Llevo unos días escribiendo sobre democracias y dictaduras en mi blog. Qué son, en qué se diferencian, y cosas así. Poniendo por escrito sus diferencias y similitudes, me ha dado por pensar bajo qué tipo de gobierno vivo. Lo normal, lo primero que pensarás cuando lo leas, es que digas que vives en una democracia. Voy a escribir aquí algunos extractos de los artículos del blog.

“La base de las democracias es que la población tiene derecho a elegir sus gobernantes y responsabilizarles de sus acciones. También imponen límites al poder del Estado para garantizar los derechos y libertades de la población.”

“Por su lado, las dictaduras ponen al Estado por encima de la sociedad, y reprimen sus formas de resistencia, como las manifestaciones, violando en muchos casos derechos humanos fundamentales.”

“Las democracias usan mecanismos para decidir sus objetivos a través de la libertad de expresión, y la libertad de acción de los partidos políticos o los grupos de interés organizados (asociaciones, ONG, “lobbies”…). En cambio, las dictaduras los deciden sin consultar a nadie aunque hay algunas que intentan ganarse el apoyo de pequeños, pero poderosos, grupos sociales como los empresarios, la aristocracia, alguna secta religiosa influyente… También intentan convencer a la población de que sus métodos son los mejores para todo el mundo.”

“Si un grupo concreto llega a controlar el aparato del Estado (el poder ejecutivo, el legislativo, el judicial, el ejército y los cuerpos y fuerzas de seguridad), puede llegar a hacer su voluntad en todo momento, o la mayor parte de él, ejerciendo una dominación real sobre la población.”

No voy a seguir con el “copia y pega” porque creo que ya sabes por dónde voy.

Sobre lo de elegir a los gobernantes libremente… Bueno, podríamos decir que sí, aunque hay bastantes formas de mejorarlo ¿qué tal unas listas abiertas y que no nos impongan una batería de personas que muchas veces no conocemos? Puede que quien vaya el número catorce de la lista, sea mejor y más eficiente en el cargo que quien la encabeza.

Habría que repasar eso de responsabilizar de sus acciones a los gobernantes… Igual tendríamos que mejorarlo, y habría que revisar lo de los límites al poder del Estado.

Lo del Estado sobre la sociedad y la represión de las formas de resistencia, también es discutible. La ley de seguridad ciudadana, las presiones a los medios de comunicación, las detenciones al intentar detener un desahucio, o las peticiones de cárcel por tuitear chistes sobre Carrero Blanco, me hacen pensar que es posible que no estemos a la altura de lo que realmente es la libertad de expresión, entre otras cosas. ¡Ups! He dicho a la altura en el mismo párrafo que he mencionado a Carrero Blanco. Espero que no me tengas que llevar una lima dentro de un bocadillo.

También está el tema de decidir sin consultar a la población. No sé a ti, pero a mí no me han consultado si prefiero recortar la inversión (que no el gasto) en servicios sociales antes que en armamento. Aunque visto el resultado de referendos como el de la OTAN, de entrada, no creo que sirviese para mucho la consulta.

Un grupo concreto que llega a controlar el poder del Estado, no tiene que ser necesariamente un grupo de malísimos militares guiados por un hombrecito elegido por un ente superior muy gracioso. Se me ocurren ejemplos, así “de primeras”, grupos de gente muy influenciada por las grandes empresas que tienen puertas de esas que giran a la entrada de sus lobbies o como unos cuantos investigados sospechosos de corrupción por apropiación indebida, falsedad documental, cohecho, prevaricación… Lo dejo porque no es cuestión de citar el Código Civil.

No sé, creo que tengo que darle un par de vueltas a todo esto de si vivo en una democracia o en una dictadura y pensarlo un poco más porque no lo tengo muy claro. Y tú, ¿sabes dónde vives?

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