Esta mañana se han abierto los colegios electorales en 49 provincias de todo el país. 55,3 millones de ciudadanos están llamados a las urnas, en un país, que según denuncias de organizaciones defensoras de los derechos humanos hay cientos de periodistas encarcelados, no hay libertada de expresión y los partidarios del NO a la reforma constitucional lo han tenido difícil.

El tiempo informativo en las televisiones, radios o periódicos de los partidarios del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) han triplicado a la oposición. Dos partidos se oponen a la reforma presidencialista del presidente Erdogan,  el Partido Republicano del Pueblo (CHP, centroizquierda) y el Partido Democrático de los Pueblos (HDP, prokurdo).

Las últimas encuestas daban un resultado ajustado. Un 47% para los partidarios del SI frente al 44% para la oposición.

 

¿Los resultados del referéndum de hoy en Turquía serán limpios?

La reforma qué promueve el actual presidente, es la más importante desde que Mustafa Kemal Atatürk fundara la actual Turquía e implantara un constitución laica. Fue promulgada en 1924, reafirmando la separación de poderes y los derechos y las libertades individuales.

Se han sucedido varios golpes militares en la Turquía moderna. El ejército hasta hace poco, era el garante del laicismo. En el pronunciamiento de 1980, los militares redactaron la actual Constitución de Turquía, que Erdogan quiere reformar.

El de hoy será el cuarto plebiscito desde el golpe militar de los años 60 del siglo pasado. En 2010 se aprobaron cambios en las instituciones de la nación promovidos por el mismo partido que quiere ahora derogarlos, el gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP).

Las principales reformas que se aprobaron en 2010, fueron dotar de mayores poderes al Parlamento y al Presidente a la hora de seleccionar a los miembros del Tribunal Constitucional y el Alto Consejo de Jueces y Fiscales. También creó la figura Defensor del Pueblo, y se aprobó la discriminación positiva hacia las mujeres para igualarlas a los hombres, amplió los derechos sindicales y de huelga. También anuló la jurisdicción de los tribunales militares sobre personas civiles, lo que puso al poder Judicial bajo tutela del poder Legislativo.

Hoy el presidente Erdogan quiere enmendar 18 artículos de la actual Constitución Turca.   Se quiere sustituir el actual sistema parlamentario, establecido en 1924 por el fundador de la República de Turquía Mustafa Kemal Atatürk, por uno presidencialista.

Si el proyecto se apruebe, comenzara a aplicarse en 2019, y alejará aún más a Turquía de la Unión Europea. La Comisión de Venecia, órgano consultivo del Consejo de Europa, ha advertido de que la reforma no prevé una clara separación de poderes e introduce un régimen autoritario «de un solo hombre» que debilitaría la democracia en el país. Erdogan de 63 años podría perpetuarse en el poder hasta 2029 o 2034 con plenos poderes presidencialistas.

Firma del acuerdo de migraciones con la Unión Europea.

El pasado 4 de marzo de 2016 Europa firmo un compromiso con Turquía por el que Europa entregaba 3.000 millones destinados a obtener el cierre de fronteras por parte de Ankara y así dificultar la entrada de refugiados en suelo europeo.

La frase que define este acuerdo es dura y destila incomprensión. Está destinada a cubrir las necesidades internas de los partidos de gobierno europeos, ante sus electorados: «en la lógica de que los sirios pueden solicitar asilo en Turquía. Y eso es un punto de inflexión». (Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, 2016)

 

Los principales cambies previstos son:

El cargo de primer ministro es abolido y sus poderes se transfieren al presidente, que asume así la jefatura del Estado y la del Gobierno.

El presidente nombra a los ministros y otros altos funcionarios sin consulta o aprobación de la Asamblea (Parlamento)

El presidente puede ejercer el poder ejecutivo al margen del Parlamento, mediante decretos vinculantes pero que pueden ser sustituidos y anulados posteriormente por la Asamblea.
El presidente nombra a cuatro de los trece miembros del Consejo Supremo de Jueces y Fiscales, además de al ministro de Justicia y a su secretario de Estado, que forman también parte de ese organismo encargado de nombrar a los jueces y fiscales. El Parlamento nombrará a siete. Hasta ahora, 11 de sus actuales 22 miembros eran elegidos por los propios jueces y fiscales y 4 por el presidente. También los nombramientos de los rectores de las universidades.

Se abre la puerta a que el presidente pertenezca a un partido político. Hasta ahora no podía hacerlo. El actual presidente tuvo que entregar su carnet del partido AKP, del que es fundador y presidente.

Erdogan podrá disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, aunque la Asamblea General requiere para ello tres quintos de los votos.

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