Este lunes se ha cumplido un año del secuestro de Maloma, la joven española de 23 años, de Mairena del Aljafarafe (Sevilla), de origen saharaui, que fue introducida a golpes de su hermano Mohamed Lamin en un coche -durante una visita cuando se disponía a volver- y que desde entonces se encuentra privada de libertad a manos de sus propios familiares biológicos en el campo de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia). Durante el año de secuestro, se han sucedido los esfuerzos de sus padres adoptivos, José Morales y Mari Carmen Matos, de su pareja, Ismael Arregui, que ha llegado a ofrecerse a convertirse al Islam para que su familia la libere, negociaciones diplomáticas, las recogidas de firmas, las manifestaciones, las declaraciones en la sede de la ONU de la propia Maloma afirmando que quería volver y que se encontraba secuestrada, y hasta un anuncio del Polisario de su liberación -hace ocho meses- que resultó fallido.

Al Frente Polisario se le ha pedido una intermediación como autoridad competente en la zona. Sin embargo, la propia delegada saharaui en España, Jira Bulahi afirma que el secuestro de Maloma es «algo puntual entre dos familias» y que “yo no decido por otras personas en su casa”. La familia adoptiva asegura que el Polisario les ha exigido silencio desde un primer momento.

Human Rights Watch se opone a dicha postura y ha manifestado en varias ocasiones que el Frente Polisario, como autoridad gubernamental en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, es responsable de que se cumplan la ley y los derechos humanos.

Así, han manifestado que «retener a un adulto contra su voluntad equivale a privación ilegal de la libertad, independientemente de si los captores son familiares que sienten un profundo afecto por esa persona. El Polisario debería asegurar que estas mujeres puedan ejercer su libertad de circulación y que los actos pasados y futuros de privación ilegal de la libertad sean castigados como delitos«.

El caso de Maloma, por paradigmático que resulte, no es único. Hay un centenar de Malomas más secuestradas por sus familiares, como Darya Embarek Selma de 27 años, que pasó 12 años en Canarias o Koria Badbad, que tras permanecer 10 años en España, sus familiares españoles han perdido la pista hace cinco años y no saben si está viva o muerta. O Najhiba Mohamed, o Maimouna Bachir, o Aisah Embarek, o Hurria Hamudi, o Jadama Brahim. El “modus operandi” es siempre el mismo. La familia biológica las presiona para que vuelvan con motivo de una celebración importante familiar y cuando lo hacen les quitan los pasaportes y los permisos de residencia en España y las privan de libertad a pesar de ser mujeres adultas. Tanto el Polisario como las asociaciones de amistad con el pueblo saharaui recomiendan a los familiares españoles que no le den publicidad a estos secuestros, porque “si no, no van a volver”. Desgraciadamente es lo contrario. No vuelven jamás en una clara violación de derechos humanos ejercido sobre las mujeres. Y que son ignorados por esa “supuesta izquierda española” que ni ve, ni oye, ni siente a unas mujeres retenidas contra su voluntad con la anuencia del Polisario, de las Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharahui y del gobierno argelino. Y que, además y para “mas inri” subvencionan con dinero público a los responsables de estas prácticas y que como dice Eric Goldstein, subdirector de Human Rights Watch en Oriente Medio y África del Norte, el Frente Polisario no es capaz de hacer respetar los derechos de la mujer: «Los derechos humanos tienen que ver con la toma individual de decisiones y con un Gobierno que los protege, y que no los intenta contextualizar afirmando que son una sociedad patriarcal o tradicional, para luego venir a Occidente y decir que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres y que son una sociedad progresista. Este es un caso en el que se demuestra que eso no es así”.

¿Para cuándo un pronunciamiento del Parlamento español en favor de estas mujeres españolas secuestradas? ¿Por qué el estado español no repatría a una ciudadana española, con todos sus derechos, si ha manifestado en la sede de la ONU su voluntad de volver? Si después de 40 años del supuesto socialismo de la República Árabe Saharaui Democrática, la defensa ante estas violaciones de DDHH es que son una sociedad patriarcal, nos permitirán que pongamos en duda todas y cada una de sus afirmaciones.

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Vinculado desde muy joven a la CNT y a diversos movimientos de izquierda, es militante de Los Verdes desde finales del siglo pasado. Ha sido concejal en Dénia, Presidente de Los Verdes del País Valenciano y, actualmente, Presidente de la Federación de Los Verdes. Filólogo y escritor, ha ejercido su magisterio en diversas escuelas e institutos del País Valenciano y de Cataluña, así como también en la Universidad Nacional de Educación a Distancia y en el Instituto de Ciencias de la Educación de las Universidades de València y Alacant. Ha sido Inspector Educativo y Director Territorial de Cultura en Alacant. Premio XXV d’Abril en Benissa con un libro de cuentos, Premio Educación y Sociedad del Ministerio de Educación por su libro de texto A debat, ha publicado una treintena larga de libros de texto para la enseñanza del valenciano, libros de cocina tradicional valenciana e innumerables colaboraciones periodísticas.

6 COMENTARIOS

  1. Muy buen artículo, ya es hora de que se les quite la careta a esta causa artificial, que utiliza un falso progresismo para que la izquierda española abandere esta artificial causa.

    • El progreso lo dejamos al PSOE, a Felipe Gonzalez y que siga asesorando Gas Natural y su amor por la «democracia marroquí»
      Sociatas, banda de hipócritas y ladrones.
      Viva El F.POLISARIO.

  2. Es obvio que El Polisario nunca fue lo que la ingenua izquierda española predicó por mitines y baretos : una organización de izquierda y progresista. Lejos de la realidad. En el fondo no es más que una banda de individuos sin escrúpulos a sueldo del gobierno de Argelia y secuestradores de su propio pueblo. Si estos sujetos cuyas mentalidades nunca abandonaron la Edad Media llegaran a alcanzar algun dia cierto poder, no es muy difícil imaginar como se portarían.
    ¿Por qué no dejan salir de ese infierno que es Tinduf a los saharauis que allí malviven para que puedan visitar a sus familiares al otro lado de la frontera.? Marruecos ya ha dicho infinidad de veces que pueden entra y salir del Sahara las veces que quieran.

  3. En primer lugar, aun estando de acuerdo en parte del contenido, ha ido a confundirse en muchas informaciones, precisamente en el caso de Koria Badbad Hafed, y siendo usted del País Valenciano, precisamente es el caso que mejor debía conocer. Y siendo usted Presidente de la Federación de los Verdes, empiece por los alcaldes y concejales de su partido, que siguen concediendo ayudas conociendo perfectamente estos temas y hablo con conocimiento de causa, tanto de las ayudas, como de los Alcaldes de los Verdes de la provincia de Alicante, que teniendo conocimiento de todo esto siguen dando ayudas de difícil justificación.

  4. No sé a qué se refiere en el caso de Koria. Le dejo esta web: http://koria-web.es/

    Por lo que se refiere a los miembros de Los Verdes que ayudan a los campamentos del Tinduf, solamente hay un ayuntamiento regido por Los Verdes que lo ha hecho. Ayudar a los que sufren no tiene nada que ver con reclamar la libertad de las personas y denunciar aquello que no es correcto. Otra cosa es poder demostrar, y en eso estamos, de cómo las ayudas internacionales son desviadas en gran medida por personajes argelinos y del Polisario para su beneficio personal.

  5. Aisha Embarek hace años que está en España. Lo último que supimos de ella: que trabajaba de cocinera. Maimuna también regresó hace mucho tiempo. Koria era menor cuando sus padres no la dejaron regresar, no había cumplido los 18.
    Respecto a Driss, entre lo que Marruecos dice y lo que hace, hay años luz de distancia. Y una pregunta ¿qué dice el Islam sobre adopciones?
    Y tal vez se debería repasar qué dice nuestra propia ley sobre procesos adoptivos de mayores de edad y ver si se cumplieron todas las premisas en el caso de Maaluma Takio Hamda.
    Tocante al desvío de ayuda humanitaria, es decir: corrupción, creo que habría que limpiar primero la propia casa antes de meterse en casa ajena. Porque vamos, no es que nuestra clase política sea un ejemplo de nada.
    Feliz Navidad

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