Según suele ocurrir, la ponencia marco del PSOE para su 40 congreso federal, que se celebrará en Valencia los días, 15, 16 y 17 de este mes de octubre, contempla una serie de buenas intenciones y propósitos, que a la hora de la verdad se quedaran sólo en eso. En el caso hipotético de que se aprueben, pasando los estrictos filtros de las correspondientes comisiones y del pleno, pero no significa que se lleven a efecto.
Para eso tendría que contar con el visto bueno de Pedro Sánchez y como se ha venido comprobando, con las políticas practicadas no está por la labor. En temas económicos que contempla la referida ponencia marco como la reforma fiscal, tal y como expuso a principios del mes de julio dejó claro, que no se contemplará en los próximos presupuestos generales del Estado. O sea, la progresividad fiscal, seguirá como asignatura pendiente y las grandes fortunas, podrán seguir enriqueciéndose cada vez mas y muchas de ellas, continuando con sus prácticas de evasión fiscal. Precisamente la promesa que hizo, de que al llegar al gobierno de lo primero que haría sería publicar la lista de grandes defraudadores, quedó en el olvido y siguen éstos como “grandes patriotas”, haciendo algo que se les da muy bien como es el fraude fiscal.
Lo mismo que la derogación de la reforma laboral, que condiciona y mediatiza el SMI (Salario Mínimo Interprofesional), por la extorsión a la que empresarios desaprensivos, someten a sus trabajadores obligándoles a trabajar horas extras no remuneradas. El IMV (Ingreso Mínimo Vital) también está siendo condicionado su percepción, pues aún después de implantarse en junio del pasado año, por cuestiones burocráticas-administrativas, no le llega ni al 36% de las 2.300.000 personas que tienen derecho a recibirlo.
Hay otros los ejemplos, que demuestran que Pedro Sánchez no está por la labor, de hacer cambios profundos económicos, aunque estos tengan un gran componente social y sean muy necesarios y convenientes llevarlos a la práctica. Como dotarnos de una banca publica, que nos evite seguir soportando las extorsiones y abusos de la banca privada. Con toda seguridad, de haber implantado la banca publica por mediación de Bankia, tendría el reconocimiento y apoyo de la ciudadanía, incluso en clave electoral. En ese sentido, el PSOE por mediación de Pedro Sánchez, “ha tirado piedras sobre su propio tejado” y con toda probabilidad beneficiará a la reaccionaria derecha.
Lo mismo ocurre con el servicio energético tan esencial. Deberíamos disponer de una empresa energética publica, que le haga la competencia a las privadas que con su oligopolio, impunemente están imponiendo precios muy abusivos.
Todos los partidos políticos se han jerarquizado y sus estructuras tienen ese componente. El PSOE no es una excepción y más al ser partido de gobierno. Pedro Sánchez, desde la presidencia del gobierno y secretaría general del PSOE, cargos que al mismo nivel le convierte en juez y parte, no tiene (ni puede tener), ningún tipo de contestación y menos oposición a todo lo que se proponga. Si ya en el pasado 39 congreso federal, celebrado en Madrid en junio de 2017, modeló al Partido Socialista a su imagen y semejanza, para este próximo 40 congreso, ha impuesto unas condiciones como la elección de los cabezas de delegación (auto elección de los dirigentes territoriales) y éstos, imponen al resto de los delegados, acrecentando mucho más su poder prácticamente incontestable. De antemano el congreso está mediatizado y desde posiciones democráticas, se debería ver con mucha preocupación..
Por eso, se permite al margen de la militancia, seguir apoyando al mas que indecente rey emérito (incomprensiblemente no le ha retirado ese titulo honorífico, que expresamente para él lo creó Mariano Rajoy), llegando varias veces el Grupo Parlamentario Socialista, a vergonzosamente unir sus votos con los del reaccionario Partido Popular y fascista Vox, para boicotear la creación de una comisión parlamentaria, que investigue los presuntos delitos que ha venido cometiendo, algunos de la máxima gravedad, como el último (por ahora) que se le atribuye, de cobro de comisiones por trafico de armas.
En la mencionada ponencia marco, como algo muy novedoso e impactante, se contempla la apertura de las casas del pueblo a la ciudadanía. Que bien suena eso, pero, ¡si es que las mismas no están abiertas ni para la propia militancia!. Pedro Sánchez al término del referido 39 congreso federal, prometió empoderar a la militancia, haciéndole participe a través de consultas de suma importancia, pero como se ha venido demostrando, con todo lo que ha venido aconteciendo y por no habérsenos consultado, sigue faltando a sus promesas.
Como la expuesta en el último congreso, comprometiéndose a rebajar el número de componentes de la Ejecutiva Federal para hacerla más ágil y eficaz, de 38 miembros que la componían, pero hizo lo contrario y la incrementó a nada menos que 49. Lo malo es que el modelo federal, lo extrapoló al conjunto de los territorios y son sus homólogos territoriales quienes le imitan. En consecuencia, la militancia con debates constructivos y a través de los mismos, adopción de acuerdos y posicionamientos democráticos, son inexistentes.
No digamos nada, sobre el acceso a los cargos de personas sin valía, capacidad ni méritos que les avalen, pero que precisamente porque las estructuras y el funcionamiento de los partidos políticos, como es el caso del PSOE lo permiten, pueden acceder a los cargos, tanto de elección (imposición de los dirigentes a diferentes niveles, por mediación de las listas cerradas) y los innumerables de confianza o designación. Cada vez más, los partidos políticos parecen agencias de colocación y sobre todo, los que ostentan mayor poder.
El político profesional con su perpetuidad en el cargo, es la peor de las lacras. En consecuencia, se hace necesaria una profunda regeneración democrática.
