Foto Agustín Millán Año 2004.

Ya han pasado 15 años desde aquella mañana en que todos nos levantamos sobresaltados por las noticias que nos llegaban de la estación de Atocha en Madrid. Primero se habló de la zona de salidas del AVE pero, a medida que pasaban los minutos, España fue consciente de la magnitud de la tragedia. Atocha, calle Téllez, Santa Eugenia y El Pozo fueron nombres que se clavaron en el alma de todos los ciudadanos según se iban actualizando las cifras.

Primeramente, y con toda lógica, todos pensamos en ETA porque sólo unos meses antes la banda terrorista había intentado un gran atentado en la estación de Chamartín y en los días previos la Guardia Civil interceptó en Cuenca una furgoneta cargada con más de 500 kilos de explosivos.

192 muertos y miles de heridos. El pueblo sí que estuvo a la altura. Aún emociona ver a los taxistas haciendo carreras gratuitas a los hospitales para llevar a heridos o para acompañar a los familiares a consultar las listas de sus seres queridos; las cadenas de hoteles ofrecieron alojamiento gratis; los ciudadanos llenaron los bancos de sangre para que a los heridos no les faltara nada para su recuperación. Aquella mañana en Madrid había silencio. En el Metro la gente no hablaba y caminaba con la cabeza gacha. Tal fue el dolor.

Sin embargo, mientras el pueblo dio la talla, el Estado no. Ninguno de los cuatro poderes. La clase política, en principio, se unió al Ejecutivo, pero no faltaron quienes aprovecharon el dolor de España para pasar facturas, como ocurrió, por ejemplo, con quienes reprocharon al entonces líder de Esquerra Republicana, Josep Lluis Carod Rovira, que hubiera negociado con ETA una tregua en Cataluña.

La cercanía de las elecciones provocó que el Gobierno de José María Aznar se agarrara a la versión primigenia de que el autor de la masacre fue la banda terrorista ETA a pesar de que las fuerzas de seguridad del Estado ya habían abierto una línea de investigación hacia el terrorismo yihadista. La ministra de Exteriores, además, envió una carta a los embajadores para que informaran a los medios de comunicación de los países donde estuvieran destinados de que la única opción de autoría era ETA. Sin embargo, sorprendió sobremanera que, mientras el resto de líderes políticos sí nombraron a la banda terrorista vasca, ni Aznar, ni Mariano Rajoy, ni el propio rey la mencionaran.

El pueblo se indignó cuando, tras estar dos días insistiendo en que la única autoría posible era la de ETA y que ya había habido varias reivindicaciones de Al Qaeda (la primera fue en el periódico londinense Al Quds al Arabi el día 12 de marzo), el sábado 13 se anunciaron las primeras detenciones y ninguno era etarra.

La ciudadanía estuvo a la altura de lo ocurrido. El Estado, simplemente, no. El poder judicial dejó mucho que desear en lo referente a los juicios y a la investigación sobre los verdaderos instigadores del atentado. La famosa mochila llena de explosivos que apareció en Vallecas deja muchas dudas, los propios acusados y condenados es posible que no fueran los que deberían haber estados sentados en el banquillo. Sin embargo, la pregunta que, tras quince años, sigue surgiendo y que aún no ha sido respondida es ¿quién fue el verdadero autor intelectual de estos atentados? Los que fueron acusados de serlo no fueron condenados y, además, la Audiencia Nacional no entró a valorar las motivaciones del atentado.

Otro hecho que deja dudas es la persona que estuvo encargada de investigar la procedencia de la mochila de Vallecas: Enrique García Castaño, comisario de Policía, actualmente investigado por la Audiencia Nacional por su presunta colaboración con la organización criminal de José Manuel Villarejo ya que, según el auto de juez Manuel García Castellón, podría haber indicios de que García Castaño hubiese participado en proyectos de la trama del ex comisario. ¿También estuvo implicado Villarejo en el 11M?

De igual manera que durante los días más próximos al atentado las fuerzas de seguridad del Estado abrieron varias líneas de investigación, la Justicia no indagó lo suficiente en los autores intelectuales, ya fueran españoles, ya fueran extranjeros.

En este mismo orden de cosas, los medios de comunicación tampoco pusieron a sus equipos de investigación a trabajar para hallar a quienes pudieron ser los que organizaron el atentado. Hubo medios de comunicación que presentaron pruebas de que nada estaba tan claro como desde otros se quiso presentar. Otros, cogieron ese camino y le dieron un toque tan sensacionalista que provocó que se vieran esos caminos alternativos como una teoría de la conspiración.

El resto, nada, ni conservadores ni progresistas. Incluso, hubo quienes crearon grupos de comunicación apoyados por el gobierno de Rodríguez Zapatero que rompieron el equilibrio mediático de España, grupos que, posteriormente, fueron vendidos a otros que respondían a los intereses de las dictaduras del capital.  Da la sensación de que casi todos estuvieran de acuerdo en una única versión que lograra cerrar de manera «conveniente» un capítulo trágico de nuestra historia, un modo que fuera aceptado por la opinión pública.

El fracaso del Estado, además, se puede comprobar en la percepción de la ciudadanía respecto a si se hizo todo lo necesario. Según distintos sondeos, más del 60% de los consultados afirman que no se sabe, ni se sabrá, la verdad de lo ocurrido aquel 11 de marzo de 2004.

Hoy se celebrarán actos de homenaje, de recuerdo a las víctimas y sus familiares acudirán sin saber quién lo organizó, quién fue la mente psicopática que se escondía en las sombras mientras los trenes saltaban por los aires. Ese es el fracaso del Estado que sigue presente 15 años después.

2 COMENTARIOS

  1. aznar-PP ns metio en guerra
    atrajo atentados
    intento echar culpa a laeta
    para volvcer a ganar e ir d heroe
    y ahora niega todo

    Incluso se hizo un autoatentado
    ya que es
    1º imposible qe el coche oficial hiper-vigilado pudiera ser preparado cn bomba por alguien
    2º de saerlo no hub puesto una bombita qe solo lebanto un poco el coche

  2. aznar-PP ns mete en guerra y luego atrae atentado y a la vez mete inmigrantes y crea racismo
    solo le movia el elecyoralismo para seguir traPPicheando
    su milagro economico esta en la PPutacarcel

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