Un traidor como los nuestros

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Esta película ha cosechado en el Reino Unido críticas tibias (si queremos ser benevolentes) o directamente nefastas. Así que cuando yo fui a verla, iba esperándome lo peor. Pues no, señores, no lo es. Es una película correcta, entretenida, interesante y muy bien hecha.

Pero mejor les cuento de qué va. Un matrimonio está en Marrakech en una escapada romántica que han organizado intentando reconstruir los cimientos de una relación que se está yendo a pique. Él es un profesor de universidad, ella una abogada de prestigio (fallo de casting garrafal porque la chica parece directamente la hija de Ewan Mc Gregor. Monísima, sí, pero muy poco creíble) En un momento dado, ella tiene que atender una llamada desde su oficina. Él se queda solo en el restaurante.

¿Solo? No. En realidad hay un grupo en una mesa un poco alejada. Son unos rusos que se están bebiendo una botella de Petrus de 16.000 euros. A los cinco minutos el espectador ya sabe que los rusos son unos mafiosos, y me temo que el profesor también.  Pese a eso – o quién sabe, quizá precisamente por eso- accede a ir a correrse con ellos una farra de las que hacen época. Y es así como acaba metido en un embolado de padre y muy señor mío en el que están implicados la mafia rusa, el MI5 y varios diputados corruptos.

Lo mejor de esta película son los actores masculinos: Ewan McGregorStellan Skarsgård  y  Damian Lewis. Fantásticos los tres pero muy especialmente Stellan  Skarsgård Lo recordarán ustedes por Rompiendo las Olas y Dogville.  Aunque se supone que el prota de la película es Mac Gregor, en realidad Skargard se lo come con patatas.  Le toca hacer un papel muy complicado. Interpreta a un contable de la mafia, y sabemos perfectamente que este señor es un psicópata y que, como bien nos recuerda Damian Lewis en una escena memorable, el dinero que blanquea está manchando de sangre. Aun así,  Skarsgård  consigue que  Dima nos caiga bien y que le tengamos cariño. Me sorprendió enterarme de que solo mide 1m 83, apenas cinco centímetros más que Mc Gregor. En la película habría jurado que medía dos metros. Porque literalmente le roba todos los planos a Mc Gregor, jugando con una envergadura física y de carisma que lo llena todo.

Dirigida por Susanna White, Our Kind of Traitor  está basada en la novela homónima de  John le Carré. Ambas, película y novela, reflexionan sobre los conceptos de lealtad, confianza y fidelidad. Las que se han roto en el matrimonio protagonista. Las que se han roto en la organización mafiosa de la que Dima quiere huir. Pero en la película el tema del matrimonio se sacrifica en aras de la trama de espionaje. Sucede también que Naomie Harris, la actriz que interpreta a la esposa, pese a ser bellísima, no cuenta con la madurez interpretativa como para que yo empatizara gran cosa con ella, con lo cual esa subtrama se pierde.

Las películas de espías de los últimos años han dejado de lado las tramas para centrarse más en los efectos especiales, las persecuciones y las situaciones de altísimo (e inverosímil) riesgo. Esta película sin embargo es mucho más contenida: menos efecto especial, más tensión psicológica, más trama. A mí particularmente me gustó la apuesta y me encantó la película. Por supuesto hubiera quedado más redonda con una actriz  más solvente. Aún así, me enganchó.

Así que personalmente yo sí que la recomiendo por mucho que a los críticos británicos les haya decepcionado. Es inteligente, está bien hecha, no aburre y y… Ewan Mac Gregor sale en una escena medio desnudo, demostrándonos que tiene pelo en el pecho. Para una mujer como yo, que odia profundamente a los hombres depilados, solo esta escena ya valía para recomendar la película.

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