efecto, la investidura de Pedro Sánchez puede hacerse de manera transversal (con los votos de PSOE-Unidos Podemos-Ciudadanos) sin contar con los partidos nacionalistas, que no harían falta para sumar. Pero también pactando con UPodemos su apoyo y con dicho nacionalismo un programa de mínimos que pudiera servir para que Ciudadanos y nacionalistas justificasen su abstención en virtud de la situación excepcional. Es muy destacable, en este sentido, que Sánchez ha abierto ya la posibilidad de un gobierno de cambio, que Iglesias no ha contestado. Para luego sí pedirlo en los pasillos. Increíble. Cuidado, estas incoherencias suelen pasar alta factura. En fin, quizás hasta puede pensarse en una tercera y arriesgada solución: gobierno monocolor del PSOE pero apoyado por UPodemos, C´s… Casi ficción, pero posible.
Porque, terceras elecciones con los mismos liderazgos, entiendo que, por variadas razones que no voy a vaciar aquí, conllevarían una alta probabilidad de estancamiento del PP y de buena parte del nacionalismo, subida del PSOE y bajada de C´s y UPodemos.
Por eso, los 85 escaños del PSOE, ahora y aquí, pesan más que sus 90 del 20D. Platino puro. Dicho lo cual, el temple de Sánchez en el interior de su partido, es crucial para resolver de una vez este lío político que afecta, naturalmente, a la calidad de vida del agregado social. Y si le faltaba algo a dicha movida, ahí queda la bronca abierta entre PP y C´s. A pensar…
En fin, con este enredo mayúsculo, cuanto antes se abordara la solución de una investidura para un gobierno (sin entrar en su composición) de cambio y de acento progresista, mejor para casi tod@s. Para la inmensa mayoría. Y en esta cuestión, a partir del lunes, el Rey es quien primero mueve ficha.