Un importante sector de los críticos intentó abortar la dimisión en bloque de la ejecutiva del PSOE

Un importante sector de los críticos del PSOE intentó sin éxito abortar la presentación este miércoles por la tarde de las 17 renuncias en Ferraz de miembros de la ejecutiva federal (la mitad más uno necesarias) y fue principalmente el clan de los rebeldes andaluces (suman hasta siete miembros entre los 17 dimitidos) el que decidió seguir adelante con el plan establecido ya de antemano desde días atrás, diseñado presumiblemente desde la calle San Vicente de Sevilla, sede de los socialistas andaluces.

Influyentes fuentes socialistas del sector crítico han asegurado a Diario16 que el verdadero asalto al poder estaba planeado para fechas inmediatamente posteriores a la celebración este sábado del Comité Federal, pero las declaraciones del secretario general, Pedro Sánchez, sobre la conveniencia de que se marcharan los que no estuvieran contentos con la dirección precipitó la presencia del sevillano Antonio Pradas en Ferraz con las 17 firmas necesarias de miembros de la ejecutiva federal para que quedase anulada ipso facto su capacidad orgánica.

Pedro Sánchez retó, a mediodía del ya fatídico miércoles 28, a los miembros de su Ejecutiva a dimitir si están descontentos con su programa de gobierno: “No hace falta que sumen la mitad más uno. Yo, en su lugar, dimitiría hoy”. Esa fue, según algunos críticos, la mecha que precipitó la explosión descontrolada del miércoles por la tarde.

Además de estas palabras de Sánchez a Eldiario.es, la entrevista de esa misma mañana que la Ser realizó a Felipe González también fue decisiva para precipitar los acontecimientos, según estas mismas fuentes del sector crítico.

Dirigentes históricos del partido consultados por este diario no salen de su estupor por todo lo que está sucediendo y las palabras con las que definen la situación del partido van in crescendo en el tono de estupefacción: “Hay que sacar a las sanguijuelas que están destrozando al partido”, “en el PSOE hay muchos aprovechados de perfil Peppa Pig”, “el partido lo veo de color hormiga”, “es un caos absoluto”, “esto es la consecuencia de tanto hijo de puta dentro del partido”, “no es un problema de bandos, hay demasiada mierda dentro”, “esto no hay quien lo salve”…

Muchos dirigentes críticos con la actual dirección socialista también ven con mucho recelo el probable desembarco de Susana Díaz en Madrid y consideran que todo puede empeorar aún más con ella al frente del partido en un corto espacio de tiempo.

Tras la situación del todo inestable e impredecible en que ha quedado el partido tras este zarpazo del sector crítico, lo único que parece cierto es que la postulación de Susana Díaz para relevar a Pedro Sánchez en la secretaría general del partido es ya un hecho, aunque curiosamente es la propia baronesa andaluza la que ha guardado hasta ahora una sorprendente equidistancia mientras sus más fieles maniobraban sin piedad contra Ferraz. Antonio Pradas ejecutó el golpe, con históricos andaluces al frente como la presidenta del partido entre ellos, la jiennense Micaela Navarro, y la lideresa del influyente PSOE sevillano, Verónica Pérez, que se presupone debe ser la encargada de pilotar esta desquiciada nave socialista de ahora hasta la conformación de una gestora, en su calidad de presidenta del Comité Federal.

Esta situación de caos total que vive el partido no está pasando desapercibida por otros dirigentes históricos que no comulgan en absoluto con los planes de Susana Díaz como única solución a los problemas del PSOE y ya están sondeando apoyos en el seno de la formación para buscar una tercera vía alternativa que ilusione a la militancia con un proyecto alternativo. Según ha podido saber Diario16, es más que probable que Díaz y Sánchez no se encuentren solos en caso de que se convoquen unas primarias, una opción que nunca ha sido del visto bueno de la andaluza como ya demostró cuando Eduardo Madina apostó en 2014 por batirse con Sánchez en una consulta a la militancia del partido, y la perdió en detrimento de éste. Algo que sí parece del todo descartado es que el dirigente vasco vuelva a postularse como candidato. Esta tercera vía sería tomada por otro dirigente con un perfil completamente diferente a los postulantes, según estas mismas fuentes.