He recibido un WhatsApp de mi padre, un hombre de 85 años que respira sabiduría por  los poros, derivada sin duda,  de las experiencias vitales, que con esa edad ya son unas cuantas, de su formación jurídica  y de su  pasión por la lectura que siempre nos ha inculcado y  aconsejado.

Un socialista de corazón que nos ha enseñado tanto a mi hermano como a mí lo que es el socialismo,  desde el ejemplo cuando éramos niños, y con la palabra y el argumento cuando ya tuvimos edad para discernir y decidir qué papel queríamos jugar en nuestras vidas respecto de la política; mi hermano decidió no involucrarse en exceso y la que escribe lo hizo hasta la médula; una decisión que no siempre ha sido gratificante, pero sí es cierto que me hace sentir útil en  muchas ocasiones y en este momento parte activa de la historia de mi partido y de nuestro país.  

Volviendo al mensaje que recibí, tengo que manifestaros que me impactó de tal manera que, no he podido evitar escribir sobre su contenido por la profunda decepción que transmite con el Partido Socialista y sus “viejas glorias”.

Es triste, muy triste que un hombre que, como cualquier persona inteligente y preparada, nunca fue un fanático de absolutamente nada, un hombre que escapó de ídolos y mitos, hoy reconoce su hastío y repulsa a la foto que el domingo protagonizaba la presentación de la candidatura de Susana Díaz a la Secretaría General del PSOE.

Me dice textualmente “No puedo entender esa imagen con personajes que han decepcionado a todo socialista de corazón en cuanto a que todos han traicionado sus sentimientos en momentos muy importantes”  Efectivamente, es difícil de entender la foto; todos y cada uno de ellos, antes o después nos han traicionado; muchos hemos estado dispuestos a olvidar en más de una ocasión entendiendo que algunas decisiones eran inevitables, pero la última jugada, el que con nuestro voto depositado en urna electoral, hoy gobierne  Rajoy, eso no es fácil de olvidar; es más, creo que no se les perdonará jamás.

Sigue el texto afirmando “Alguno había sido un ídolo para mí y ¿ahora qué es sino un guiñapo al servicio del neocapitalismo?” Aquí descubro que ese padre que siempre escapó de adoraciones y divinidades tuvo un desliz y, me atrevo a suponer que se refiere al que fue Presidente del Gobierno durante varias legislaturas que hoy pasea en yate y fuma habanos al amparo del paraguas de los poderes económicos, todos y todas sabéis ya de quién hablo.

Se pregunta en la misma redacción si la militancia socialista elegirá esa opción y que si es así “el fracaso entre los que creemos que las cosas tienen que cambiar será rotundo” y continua diciendo “no, no y no les votaremos jamás,  no tropezaremos una vez más en la misma piedra aunque nos los pidan e imploren de rodillas”; y termina el mensaje diciendo entre otras cosas de menos calado que  “hacía mucho tiempo que no veía una imagen tan denigrante”

Entenderéis ahora el efecto que  produjeron  en mí estas palabras que, además de entenderlas, las  comparto íntegramente;  pero viniendo de una persona que en su faceta político-casera siempre ha sido moderado, de hecho no ha militado nunca; viniendo de quien  siempre ha sido amigo del diálogo y el argumento antes que la confrontación; que toda mi vida le recuerdo calmando y suavizando mis afirmaciones, palabras que vienen de un padre que ha templado en multitud de ocasiones mi discurso, entenderéis que yo me encuentre hasta conmocionada.

Por todo lo dicho y por la honda pena que me produce  que mi padre esté en este estado anímico entre el cabreo y la decepción, los socialistas que podemos participar en este proceso de primarias, los militantes, debemos poner toda la carne en el asador; es una obligación  que participemos masivamente en apoyar la mejor opción para nuestro partido. Se lo debemos a ellos, a los que nos han educado en democracia, a los que nos han enseñado a vivir en tolerancia, a los que nos han inculcado los valores solidarios. Por ellos, por nuestros mayores, tenemos que devolverle la dignidad al socialismo ahora mismo totalmente vilipendiada.

4 COMENTARIOS

  1. Un abrazo socialista para tu padre. Me siento identificado con todo lo que dice este socialista y que representa un sentimiento colectivo del socialista no pesebrista. En este momento hay dos grupos en el PSOE, pesebristas o socialistas.

  2. Eva, compañera, ¡Va por ellos! Sí, por tu padre, por el mío, por los que nos enseñaron con sus palabras y sobre todo con sus hechos lo que significa el Socialismo, los que nos enseñaron amar ese sentimiento, los que nos inculcaron que la tolerancia, la solidaridad, la igualdad son las sendas para caminar y que el Psoe era la mejor herramienta para llevarlas a cabo. Las palabras de tu padre son las mismas que me diría el mío, él ya no puede. En el día horríbilis para los socialistas el primer pensamiento fue para él, estaría destrozado, no se hubiera podido creer lo que estaba sucediendo, un golpe de mano al Secretario, al partido, a los militantes y a la democracia. Yo me he sentido engañada, más que eso, enfadada conmigo misma por haberme dejado engañar por el Felipe de los noventa, porque me pudo más el corazón, las siglas y no lo cuestioné, porque indicios los había. Mi excusa, los cambios conseguidos y la poca edad.
    Los militantes tenemos que dar el do de pecho y devolver al partido su ideario, el nuestro, pero no te puedo negar compañera, mi miedo a que las continuas trampas de la gestora, del aparato no nos dejen hacerlo. Pedro es el candidato ganador, no podría entender que no fuera así porque ningún socialista puede avalar a personas que se comportan igual que la derecha, conspiraciones y tropelías por doquier. Un abrazo compañera. #SíEsSí ?✊

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